El Cairo lanza un ejemplo a los pueblos del mundo

Los acontecimientos que   ocurren en El Cairo, Egipto, están dando una importante señal al imperio gringo y su lacayo predilecto Israel. Esa señal debe advertirles al gobierno estadounidense y su socio Israel, que no pueden, estar  agrediendo otros países y que sus nacionales  no reclamen satisfacciones suficientes a los agresores consuetudinarios. Es por ello que el pueblo egipcio reclama mediante una manifestación  el asesinato de 5 policías egipcios por parte de militares israelíes quienes perpetraron el crimen  al perseguir a supuesto responsables de atentados contra Israel, en territorio egipcio en frontera  del Sinaí. Estas manifestaciones  que se suscitan desde el viernes  07 de septiembre, presenta hoy como saldo tres fallecidos y más de 1000 heridos, sin que Israel haya asumido su responsabilidad en los acontecimientos.       

Por otro lado el pueblo estadounidense, por identificación con el género humano, ya debería manifestarse contra las agresiones y atropellos que perpetra el gobierno estadounidense a diestra y siniestra en todo el mundo. Es una afrenta contra el pueblo estadounidense, en la que incurre su gobierno, al someter a ese digno pueblo a la  vergüenza de la complicidad en masacres, robos  y depredación, que ejecuta en el orbe contra el genero humano, en nombre de una sarta de injerencias, motivadas por una supuesta libertad y, un no menos inexistente terrorismo, que en realidad es perpetrado por el mismo gobierno Yanqui, como pretexto, para declarar guerras depredadoras.

No es posible, que un gobierno prepotente, como el estadounidense o el gobierno israelí, agreda otros países  sin ningún escrúpulo, asesine nacionales de esos países impunemente  y, luego se nieguen a dar disculpas o asumir su responsabilidad  por los crímenes perpetrados. Estas disculpas que el primer ministro Netanyahu, se niega  a presentar ante el gobierno egipcio es una muestra de la impunidad con la que el gobierno estadounidense y el gobierno israelí, depredan con la absoluta libertad, que es garantizada y aceptada por Naciones Unidas y su celebre por sumiso Consejo de Seguridad de las naciones unidas.

Aun cuando hasta ahora en el concierto de declaraciones tanto el gobierno egipcio y el gobierno israelí, se lanzan mutuamente unas sospechosas flores. Parece que un gobierno –israelí- esta dolido y sorprendido por el ataque a su embajada, por los manifestantes, y por otro lado el otro gobierno –egipcio- esta apenado, y amenaza a los manifestantes con aplicarle sanciones ejemplares.

Lo que si es un hecho auténticamente justo, como es el derecho de reclamar, que ejerce el pueblo egipcio, es lo que debe llamar  a la reflexión a los gobiernos agresores objeto de este artículo. Puesto que la soberanía la ejercen los pueblos, en consecuencia las acciones irresponsables de gobiernos divorciados del mandato recibido del pueblo, deben ser  repudiadas por los nacionales de esas naciones.

También el gobierno Turco ha roto relaciones militares con el gobierno israelí, además expulso al embajador judío. El gobierno turco condicionó la continuación de los vínculos militares y comerciales con Israel, a la disculpa que debía dar el gobierno de Israel por  la redada contra la flotilla de la libertad. Hecho este perpetrado por las autoridades israelíes, al abordar ilegalmente en mares internacionales a la flotilla que se dirigía a  Gaza en Palestina para  entregar ayuda humanitaria al pueblo palestino,  quienes se  encuentran sitiados, secuestrados y humillados por el asesino gobierno israelí. Entre los asesinados por las autoridades israelíes en la acción ilegal de abordaje se encuentran ocho ciudadanos turcos  y un ciudadano turco-estadounidense.

Aunque el pueblo turco no ha realizado ninguna manifestación de rechazo en las calles; en Egipto, si, se han suscitado estas manifestaciones con fuerza, coraje, gallardía y mucha indignación, ello debe mover al gobierno egipcio a actuar más firmemente, porque el pueblo, -quien detenta el poder y la soberanía- está molesto y, exige que se le respete. Los pueblos del mundo afectados por la complicidad de la ONU, en los atropellos del imperio y sus socios, debe manifestarse a diario o cada  vez que los sátrapas agresores, infrinjan las normas del buen convivir, me parece lo más justo y el mejor  disuasivo contra los monopolizadores de la agresión y la violencia. Todos los indignados del mundo son revolucionarios, todos ellos están motivados por la revolución bolivariana, y todos unidos, podemos derrotar al imperio, pero no debemos subestimarlo. Porque ya lo dijo el presidente MAO TSE TUNG. Palabras más, palabras menos: “El pueblo, cansados de opresión somos muchos, todos en masa somos la cortina de hierro y sí todos pateamos al mismo tiempo, los hegemónicos y poderosos temblaran, y serán derrotados, y podremos aniquilar, toda contrarrevolución”. Pero debemos apoderarnos de esa actitud.

¡¡VENEZUELA SE RESPETA!!!!

¡¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!!!!!

¡¡PALANTE COMANDANTE!!!!!


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William Castillo Pérez


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