Ahora
salimos al ataque desde el ALBA a defender la posición que dignamente
asume el gobierno de Ecuador, cuando al nuestro le temblaron las piernas
para defender un perseguido político Las preguntas surgen para los que
no tenemos memoria de teflón ( ese material que garantiza las cosas no
se pegan) y claro la respuesta es simple .qué bueno que Becerra no se
asilo en nuestra Embajada en Londres y es que en los
considerandos estarían esas palabras geniales de algunos personeros de
nuestro gobierno donde acusan al director de una pequeña agencia de
noticias de "terrorista" ¿de qué no estaríamos acusando a Assange?
La posición de
nuestro gobierno en el caso Becerra fue un Fast Track de
la solución policial, La palabra calló nuevamente por disciplina, el
Habeas Corpus cayó en oídos sordos y a los que se atrevieron a denunciar
tamaña injusticia se les acusó, se les intimidó.
Los amigos muchos empleados públicos salieron a defender a frágil y flatulento comportamiento diplomático y político de
nuestro gobierno. Por aquí en mis correo sigo teniendo algunos
comentarios que van desde " no lleves agua al molino ajeno, no le hagas
el juego al enemigo, es una orden y se obedece" y por ese camino son
decenas y decenas, pero ninguna con alguna carga de razón, de humanidad,
de dignidad republicana.
Hoy
leo muchos de los que escribieron defendiendo la deportación de
Becerra, la prisión y secuestro de Julián Conrado y defendiendo la
valiente acción y posición del presidente Correa. Ante estos hechos
¿dónde queda nuestra credibilidad?.
La
realidad es que al gobierno de Ecuador le sobró la habilidad, el coraje
y la decisión para defender a un inocente a una víctima de los poderes y
del poder, Ecuador se atrevió a defender a un perseguido, no lo entregó
a las fauces del imperio y en ese punto está el detalle. En Venezuela
si el sujeto hubiera pedido asilo que pudo haber pasado,
lo acusaría nuestro gobierno de terrorista. Leo a nuestro canciller
exigiéndole a Gran Bretaña que "respete el derecho internacional" acaso
nuestra memoria es tan frágil con qué cara reclamamos el respeto, cuando
nosotros, nuestro gobierno entrégo esposado, injuriado y vejado al
periodista Becerra si dimos argumentos para su encierro , si lo
deportamos sin discutir, sin analizar, si le hicimos el juego sucio al
gobierno de Colombia.
Con
cuál cara podemos emitir la palabra respeto al derecho internacional,
defensa de un periodista si nosotros entregamos uno, lo acusamos y lo
entregamos a un gobierno que viola el derecho internacional, los
derechos humanos, invade naciones y amenaza a otras.
Ecuador
nos está dando una clase de dignidad republicana, una cátedra de
defensa de los principios éticos y morales que mantienen el tejido
social de una nación. Le confieso que me sentí muy bien cuando Correa le
otorgó el asilo al periodista Assange y claro nuestro antecedente era
triste, casi imagine a Assange esposado, encadenado, acusado y con
comentarios perversos en su contra emitidos desde algún ministerio. El
caso Becerra no es solo una mancha en nuestra historia diplomática, es
una sombra que todavía nos persigue.. Entregamos a un inocente a un
gobierno criminal. El gobierno de Ecuador nos esta dando una clase de lo
que la soberanía y esta vez con mayúsculas.
yurivalecillo@hotmail.com