En Europa parece que a la fantasía del mercado benévolo le llego su fin, ya ni siquiera esa suerte de izquierda domesticada utilizada por el capital como fuerza de contención, ha podido frenar la “reaparición” del supuesto fantasma de la lucha de clases. No han podido los partidos “socialistas”, sindicatos burocratizados (comprados), ONGs supuestamente progresistas y en fin toda esa gama de sesudos pensadores legitimadores del sistema capitalista mundial sostener la máscara que callo estruendosamente en Grecia, España, Portugal, Irlanda, Francia y demás países que conforman el último bastión de una forma de vida en franca decadencia. Si no veamos lo acontecido con todas las instituciones políticas, jurídicas y económicas que hoy se sienten amenazadas por ese aluvión popular que despide olor a revolución. Revolución que solo el pueblo europeo sabrá caracterizar, tal y como sucede en nuestras latitudes. Seguramente y como último recurso utilizaran a la fatídica OTAN para lo que en fin de cuentas fue creada, reprimir los levantamientos revolucionarios de los pueblos.
¡Mientras más oscura esta la noche, más cerca está el amanecer¡