"El imperialismo desea que la nación salvadoreña sea la Nación Salvadoreña S.A., Made in USA. Digan que somos lo que somos: un pueblo doloroso, un pueblo analfabeto, desnutrido y sin embargo fuerte, porque otro pueblo ya se habría muerto...".
Roque Dalton.
No pude hoy dedicar esta columna al teatro sino a un suceso reciente que debe reclamar la atención de todo aquel que se interese por el acaecer cultural de Nuestra América. El pasado 9 de enero, un juez en El Salvador decretó el sobreseimiento de la causa introducida por el asesinato, en 1975, del poeta Roque Dalton (n. 1943), el hombre de letras más universal que ha dado esta república centroamericana. La responsabilidad de su muerte, producto de las mezquindades políticas internas en la organización guerrillera Ejército Revolucionario del Pueblo del cual era militante, se le atribuye principalmente a dos indiciados: Joaquín Villalobos -ahora connotado asesor de presidentes derechistas- y Jorge Meléndez, alto funcionario del gobierno salvadoreño actual. Ambos han dado declaraciones públicas en las que admiten su responsabilidad en el infausto hecho.
No tenemos que reivindicar la memoria del poeta, quien con su vida y sus líneas, siempre irreverentes, superó las infamias que lo llevaron a la muerte, acusado de traidor y agente de la CIA. Vaya In Memorian, una de sus joyas líricas:
MISCELÁNEAS
Ironizar sobre el socialismo
parece ser aquí un buen digestivo,
pero te juro que en mi país
primero hay que conseguirse la cena.
Para mí, el socialismo es aún una etapa burguesa
en la historia marxista de la humanidad. Y lo digo
precisamente en una mañana en que me reconozco
lúcido, cuando hace casi una semana que no pruebo
una gota de alcohol.
El imperialismo desea que la nación salvadoreña sea la Nación Salvadoreña S.A., Made in USA.
Digan que somos lo que somos: un pueblo doloroso, un
pueblo analfabeto, desnutrido y sin embargo fuerte, porque
otro pueblo ya se habría muerto...
os5555@hotmail.com