#Spanish Revolution: La Revolución Infantil del Individualismo

No nos debiera costar entender las expresiones de “indignación” que no hace mucho se han producido en España. Son expresiones de individuos que han sido moldeadas significativamente por un sistema que produce a borbotones valores como la individualidad, el egoísmo, la competitividad, etc. Tampoco es para sorprenderse si lo que más encontramos entre los que se manifiestan es la expresión de la individualidad. Tanto así que podríamos definirla dentro del concepto de “ideologías de la individualidad”, al enjambre de ideas particulares propias de las denominadas “tribus urbanas” que tanto reproduce el sistema capitalista para ampliar de algún modo la gama de mercados, desde la etapa contra-cultural a la etapa cultural.

Lo importante a destacar aquí es que en el fondo dichas manifestaciones han sido dirigidas contra un modelo económico en particular. La gente no ha salido por otra cosa. Se puede captar en el aire cierto hastío hacia el modelo económico usurero. Lo que no vemos, ni se ha visto hasta el momento, no es otra cosa que la CONFRONTACIÓN explícita contra ese modelo.

Podríamos, además, definirla (estas manifestaciones) como la PROLONGACIÓN más suave de lo que mucho antes empezó en Grecia. Sólo que aquí se ha copiado el fondo, no la forma. La forma fue copiada en Egipto con la toma de la plaza Tahrir. Por lo que la hace distinta a las manifestaciones producidas en el Magreb y Medio Oriente. Y es dicha forma y fondo que hoy se pueda estar replicando en varios países europeos, con la ilusión de que pueda funcionar y hacer caso a sus demandas como “funcionó” supuestamente en Túnez y Egipto.

En España no se busca echar abajo a sus gobernantes, aquí se busca manifestar su hartazgo con un particular modelo económico: el modelo capitalista, que ha dejado caer poco a poco el Estado de Bienestar.

Cuesta creer el que se auto-proclamaran “indignados” y no usaran un mínimo de violencia. Lo que hace pensar que si no son violentos entonces es porque no están desesperados, y si no están desesperados es porque verdaderamente nunca han estado indignados. Claramente lo que alcanzamos a ver es una “indignación Light”, pequeño burgués.

Renegar de la violencia es contranatural. La violencia es parte connatural del ser humano. Reprimir esa condición sería como reprimir nuestra propia sexualidad.

La violencia no está relegada al pasado como tampoco la explotación de las clases dominantes burguesa. Por tanto, pensar que ideologías que cuestionan el propio sistema son cuestiones del pasado sería una estrechez del pensamiento y al mismo tiempo sería como renegar la explotación misma capitalista… ¡¡¡Ya quisieran las clases dominantes el que no existiera ideología alguna que cuestionara su propio sistema, y mucho menos que fuera al choque contra ella. Para su propaganda ideológica, todo pensamiento que esté en confrontación con su propio sistema es un pensamiento desfasado!!!

Vivimos y crecemos rodeados de violencia. Pero en mayor parte de una violencia sutil que se presenta ante nosotros de manera inocente, y en el fondo está para inducirnos a un comportamiento que beneficia los intereses particulares de una clase usurera dominante. Puede que no se refleje mucho esa violencia ante individuos sin CONCIENCIA del hecho en particular, sin embargo violenta a los individuos que están en pleno conocimiento de dichas sutilezas.

En cambio, el pacifismo no es connatural al ser humano es sencillamente una disciplina inventada por el mismo, como tantas otras.

Ciertas circunstancias y naturaleza hacen al hombre. Llevamos dentro a un asesino, un pedófilo, un violador, un homosexual, un suicida, un mujeriego, un loco, etc. Pero dichas conductas pueden activarse según ciertas circunstancias, o bien pueden estar dominadas por la naturaleza particular, propia de cada ser. Pero es más un impulso de la naturaleza propia de cada ser que un impulso de la conciencia.

El ser humano es equilibrista por naturaleza, cuida cada paso que da, por lo general, pero siempre está el peligro de caer en vacíos profundos o no tan profundos, pero volviendo muchas veces a retomar; otros simplemente no retoman el camino más y se quedan en las profundidades de ciertos vacíos.

Tampoco hay que obviar el hecho mismo de que el ser humano en la actualidad está tanto o más controlado a como lo ha estado antes dentro del propio sistema de explotación. La clases dominantes junto a la creciente de su poder han perfeccionado siempre las formas de control, desde la antigüedad, para no verse jamás amenazados por los que viven sosteniendo ese poder. Y dichas formas varían según los niveles de poder que estén en juego o a los niveles de accesibilidad del desarrollo tecnológico. El alto desarrollo del control en las sociedades podría de algún modo contestar a la debilidad en cuanto a la organización o a las organizaciones presentes.

Movimiento 15-M y su dantesca ingenuidad producto de la inmadurez política

Las manifestaciones producidas en España, particularmente señalada como el “Movimiento 15-M”, ha adolecido de una ingenuidad dantesca, producto quizá de “mucha tele” o quizá del bombardeo sistemático del pensamiento burgués.

