Preocupa a la comunidad de inteligencia en Estados Unidos

Perspectivas de un retorno popular en Honduras

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

Estrategic Culture Foundation

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Un amigo mío, periodista mexicano que a menudo critica a Estados Unidos por sus desmedidas ambiciones en América Latina, recientemente compartió conmigo un listado del personal de la embajada norteamericana en Honduras. Muchos de los nombres estaban marcados identificando a los miembros de la comunidad de inteligencia norteamericana o aquellos que trabajan para el Pentágono. En palabras de mi amigo, los norteamericanos se ven hoy en día sumamente activos en Honduras, incluso en comparación con los años 80 cuando Washington utilizaba a este país como una cabecera de puente en una amplia campaña anti-guerrillera. Por el momento, los objetivos de Estados Unidos no son muy disimulados, los populistas están recuperando influencia en Honduras, el presidente derrocado, Manuel Zelaya, está claramente preparando su retorno y el golpe de respuesta del Imperio es solo cuestión de cuándo y dónde.

Las elecciones en Honduras están programadas para el último domingo de noviembre del 2013. El partido de centro-izquierda Libertad y Refundación Libre fue la primera organización política en Honduras en anunciar quien lo representaría en los próximos comicios: Xiomara Castro de Zelaya, la esposa del ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, quien fue depuesto en un golpe de estado preparado por la CIA, el Departamento de Inteligencia para la Defensa de Estados Unidos y la derecha local. Ella asumió el principal puesto en la resistencia contra la creciente ocupación norteamericana del país. Esta resistencia, totalmente pacífica, plantea una competencia honesta y ofrece un saludable programa reformista. Los populistas de Honduras están resueltos a retomar el poder y a poner en práctica su plan para una transformación socialista en beneficio de las mayorías.

Dirigiéndose a sus seguidores el primero de julio pasado, Xiomara Zelaya dejó en claro que la meta de su partido será de la de quebrar el actual, brutal y opresivo sistema y que la izquierda no se inclinaría ante ningún poder ni tolerará la violencia contra ella. Puso énfasis en el hecho que la resistencia se ha hecho global ya que los pueblos en todo el mundo luchan contra el militarismo, el caos y los golpes de estado y por lo tanto los hondureños no están solos en la actual lucha. Al explicar por qué ella cree que se necesita un cambio de régimen en Honduras, Xiomara Zelaya fustigó al gobierno de P. Lobo por el aumento sin precedentes en los niveles de violencia motivada por razones políticas, la pobreza y el hambre. Los problemas en el país se multiplican y no se contemplan soluciones a la vista. El gobernante Partido Nacional, apoya incondicionalmente la doctrina neoliberal, ayuda a los grupos oligárquicos a fortalecer sus posiciones dentro del aparato del estado y pone obstáculos en la vía de las reformas sociales lanzadas por Manuel Zelaya. Xiomara Zelaya culpó a los partidos de derecha respaldados por Estados Unidos por el creciente subdesarrollo de Honduras, los miserables niveles de vida soportados por la mayoría de la población y la venta de los recursos nacionales del país.

Al explicar la agenda del partido Libre, Xiomara Zelaya citó el programa levantado por su esposo el cual contempla el llamado a una asamblea constituyente, la eliminación del modelo económico neoliberal, declarar ilegítimo el conjunto de actos legislativos sancionados por el nuevo paramento de Honduras para entregar los recursos naturales del país a corporaciones transnacionales, terminar con los métodos militaristas en la lucha contra los carteles de la droga, revincularse con los regímenes populistas de América Latina y el reingreso al ALBA. Xiomara Zelaya y sus seguidores están por la integración de América Latina y se comprometió a hacerse inmune a la política del látigo y la zanahoria de Washington. Ya resulta obvio que si Xiomara Zelaya gana la carrera electoral, los logros antipopulares de Washington en Honduras serán totalmente revertidos. Washington está plenamente consciente respecto de esta posibilidad y está tomando las medidas correspondientes, dando prioridad a aquellos escenarios donde prevalece el uso de la violencia.

