Se ha dicho mucho acerca de la Guerra de Cuarta Generación (G4G) (4GWpor sus siglas en inglés). La identificación que se está haciendo de esta guerra con la Guerra Mediática, control del cerebro, acciones de guerra psicológica, y un sin número de concepciones donde se sustituye la guerra con todas sus consecuencias de destrucción y muerte que ella acarrea, por guerra donde los medios de comunicación parece ser la única arma que utiliza el imperialismo para el dominio de los pueblos.
En el caso de Manuel Freitas en el artículo publicado por Aporrea (http://www.aporrea.org/actualidad/a20540.html ) señala lo siguiente:
“El desarrollo tecnológico e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convertirán a la Guerra Psicológica Mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW, en su varíate ‘contraterrorista’.”
“Las operaciones con unidades militares son sustituidas por operaciones con unidades mediáticas, y la acción psicológica con el "terror" sustituye a las armas en el teatro de la confrontación.”
“Los blancos
ya no son físicos (como en el orden militar tradicional) sino psicológicos
y sociales. El objetivo ya no apunta a la destrucción de elementos
materiales (bases militares, soldados, infraestructuras civiles, etc),
sino al control del cerebro humano.”
“Las grandes unidades militares (barcos, aviones, tanques, submarinos,
etc) son sustituidas por un gran aparato mediático compuesto por las
grandes redacciones y estudios de radio y televisión.”
Esta sustitución de las armas de guerra por las operaciones psicológicas y las unidades mediáticas son una sustitución arbitraria de lo que los creadores del marco conceptual de la G4G, escribieron, desarrollaron y están incorporando a sus manuales de guerras de agresión a los pueblos y ya lo están poniendo en práctica.
Cuando tratamos la Guerra de Cuarta Generación (G4G), lo tenemos que hacer desde la perspectiva, de los analistas y académicos de los ejércitos imperialistas. Esto nos permite entender la manera en la cual los militares gringos intentan incorporar en sus propios manuales las técnicas de la guerra de guerrilla que llevan a cabo los patriotas Iraquíes y Afganos contra el ejército invasor, para aplicarlas en las nuevas guerras de agresión imperialistas.
La experiencia de la derrota de Vietnam, por ejemplo, les permitió generar los manuales de contra insurgencia (COIN) para desarrollar la lucha contra la insurgencia de los pueblos que deciden emprender la forma superior de la lucha de clases, la lucha armada, contra el Estado Burgués opresor y capitalista representados en gobiernos, que con sus vínculos con el imperialismo, han despojado a su propio pueblo de las riquezas naturales y las ha puesto al servicio de las transnacionales imperialistas.
Para los imperialistas, la decisión de lucha en pos de la independencia y liberación de los pueblos, ha provocado la intervención directa e indirecta por parte de los gobiernos imperialistas, siendo derrotados en muchos de los casos.
En la actualidad los pueblos del mundo libran abiertamente una batalla antiimperialista, en todos los países del sur.
Las formas de lucha de resistencia de los pueblos han transitado, según sus manuales, desde la forma clásica maoísta de la guerra larga y prolongada, hasta la guerra que ellos llaman de Cuarta Generación, que es la guerra de los ejércitos de los estados contra “oponentes no estatales,” cuyas características actuales han transitado desde la guerra de Vietnam a la G4G (Boletín 16).
El manual FMFM 3-24 (COIN) de contrainsurgencia no aborda adecuadamente la insurgencia desde la perspectiva de la G4G, así lo señala el manual FMFM 3-25, en su crítica a la concepción de los manuales oficiales de la Infantería de Marina.
