Decenas de informes reseñando crímenes ocurridos en misiones bajo el mandato de la ONU, no pueden seguir siendo desestimados. Parecen estar registrando crímenes contra la humanidad. Es responsabilidad de los Estados y de la sociedad verificar la verdad.
Tomemos la guerra de Irak en 1991 con la operación Tormenta del Desierto. Las sanciones de la ONU han provocado un grave desastre humanitario. Una denuncia de Rebelión dice:
"La saña con que el Comité de Sanciones de Naciones Unidas actuó fue una burla a los términos precisos de su Carta fundacional, en general, y a la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia, en particular. Desde incubadoras a jeringas pediátricas, desde medicamentos contra el cáncer a máquinas y equipamiento de diálisis, desde analgésicos a escalpelos, desde antibióticos a inhaladores para el asma: se prohibió todo".
Cinco millones de huérfanos, un millón de viudas, casi cinco millones de desplazados, que tienen como trasfondo la destrucción de los servicios de agua, saneamiento y salud, provocados, entre otras causas, por las restricciones que impusieron las sanciones de la ONU.
Desde 1991, en una guerra patrocinada por la ONU, se usó masivamente uranio empobrecido. Como resultado 50 mil niños murieron en los ocho primeros meses después de finalizada la guerra, por los efectos de ese uranio. Se lanzaron artefactos sobre los civiles iraquíes con una radioactividad equivalente a siete bombas de Hiroshima. Las toneladas de uranio se han incrementando con la guerra, igual el desastre humanitario como ya ocurrió en Kosovo y toda la ex Yugoslavia.
Por ese camino va la destrucción de Libia. Centenares de desplazados mueren tratando de cruzar el Mediterráneo y escapar del horror de la guerra. Mientras, una legión de burócratas encargados de establecer las sanciones e implementarlas, vive como si las consecuencias señaladas no fuesen de su responsabilidad. Ni siquiera van al campo de batalla.
El Secretario General de Naciones Unidas es el responsable en última instancia de estos hechos ¿Debería rendir cuentas ante la justicia? Los movimientos sociales, los gobiernos progresistas y el presidente Chávez han jugado un papel relevante en la denuncia. Los pueblos deben ser reivindicados.
julio.escalona99@yahoo.com