Afif
Tajeldine es un comunista maracucho.
En 1999
representó al Partido Comunista de Venezuela en el Polo Patriótico.
Todavía
su castellano suena medio árabe, es normal, de allí viene su origen natural y
cultural.
Afif
es un árabe muy zuliano, como Dia Nader, Zeid Abusaled y Nabil el Zafadi. Hace
décadas sus pasos marcan huellas en El Moján y la Plaza Baralt.
Comunista
al fin, terco, perseverante, honesto y bregador, Afif asume la tarea que le asignan.
Chávez lo mandó a Libia de Embajador y allá está, aguantando sol y bombardeos.
A su
casa de residencia fueron los mercenarios a destruir. Qué más se puede esperar
de bichos armados que cobran por matar.
Claro
que Afif no los esperó allí porque como dice el dicho “perro viejo late echado”.
Destrozaron todo y robaron lo que pudieron, como aquellos piratas que azolaban
Maracaibo en el siglo XVII.
Nos recordaron los sucesos de abril de 2002 en la gloriosa Embajada de Cuba en Caracas.
Libia
lleva todo el año bajo el fuego inclemente del bombardeo europeo, son muchas
las escuelas, vecindarios y hospitales que han sido destruidos.
Los mercenarios
armados, entrenados, financiados y dirigidos por el imperialismo actúan con
brutal inmediatez, saquean lo que pueden porque saben que su amo pronto los
descontinuará.
Venezuela
para ellos es objetivo militar porque nuestro nombre en el mundo es sinónimo de
libertad y rebeldía profunda.
Venezuela
hoy traduce para los pueblos sus anhelos más recónditos y ancestrales. Es el
antiimperialismo precoz de El Libertador alimentado con todos los aportes del
pensamiento revolucionario mundial.
En Libia
la barbarie asomó sus más afilados colmillos, razón suficiente para rechazar
este atropello a la humanidad y la inteligencia de los pueblos, que pretenden
moldear con el teatro maniqueo que manejan desde sus medios de información las
oligarquías imperiales planetarias.
A nuestro
amigo Afif lo asediaron en su lugar de residencia y en la Embajada de la
República Bolivariana de Venezuela que dignamente dirige, con el temple del
acero fundido en la lucha irrenunciable por la causa del proletariado
universal.
Su distinguida
familia ha vivido momentos de angustia terribles, aunque debemos confesar que
la valentía es una lección primaria en un hogar revolucionario como el de Afif.
Nada los ha doblegado.
Porque
quien abraza con principios y radicalidad revolucionaria la causa del pueblo
árabe nunca doblegará su lucha y nunca cederá al enemigo.
El Presidente
Chávez, para quien pedimos larga vida e invocamos con fe ancestral las fuerzas
invisibles de la naturaleza, junto al Canciller Bolivariano, nuestro amigo
Nicolás Maduro, tuvieron un acierto sólido al nombrar a Afif Tajeldine como
Embajador de la patria en las arenas luminosas del desierto norafricano.
Los sátrapas
de la OTAN y sus perros de caza que han causado esta afrenta la pagarán. Tanto
la residencia como la Embajada del camarada Embajador son territorio
venezolano.
Por los
momentos esperamos que nuestro valiente Embajador se encuentre bien en su
integridad personal y aspiramos para el pueblo libio una pronta redención del
atropello imperialista.
Preparémonos
para que no se repitan estas canalladas.
Constituyente
de 1999
caciquenigale@yahoo.es