Ha dado la impresión, desde un principio, de querer sintonizar su descontento con el descontento que se produjera tanto en Túnez como en Egipto. Pero desgraciadamente se encontraron con unos Medios que no les hacían mucho caso ni le daban mucha importancia más que para utilizarlos en beneficio de los intereses de la clase política dominante.

Lo que consuela un poco es que, con semejantes ejemplos, fácilmente podemos ver los intereses capitalistas encarnado en los Grandes Medios de Difusión Masiva. ¿Cuál sería el comportamiento de los Grandes Medios si estas mismas manifestaciones se produjeran en Cuba o Venezuela? ¿Tendrían el mismo trato como ha sucedido con las manifestaciones en España?

¿Se salió a la calle a llenar las plazas españolas con la ingenuidad de que habían de tener el mismo nivel de atención prestada en Túnez y Egipto? ¿Esperaban que con el nivel de convocatoria alcanzado el presidente de EEUU, Barack Obama, y su infaltable eco, la Unión Europea, le llamara la atención al gobierno de Zapatero para que pudiera hacer reformas dentro de su “democracia”?

Oda al Individualismo

Claramente los acampados de España no han tenido la fuerza suficiente como para convocar a una Huelga General y paralizar a todo un país, ya que sin la clase obrera española simplemente, como ya se ha dicho, seguirán siendo unos “niños mimados”; y claramente ASÍ jamás se podrían constituir en una fuerza política (traducido en un Partido), y porque además sus propios genes “apolíticos” no se los permite. ¡¡¡Son los elementos OPORTUNISTAS los que más quisieran que se tradujera todo aquello en una nueva fuerza política para ELLOS conducir!!!

Al auto-proclamarse “apartidistas”, sin ideología concreta y no estar representados por ningún partido político u organización tradicional o con madurez política, automáticamente se auto-erigen como una fuerza individualista más que política, y al mismo tiempo se gana la aversión de las organizaciones ya maduras con ideas políticas más estructuradas, ya que podrían ver en ello un dejo de inmadurez política con los que difícilmente se podría trabajar seriamente.

Ha sido un craso error no dejar espacio a las organizaciones hechas y derechas participar junto con sus emblemas y sólo permitir que se puedan manifestar individualidades, ya que las mismas organizaciones habrían de dar más seriedad e incluso más dinamismo a las Asambleas, las cuales se llenan de gente desconocida que difícilmente se podría hacer un seguimiento interno ante alguna sospecha.

Tuvieron la oportunidad en un principio de traspasar el ejemplo de estar bien organizados. En cambio, en un mal proceder, siguieron dando el ejemplo de no estar bien organizados. En otras palabras: les quedó muy grande el traje para diminuto cuerpo.

Lamentablemente allí ha dado la impresión de que no han estado los desempleados, los inmigrantes, los obreros, los sindicatos, organizaciones de estudiantes, etc. Más ha dado la impresión de estar pequeños burgueses jugando a ser “revolucionarios” y a querer darse el lujo de estar representando a todo el pueblo español, teniendo suficiente tiempo para malgastarlo en cosas que no les habría de llevar a ningún parte.

Más ha parecido una congregación hedionda a neo-hippismo que una congregación de verdaderos indignados. Allí los pudimos ver día a día haciendo sus papelitos con sus reivindicaciones, tal como si les estuvieran escribiendo a un Santa Claus o a los Reyes Magos, o como queriendo dejar sus dientes debajo de la cama, convencidos de que al otro día el “ratoncito” les iba a cumplir sus deseos. ¿Hubiese sido extraño que comenzaran a ordenar que desde sus casas pensaran en que pudieran cambiar las cosas con solo utilizar sus mentes?

Más ha parecido ser una congregación de jóvenes queriendo ser partícipes de una “revolución”, ilusionados de poder cambiar las cosas con su mera presencia, algo que difícilmente va a ser cambiado así como así.

No cabe duda de que de los “indignados” saldrían los desilusionados, los indignados de los “indignados”.

La falta de organización en las Asambleas se ha debido a la nula presencia de organizaciones hechas y derechas. Cada individuo un voto, con voz de veto, es mucho más complejo que cada organización un voto. Además es muy poco serio el trabajo de verbalizar las ideas cuando no sabemos quién es quien al tomar la palabra, primando ante todo las individualidades y dificultando el reconocimiento de intereses oscuros que bien podría colarse en cualquier situación de debilidad organizacional. El haber permitido en un principio la presencia de organizaciones ya establecidas, les habría de haber ahorrado más de un dolor de cabeza. Y al mismo tiempo habría mandado un mensaje contundente a las masas no-organizadas para que estuviesen organizadas.

El “movimiento 15-M” no ha constituido rasguño alguno a la clase política dominante, y menos a la propia clase capitalista. Por lo que obviamente se habría de optar por el desgaste del “movimiento” y dejarlo morir por su propia cuenta. La intervención de las fuerzas coercitivas a un movimiento que no representa rasguño alguno a la clase política dominante quizá sólo ha de avivar por un corto plazo la fuerza del mismo o bien quizá terminar de anular lo que ya venía muerto.




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Níkolas Stolpkin


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