“La “doctrina” de los manuales de ‘contrainsurgencia’ del ejército de los EEUU "...definen la insurgencia como un movimiento organizado encaminados a derrocar un Gobierno constituido, mediante el uso de subversión y conflictos (Manual JP-02).” “En pocas palabras, - sigue diciendo el Manual FMFM 3-25 en su crítica - una insurgencia es una lucha político-militar organizada y prolongada, diseñada para debilitar el control y la legitimidad de un gobierno establecido, aumentando el control insurgente, ocupando el poder, u otra autoridad política. Esta definición de insurgencia es lineal. Describe un conflicto con sólo dos lados, ambos están enfocados a obtener o mantener el poder político. Esta definición funciona muy bien en la revolución de Mao Ze Dong en China e incluso en las experiencias de los Estados Unidos y de Francia en Vietnam, pero falla al definir los innumerables factores en juego durante los conflictos de cuarta generación.”
El FMFM 3-24 caracteriza linealmente un conflicto interno al indicar, "que el principal objetivo de la lucha armada en una guerra interna es movilizar al pueblo por el control político y la legitimidad."
Según Le Duan, secretario General Partido Comunista de Vietnam durante la guerra, la derrota infringida por el pueblo de Vietnam al ejército imperialista norteamericano, fue producto de:
1) la guerra de todo el pueblo, el cual conduce un combate total, prolongado, apoyándose en lo esencial en sus propias fuerzas.
2) La guerra del pueblo combina las inmensas fuerzas políticas de las masas populares con las fuerzas armadas, sirviendo aquellas como base para crear y desarrollar las fuerzas armadas populares y hace de la construcción de las tres categorías (componentes) de las fuerzas armadas la armazón de la lucha de todo el pueblo.
3) Basándose en la lucha armada como forma esencial de lucha, la guerra del pueblo la combina en una cierta medida con la lucha política en la retaguardia del enemigo sin menospreciar tampoco la lucha en el plano económico.
4) De este modo nosotros hemos podido aprovechar al máximo, la absoluta superioridad de nuestro pueblo en el plano moral y político y obtener beneficio de los factores favorables inherentes a la nueva época.
En el caso de Vietnam, hubo una lucha por la independencia conducida por Ho Chi Minh y el Vietminh y después de conseguir la independencia expulsando a los franceses, se produce la revolución socialista también conducida por Ho Chi Minh, el Frente de Liberación Nacional y el Partido Comunista de Vietnam (Liga para la independencia de Vietnam).
Mientras que la “insurgencia” de cuarta generación, es la guerra contra un estado constituido, es una forma de guerra que pretende vaciar, destruir o sustituir un Estado, así la denomina el manual FMFM 3-25:
“Un Estado es la única entidad legítima responsable de la seguridad y el orden en una sociedad. También es el único proveedor de soberanía sobre un territorio dentro de la cual su jurisdicción es exclusiva y omnicomprensiva.”
“La insurgencias de Cuarta generación tiene muchas causas posibles por qué luchar y muchos objetivos. Los objetivos de algunos insurgentes son amplios y públicos, mientras que otros son sutiles y difíciles de discernir. Sin embargo, todos son igualmente destructivos para los cimientos del Estado moderno. En consecuencia, el objetivo de la contrainsurgencia es facilitar la introducción de condiciones necesarias para el restablecimiento del Estado.”
“Las insurgencias más conocidas del siglo 20 fueron dirigidas principalmente a la creación de un nuevo Gobierno. Supone, en consecuencia, la existencia previa de un Estado.”
“Mao Ze Dong articuló muchas tácticas utilizadas en siglo 20, en su teoría de la guerra prolongada. Afirmó que las insurgencias trabajaban en 3 fases: 1) establecer una base ideológica y política; 2) llevar a cabo una guerra irregular contra el Gobierno y 3) finalmente derrocar al Gobierno en una guerra convencional.”
“El Gobierno a menudo concentró sus esfuerzos en las zonas urbanas, dando gran libertad de movimiento a los insurgentes; ignorando a las minorías y no proveyendo seguridad y servicios a la población.”
La experiencia de la derrota sufrida en Vietnam los obligó a considerar esta experiencia y desarrollaron los manuales de contrainsurgencia (COIN) para aplicarlos en la injerencia en los Estados neo coloniales y pro imperialistas que libran una lucha contra los ejércitos de los países pro imperialista, dentro del contexto de la Guerra Fría como el caso colombiano en América latina.
