El Caracazo de Inglaterra

Siempre resulta antipático las comparaciones entre acontecimientos históricos pero sin duda, aun cuando los fenómenos humanos atienden a particularidades, existen similitudes en los comportamientos societarios que son expresión de un periodo o etapa humana determinada. Así pienso que sucede con lo que acontece en Europa y lo que aconteció en Latinoamérica, y en particular en Venezuela, en los últimos años del siglo pasado, me refiero específicamente a dos hechos históricos paradigmáticos en mi opinión: El Caracazo (27 de Febrero de 1989) y la explosión social en Inglaterra durante este mes de agosto que transcurre.

 

Las causas u orígenes de estos hechos   corresponden a la aplicación de medidas de corte neoliberal que derrumbaron los niveles de vida en ambas latitudes que suponen el fin de esa fantasía capitalista denominada “Estado de Bienestar Social”, quizás consecuencia de la crisis terminal del modelo capitalista. Por supuesto que dichas medidas arribaron en diferentes momentos de acuerdo   al papel asignado por el sistema económico capitalista a los pueblos del mundo. A nosotros, las neocolonias para ese momento, nos toco mucho antes que a Europa, y específicamente a Inglaterra quien reproduce con extraordinaria similitud lo acontecido en Venezuela.

Así vemos la ceguera descomunal de la clase política y de las instituciones inglesas (con honrosas excepciones) que interpreta lo acontecido en ese país como una cuestión delincuencial, como si la expresiones de violencia social (quema de comercios e industrias, cuarteles policiales etc.) fuera comparable con el robo de un supermercado. Esa carencia de comprensión de la realidad evidencia la decadencia del establecimiento, tal y como hicieron los extintos partidos políticos y demás instituciones en la Venezuela del caracazo. Otra semejanza la representa la respuesta represiva del gobierno Ingles, aplaudida por toda la clase política, cual si se tratara de capturar a Ali Baba y sus cuarenta ladrones. Definitivamente, los modelos decadentes ciegan a sus clases dominantes a quienes les resulta imposible interpretar la realidad.

¡El que va a caer, no ve el hueco!

15 – 08 - 11



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Henry Navas Nieves


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