Sabes Jesús, lo que pienso, sobre Haití, es nuestra conciencia, que tu lo
colocaste allí en medio del mar, y les distes vida de pobres de la tierra, para
probarnos a nosotros los pueblos hermanos, paras decirnos cada día a nuestras
conciencias ¿por qué permitimos nosotros, que esto suceda en esta Tierra creada
por tu padre?, “Amaos los unos a Los otros” y hoy, al volver nuestras
conciencias en dirección a Haití castigado por el inmenso sismo de la mano del
Haarp, y del cambio climático de ese imperio del mal que tiene la marca del
diablo que viera San Juan en su Apocalipsis 666.
En efecto vemos como los marines estadounidenses con sus fusiles y armas
represivas de aniquilación global, han desembarcado para poner "su orden
en Haití, el de la muerte," el orden del presidente Husein Obama, premio
Nobel de la Paz. Que acción tan incongruente, para un premio Nobel de la Paz,
tomar un país, bajo los escombros de un terremoto con unos 100.000 muertos y
apoderarse de Haití, con la fuerza de sus armas, como lo hacen los piratas de
antaño y de hoy, pero en una forma menos arriesgada y cobarde, pues actúan
contra un pueblo desarmado. Es que nos queda claro, que el ejercito
estadounidense aumenta día a día sus fuerzas ya tienen 20.000 hombres, en armas
mientras otros países mandan medicinas doctores y comida.
Estados Unidos se apodera del Aeropuerto, lo que quedo del palacio presidencial
y del puerto al que envía varias unidades de guerra, un portaviones y un buque
lanza misiles y porta helicópteros. Ahora para entrar a Haití, hay que tener el
permiso de las tropas yanquis que se han apropiado del país.
Dos aviones de Médicos sin Fronteras de Francia no les dieron autorización para
aterrizar. A los hijos del Ku-ku-klan, los catires de ojos azules
(preferiblemente), no les preocupa que mueran negros, mientras ellos secuestran
en el aeropuerto el auxilio internacional enviado por las naciones hermanas a
la nación de Alexandré Petión, para los hijos del KuKuKlan, los herederos de
Faluya, Irak, Afganistán, Palestina, Hiroshima, Nagasaki y Vietnam, no les
preocupa la vida de unos cuantos miles de negros más o negros menos, al
contrario cuanto menos negros sobrevivan para los gringos, -se depura más la
raza- al estilo de Hitler piensan que hay que depurar el Mundo de razas que no
sean de la estirpe gringa, yanqui, estadounidense, hijos del apocalipsis, en
vuestra frente se encuentra el número de la muerte.
Debemos por una vez, todos los pueblos acordarnos de Haití, defender a nuestros
hermanos, como a nosotros mismos e impedir que los masacren los mismos soldados
que masacraron a la heroica Faluya en Irak, y que ahorcaron al presidente Sadan
Hussein, para robarse las riquezas iraquíes, incluido el petróleo, destruir su
raza con balas de uranio empobrecido, y acabar con su tradición cultural
milenaria. Bagdad, de las mil y una noches.
Debemos levantarnos todos los pueblos como hermanos para impedir que el Águila
Calva (ya casi exterminada por la caza indiscriminada de los propios gringos)
lo mismo hiciera con millones de manadas de búfalos con el fin de exterminar y
acabar por hambre a la raza india autóctona defendida por grandes jefes que se
enfrentaron con valor y defendieron sus tierras con su vida. Jefes como: Caballo
Loco, Gerónimo, Cochise, Toro Sentado, Seattle, Pontiac etc.
Estos terroristas gringos, pueblo tradicionalmente belicoso, despiadado y
asesino, -de la piadosa inyección letal- nación gringa, que acabo con las vidas
de Marty Luther King, líder negro asesinado y aspirante también a la
presidencia de EE.UU, y cuatro presidentes asesinados: más Abraham Lincoln
1865, James Garfield 1881, William Mckinley 1901, John Kennedy 1963,
Hermanos pueblos de América, nuestras conciencias hoy clama a gritos por darle
justicia, social y libertad plena al pueblo haitiano ¡No al robo de Haití!, por
tropas yanquis terroristas. ¡Libertad para Haití¡ ¡ fuera de Haití las tropas
de la muerte!
Solidaridad con nuestros hermanos haitianos dignos hijos de Alexander Petión.
¿Qué pasa con los niños huérfanos de Haití se los están robando sin piedad?