En la actualidad los analistas militares y oficiales que escribieron el FMFM 3-25 han caracterizado las guerras que libran actualmente los pueblos como no lineales, “...como una confluencia de personas, organizaciones y grupos con diferentes objetivos y metas. Estas metas y objetivos podrían incluir poder local, monopolio religioso, dinero y muchos otros objetivos ajenos a la obtención de poder nacional. Algunos grupos luchan por el control del Gobierno, o, a veces, sólo para luchar. El conflicto de cuarta generación es creado por la desintegración de un Estado. El esfuerzo de la contrainsurgencia, en el viejo paradigma, que era restaurar el Gobierno, ya no es la principal preocupación. La preocupación de la contrainsurgencia actual, se convierte en la restauración o creación de su propio Estado. Un gobierno sin un Estado es una construcción inestable que no sobrevivirá pasado el liderazgo actual...La insurgencia de cuarta generación es una forma de guerra que pretende vaciar, destruir o sustituir un Estado.”
Repetimos, “…Un Estado es la única entidad legítima responsable de la seguridad y el orden en una sociedad. También es el único proveedor de soberanía sobre un territorio dentro de la cual su jurisdicción es exclusivo y omnicomprensiva. La Insurgencia de Cuarta Generación tiene muchos posibles objetivos. Algunas causas de la insurgencia son amplias y públicas, mientras que otras son sutiles y difíciles de discernir. Sin embargo, todas son igualmente destructivas para los cimientos del Estado moderno. El objetivo de la contrainsurgente es facilitar la introducción de condiciones necesarias para el restablecimiento del Estado.”
La desintegración del Estado, entonces, como origen de una G4G, es un proceso generado por la política del imperialismo norteamericano en la necesidad de mantener su hegemonía en el ámbito global. Lo estamos viendo en Libia en la actualidad. La destrucción del Estado, de la infraestructura de la nación y el asesinato de su líder, sumió a su sociedad en un fraccionamiento progresivo de diferentes grupos que luchan por el control de áreas y ciudades, sin poder por lo pronto, reorganizar una lucha por la expulsión de los invasores del suelo libio y recuperar la soberanía sobre sus recursos energéticos y acuíferos. Aquí comenzó la guerra de cuarta generación según la definición del FMFM 3-25.
El proceso que se desarrolla en la actualidad en Méjico corresponde a la fase de desintegración del Estado mejicano, utilizando el narcotráfico como estrategia central para penetrar y controlar los yacimientos petrolíferos de ese país, consolidando el control de Centroamérica, que ya se encuentra bajo la tutela directa del Comando Sur, con la flota que posicionaron en Costa Rica y con el establecimiento de nuevas bases militares para luchar contra el narcotráfico en Honduras, utilizando las tácticas aprendidas en Irak y Afganistán, como lo señala el New York Times.
“En la Base de Operaciones Mocorón, en Honduras el ejército de Estados Unidos ha llevado las lecciones de la última década del conflicto de Iraq y Afganistán a la guerra contra las drogas que se libra contra la nación Miskito, la construcción de este campamento, de esta base remota sin mucha publicidad, fue con el apoyo del gobierno de Honduras.”
Estas bases construidas en Honduras tienen las mismas características de las de las construidas en Afganistán e Iraq. Según el NYT fueron construidas basándose “...en las duras lecciones aprendidas en una década de contrainsurgencia en Afganistán e Irak, donde las tropas se movieron de las bases gigantes a puestos dispersos en las zonas remotas y hostiles para que puedan enfrentar a los insurgentes…. a las tropas le dieron una casa pequeña y segura en el propio terreno de los insurgentes, y además construyeron cómodas barracas. Equipados con tanques gigantes de 4.500 galones de combustible para helicópteros. Paneles solares. Cada sitio es compatible para rotar 55 personas cada dos semanas, a un tiempo de entre 30 a 45 minutos de vuelo de la mayoría de todos los puntos de contrabando.”
Estas informaciones nos muestran como están aplicando la experiencia adquirida en Iraq y Afganistán, en las Guerras que enfrentan en América latina.