Los golpistas iniciaron el asesinato selectivo de los seguidores de Manuel Zelaya luego de su derrocamiento y desde ese momento el terror político en Honduras ha alcanzado amplias proporciones. Según Xiomara Zelaya, se informó que en Honduras hay más de 86 asesinatos por cada cien mil habitantes, cuatro veces el promedio latinoamericano durante el año 2011. Algo menos de 13 mil casos, es decir, 20 asesinatos diarios se perpetraron durante el gobierno del Partido Nacional. El periodismo en Honduras pareciera estar relacionado con los mayores riesgos ocupacionales, considerando que la tasa de muertes entre el personal de los medios ha llegado a 24. La lucha por la tierra en el distrito Bajo Aguán ya ha costado la vida de 50 activistas quienes exigían que las tierras cultivables sean entregadas a los campesinos. Ninguna investigación se abrió con relación a este problema. El país gobernado por los golpistas se halla cuesta abajo con su sistema administrativo estancado resultando una extensísima ola de violaciones de los derechos humanos. Este año la situación se ha deteriorado visiblemente mientras el terror está en su apogeo y resulta obvio que se está materializando un sanguinario plan para eliminar el movimiento de resistencia en Honduras.

Los grandes terratenientes, de manera ilícita, mantienen ejércitos privados que ellos lanzan contra los campesinos cuando estos toman sus propiedades. Por ejemplo, el caso de Miguel Facusse, productor de biodiesel que se exporta a Estados Unidos, se sabe que practica este tipo de terrorismo. No es ningún secreto para la embajada norteamericana en Honduras que Facusse distribuye cocaína colombiana en la costa este de Estados Unidos y tiene evidencias de sobra que comprometen al potentado, pero este patrocinó una conspiración contra Zelaya y envió a sus matones como contribución a la acción y hasta ahora puede sentirse seguro.

La embajada norteamericana mueve los hilos de casi todo el aparato del estado en Honduras. Disfruta de una influencia ilimitada sobre el gobierno nacional, el parlamento, el ejército, la policía y los medios de comunicación. La oligarquía dominante en Honduras y sus patrones norteamericanos coexisten dentro de una casi perfecta armonía y no tienen ninguna dificultad en llegar a acuerdos cuando surgen diferencias ya que la oposición al régimen popular supera cualquier otro aspecto.

En su mayor parte, el personal de la embajada norteamericana responsable de la operación que culminó con la deportación de Manuel Zelaya, ya no trabaja en Honduras. El cambio de personal de un lugar a otro luego de dos o tres años de servicio, permite evitar las violaciones a la seguridad. En cuanto a los períodos cortos de tiempo, esto no permite que el medio corrupto confraternice con sus intereses privados. Lisa Kubiske, es una funcionaria con una carrera que permanentemente combina el empleo entre el Departamento de Estado y la CIA. Actualmente es embajadora de Estados Unidos en Honduras. Durante un tiempo sus intereses giraron en torno a China ya que ella espiaba en Shanghai y en Hong Kong y posteriormente se mudó para América Latina. Antes de aterrizar en Honduras, solía ser asesora de la embajada norteamericana en Brasil, manejando el problema Dilma Rousseff. De manera similar, en Tegucigalpa vigilará a otra mujer política, Xiomara Zelaya, quien por lo tanto tendrá que lidiar con una opositora experimentada.

El jugador número 2 en el equipo norteamericano, Mathias Mitman, anteriormente encabezó la sección económica de la embajada norteamericana en Moscú. Una de sus primeras misiones fue la de asesor del departamento científico de la embajada, lo cual significa espionaje tecnológico. El historial de Mitman abunda en vuelcos impresionantes: fue el segundo asesor político de la embajada norteamericana en Atenas (en otras palabras, asesor del Residente de la CIA) luego fue asesor principal en Bagdad. Posteriormente Mitman lidió con la Europa Oriental como asistente para la No Proliferación de Armas de Destrucción Masiva y como enviado de Estados Unidos en el equipo de la Sociedad Global. Alguien con semejante historial se esperaría que agarraría un alto cargo en los niveles superiores del Departamento de Estado o la CIA, sin embargo, Mitman se encuentra ubicado en la poco atractiva Tegucigalpa, lo cual da una buena idea que eso de derrotar a los populistas en Honduras figura en la lista de prioridades de Estados Unidos.

El Departamento de Estado, la CIA y el Departamento de Inteligencia para la Defensa de Estados Unidos no son las únicas entidades que destacan recursos humanos de alto nivel en Honduras. La USAID y los Cuerpos de Paz también están ahí y amplias oportunidades de empleo se han abierto para contratar gente con experiencia de combate o un historial de servicio en fuerzas especiales, militares colombianos y ex oficiales del ejército de Pinochet. Perros de la guerra que actualmente se están organizando a través de América Latina con el objeto de derrotar la recuperación popular de Honduras.

Sin duda alguna que el objetivo perseguido por la embajada norteamericana es asegurarse que Xiomara Zelaya no figure en la lista de candidatos cuando la carrera presidencial en el país llegue a la fase decisiva.


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Nil Nikandrov

Periodista y analista político escribiendo frecuentemente en la revista rusa internet Strategic Culture Foundation.

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