Como ya no lo necesitaban vivo, lo asesinaron, y radicalizaron la guerra prolongada y permanente impuesta por la globalización neoliberal. Hay una disyuntiva clara: o sobrevive el capital o triunfa la humanidad.
Los pueblos de Europa y EEUU padecen los paquetes neoliberales con el recorte a los gastos en salud, educación, crecimiento del desempleo y la pobreza. Los 400 más ricos de EEUU ganan hoy 20 veces más que hace medio siglo cuando pagaban 51% de sus ingresos en impuestos. Hoy pagan 18%. Hace 20 años, 33 de esos 400 pagaron menos del 20% de sus ingresos en impuestos. Hoy son 253.
Libia es el modelo más reciente para extender la globalización neoliberal, incluidas la resolución de la Liga Árabe que justificó los bombardeos y la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, que los ejecutó. Monitoreadas por el Pentágono, se tomaron dos decisiones cruciales: se crearon la Libyan Oil Company y un nuevo Central Bank of Libya. Una vez que sea ocupada la zona petrolera, la nueva empresa concederá licencias a empresas de EEUU, Inglaterra y Francia, desplazando probablemente a empresas de Italia, Alemania y especialmente de Rusia y China. El nuevo Banco Central recibirá fondos sustraídos al Estado libio. El capital internacional los utilizará según como le interese.
Las monarquías petroleras del Golfo Pérsico han reaccionado con gran claridad política frente al levantamiento de los pueblos árabes. Han estrechado su alianza con EEUU, se han unido contra Kadafi, invadieron Bahrein, trabajan para que el mundo árabe cambie para que cambie nada.
La resolución 1973 tuvo que respetar ciertas formalidades. Están siendo pisoteadas. Los bombardeos multiplican las víctimas civiles, la presencia de mercenarios y asesores militares es un hecho, igual la violación del embargo financiero y los preparativos para violar el embargo petrolero y no pasa nada. No hay fuerza de contrapeso pues el Sur ha ido siendo debilitado. Pero, desde el Sur puede surgir un alto a la globalización neoliberal. Es necesaria la voz de Venezuela y del presidente Chávez. Es necesario el plan 2015 para la refundación de la ONU. Nuestro papel en la ONU no debería seguir siendo el actual.
Este panorama en Libia y el Golfo Pérsico, ¿nos anuncia el desmembramiento de la Opep?
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