Los Niveles de la Guerra de Cuarta Generación
En la teoría de la guerra convencional existen tres niveles nivel Estratégico, nivel operacional y nivel táctico. Para los militares imperialistas la G4G tiene también tres niveles, veamos como ellos lo exponen.
“Los tres niveles clásicos de guerra -- estratégico, operacional y táctico -- siguen existiendo en la guerra de cuarta generación. Pero los tres son afectados y en cierta medida, cambiaron en la guerra cuarta generación. Un cambio importante es que en las tres primeras generaciones de la guerra, la estrategia fue exclusiva de los generales, la cuarta generación nos genera el "cabo estratégico". Especialmente cuando están rodando las cámaras de vídeo, un Marine alistado, un recluta podrá tomar una acción que tiene efecto estratégico.”
Para ellos, si las imágenes tomadas de una atrocidad de las que están acostumbrados a cometer los soldados cuando invaden, es exhibido en los medios, la acción del cabo tiene repercusiones en la estrategia debido a que la opinión pública mundial se vuelve en contra de la guerra, en consecuencia esa acción dirigida por ese cabo, la atrocidad, tiene impacto en la estrategia. Ese es el Cabo Estratégico.
“Vamos a la guerra de cuarta generación con los tres niveles clásicos de guerra, estos son transversalizados por los tres nuevos niveles que pueden ser más importantes. El Coronel John Boyd había identificado estos tres nuevos niveles como el físico, el mental y el moral. Además, sostuvo que el nivel físico—la muerte de personas y la destrucción de la infraestructura del país -- es menos potente; el nivel moral es el más poderoso y el nivel mental se encuentra entre los otros dos, el físico y el moral.”
El Coronel John Boyd argumenta que esto es especialmente cierto en la guerrilla, que está más estrechamente relacionada a la guerra de cuarta generación que a la guerra formal entre los ejércitos de dos o más Estados...Esto nos lleva al dilema central de la guerra de cuarta generación: lo que funciona en el nivel físico (y a veces en el mental) a menudo trabaja contra el ejército que lo produce en el plano moral. Por lo tanto, resulta muy fácil en un conflicto de cuarta generación, ganar todas las confrontaciones tácticas, y perder la guerra. Al grado de que se gana en el nivel físico vertiendo todo la potencia de fuego que provocan víctimas y daños a la población local, cada victoria física puede moverse hacia la derrota moral. Y el nivel moral es decisivo.”
“El ejército de Estados Unidos llevó a cabo numerosas incursiones en hogares civiles en las zonas que ocupaba. En estos ataques, las tropas dominaban físicamente a los civiles. Mentalmente, los aterrorizaba. Pero en el plano moral, irrumpir en casas privadas en medio de la noche, aterrorizando a las mujeres y los niños y a veces humillando públicamente (como por ejemplo, pisar sus cabezas) trabajan poderosamente contra los estadounidenses. Una población enfurecida respondió proporcionando a la resistencia iraquí, más apoyo en todos los niveles de la guerra.”
Estas conclusiones de este seminario que fueron recogidas en el Manual FMFM 1A, y luego en el FMFM 3-25, nos muestra:
en primer lugar, la persistencia de la aplicación de la guerra de agresión para lograr el control de los gobiernos y sus estados, con su población y su territorio, y con todo lo que hay en el subsuelo.
En segundo lugar, el uso de los términos: subversión, bandas de narcotraficantes, terroristas y delincuencia internacional clasificadas dentro del estatus de “Amenazas no tradicionales a la Paz y la Seguridad Internacional,” hace de estos conflictos nacionales internos, materia del Consejo de Seguridad, en consecuencia, son objetos de intervenciones bajo la bandera de las Naciones Unidas, transformándola en instrumento de la política exterior de los imperialistas.
