No entendemos que buscamos las naciones Martianas y Bolivarianas en una comparsa donde un estado forajido impone su voluntad sobre la razón y la dignidad de la mayoría de los miembros del foro. El único que como país debe ser proscrito de esa cumbre es precisamente USA, porque no representa nuestros intereses, porque no comparte con nosotros nada, porque incluso somos diferentes hasta en el modo de andar. ¿Entonces quien es el auténtico americano, Cuba que es nuestra patria por igual, o esa extraña amenaza?.
Por eso con todo respeto, no entendemos que busca nuestra patria Martiana y Bolivariana, en esa cumbre hecha a la medida de Estados Unidos de Norteamerica y de su operador político en el Continente Juan Manuel Santos, quien está quedando ante el imperio como el buen chico, que hizo la plana. Que calmó los ánimos por el veto imperial contra Cuba y metió a las cabras al corral, mientras nosotros hacemos el papel del “Chivo manso” de nuestro recordado y querido Panita Alí Primera. De hecho apenas regresó de la Habana, salió en los diferentes medios de difusión del mundo, ufanándose de que había parado el boicot contra la cumbre, que había apagado el fuego que amenazaba la pradera, porque había convencido al Comandante Raúl Castro, que era imposible invitarlo, cuando la realidad es que Cuba, no necesita de esa cosa que llaman OEA, ya bien lo dejó sentado en su canto popular el inmortal Carlos Puebla, cuando en la oportunidad que en Punta del Este se consumó el zarpazo, contra la heroica isla, la musa del cantautor de la revolución produjo una canción, que entre otras cosas rezaba: “Pa la lecha que da la vaca que se la tome el ternero”. Y así ha sido a lo largo de 50 años de resistencia revolucionaria.
Felicitamos al Presidente de Ecuador Rafael Correa, por su consecuente posición, de no concurrir a esa “Chicha con limonada” montada por el ejecutor del macabro plan imperial, que culminó con la matanza de Sucumbíos. No hay que olvidar ese episodio de agresión a esa nación hermana y el asesinato de inocentes y desarmados estudiantes, que no estaban en plan beligerante sino en un trabajo de investigación. Las víctimas de ese cobarde asesinato reclaman justicia a sus hermanos latinoamericanos.
La presencia de nuestros gobiernos en ese sainete, aún cuando se vaya con la intención de cantarle verdades en la cara al relacionista del Complejo militar, industrial y comunicacional, que pretende imponer su yugo militar al mundo, no nos exime de la vergüenza de avalar la ofensa a la patria de José Martí, y nos hace cómplices, de quien no se resigna a perder su condición de amo y de considerarnos su patio trasero.
La posición justa tuvo que ser solidaridad con Ecuador y su presidente y no participar en esa cita, para de esa manera acabar de una vez por todas con esa estructura que USA, considera como su Corporación de administración de colonias y darle la fuerza que requiere y se merece la UNASUR, ALBA y la CELAC, como respuesta digna, valiente y soberana del Continente Suramericano, con fuerza y valor latino a quien pretende en pleno siglo XXI, seguir tutelando nuestras decisiones con una abierta intervención en nuestros asuntos internos.
El señor Barack Hussein Obama, ya se burló a sus anchas en Trinidad, de quienes le sirvieron de comité de focas en esa oportunidad. ¿Vamos nuevamente a servirle la mesa, para que coma, beba y nos deje con el postre en la mano? Sinceramente, con el respeto que nos merecen quienes decidieron hacer acto de presencia en ese encuentro, debemos decirles que respetamos, pero no compartimos su conducta, por la sencilla razón que no entendemos que buscamos en la cumbre de las américas.
(*)Periodista