Si Eros significa vida, de eso se trata: de defender la vida.
El dominio capitalista, el patriarcado, la dictadura de los adultos, la discriminación por el color de la piel, la impronta escocida de esta opresión integral… han expandido la muerte física y espiritual en el planeta.
Nuestra sociedad es muestra conmovedora de esta realidad: empobrecimiento atroz, delincuencia manipulada por mafias asociadas al Estado; violencia, sobre-explotación y manipulación extremas de mujeres, jóvenes, niños/as, emigrantes haitianos e incremento de todas las plagas, virus y bacterias morales y materiales conocidas.
El cólera y los narcos-generales. Las muchachas “delivery”. Las cirugías de tetas y nalgas financiadas por magnates y mafiosos. Los tecnócratas y políticos a lo Dominique Straus. Las “compañías de carpetas”. La banalidad extrema en la espiral consumista.
El auge de la paternidad irresponsable, de hogares sostenidos por mujeres agobiadas por cargas insoportables, de los acosos sexuales y femenicidios, del “todo se vale” para hacerse de mercancías de “marca” y a la “moda”; del robo descarado del patrimonio público y natural del país por políticos, oligarcas y corporaciones extranjeras.
Siendo sobretodo hombres los protagonistas y beneficiarios de este capitalismo perverso y de este desorden de vida que apunta hacia la muerte, a la exquisita poeta y narradora nicaragüense Gioconda Belli, se le ocurrió escribir la novela titulada “El país de las mujeres”, la cual tiene por centro la creación del “Partido de la Izquierda Erótica (PIE)”, gestor de una sociedad autogobernada por los valores, cuidos y sensibilidades que encarna el género femenino, en cuyo manifiesto inicial se proclamó:
“Es por eso que lanzamos este manifiesto para hacer del conocimiento de las mujeres y hombres que pueden ya dejar de esperar al hombre honrado y apostar ahora por nosotras las mujeres del PIE (Partido de la Izquierda Erótica). Nosotras somos de izquierda porque creemos que una izquierda a la mandíbula es la que hay que darle a la pobreza, corrupción, y desastre de este país. Somos eróticas porque Eros quiere decir VIDA, que es lo más importante que tenemos y porque las mujeres no sólo hemos estado desde siempre encargadas de darla, sino también de conservarla y cuidarla; somos el PIE porque no nos sostiene nada más que nuestro deseo… de hacer camino al andar y de avanzar con quienes nos sigan.
No se. Pero algo así, raro y “medio loco”, se necesita aquí en estos tiempos para ser de izquierda. Como la que inunda