En tercer lugar, la Guerra de Cuarta Generación, que según ellos tiene su origen el la desintegración del Estado, opera como elemento que encubre las verdaderas razones. Méjico y Colombia, son víctimas del negocio de las drogas, que es utilizado por el gobierno imperialista de los EEUU, para intervenir en esos países y lograr su dominio. Son los imperialistas yanquis los que están desintegrando el Estado mejicano e implantándoles una G4G para luego decir que el gobierno mejicano amenaza la paz y seguridad en su frontera sur y justificar cualquier tipo de intervención.
Según cubadebate: “En los últimos seis años, ocurrieron en México más de 47,000 asesinatos relacionados con el tráfico de drogas. De 2,119 en 2006 aumentaron a cerca de 17,000 en 2011. En 2008, el Departamento de Justicia norteamericano advirtió que las DTOs (Organizaciones de Tráfico de Drogas), vinculadas a cárteles mexicanos, se encontraban activas en todas las regiones de Estados Unidos. En la Florida actúan mafias asociadas con el cártel del Golfo, los Zetas y la Federación de Sinaloa. Miami es uno de los principales centros de recepción y distribución de la droga. Además de los mencionados, otros cárteles, como el de Juárez y el de Tijuana, operan EEUU.” http://www.cubadebate.cu/especiales/2012/06/01/narcotrafico-instrumento-de-dominio-imperial/
En los casos de Asia Central, Iraq y Afganistán la política de agresión imperialista se basó en las mentiras mediáticas. En el primero, las armas de destrucción masiva, y en el segundo, el Atentado a las Torres Gemelas, que fue estimulado y ejecutado por los organismos de seguridad del Estado Corporativo Imperialista de los EEUU.
Estas informaciones nos muestran el carácter de la agresión norteamericana en nuestros países. No. La G4G no consiste en el control del cerebro como afirman algunos analistas que han tratado el tema. No. Se trata de una guerra. De una guerra utilizando todas las formas de lucha de clases. La lucha ideológica, la lucha económica, y la lucha armada como forma fundamental de agresión. Lo que vimos en Libia y lo que actualmente pasa en Siria es la simulación de una guerra popular contra el gobierno sirio. Utilizan las tácticas que aprendieron de los pueblos iraquíes y afganos.
La G4G no es “...una guerra sin tanques ni fusiles, donde Ud., es a la vez, la víctima y el victimario.
Donde “Las grandes unidades militares (barcos, aviones, tanques, submarinos) son sustituidas por un gran aparato mediático compuesto por las grandes redacciones y estudios de radio y televisión, apoyados por expertos en comunicación y psicología de masas. (…) Los titulares y las imágenes son los misiles de última generación que las grandes cadenas mediáticas disparan con demoledora precisión sobre su cerebro, convertido en teatro de operaciones de la Guerra de Cuarta Generación.”
(http://www.aporrea.org/actualidad/a137551.html)
Este artículo, y el de Manuel Freitas son una verdadera ingenuidad. No creamos que ahora se trate de que el teatro de operaciones de G4G es el Cerebro. No. No nos engañemos, la G4G es una guerra con armas de fuego y misiles de verdad. No. Los titulares e imágenes no son ningunos misiles de última generación que las grandes cadenas mediáticas disparan con demoledora precisión sobre su cerebro. Sobre su cerebro disparan balas de acero y esquirlas de granadas en los bombardeos “humanitarios”, de los ejércitos imperialistas.
La G4G es el resultado de la destrucción que ejecutan los ejércitos imperialistas, de los estados y los pueblos a los cuales despojan de sus riquezas materiales y espirituales como en el caso de Iraq, que saquearon todas las obras de artes de una región que fue cuna de la civilización occidental.
Además, el uso de armas con uranio empobrecido, ha destruido el material genético de parte de esas poblaciones. Como hemos visto en esos manuales, la sistematización de la experiencia de las formas de resistencia de nuestros pueblos, la están transformando en una nueva forma de agresión a los gobiernos que se rebelan al dominio imperialista, o se oponen a su política exterior y reafirmen su soberanía sobre sus recursos naturales, en especial, los recursos energéticos.
El imperialismo es destrucción y muerte de los pueblos explotados del mundo.