Cuando miembros de la MUD presentan
a Chile como un ejemplo de democracia, de estabilidad económica y seguridad
social, nace desde mi perspectiva un sinfín de similitudes las cuales
he decidido dilucidar entre el modelo neoliberal chileno y el programa
de gobierno del candidato de oposición venezolana, Henrique Capriles
Radonski.
Chile sufre de muchas heridas,
la desigualdad social y económica existente solo es comparable con
países africanos, además de tener la educación universitaria más
cara del mundo, ¿es este el modelo que quiere Capriles Radonski para
Venezuela?
Al leer su programa de gobierno
se encuentra fácilmente la primera similitud, “un modelo de educación
competitivo”, quién mejor que el gobierno de Piñera para explicar
en estos momentos lo que es educación competitiva y de mercado, defendida
a ultranza por los herederos de la dictadura de Pinochet.
Algunos medios de comunicación no alineados han transmitido al mundo las constantes violaciones a los derechos humanos que han sufrido los estudiantes en marchas multitudinarias por exigir su derecho a una educación gratuita y de calidad, que valore la cooperación entre los pares y que respete las diferencias. Por esto es bueno preguntarse, ¿Venezuela necesita este modelo educacional neoliberal?
Otro punto interesante a destacar
es la creación de tres (3) millones de empleos por parte del candidato
Capriles. En tiempos de campaña, Sebastián Piñera prometió la creación
de un (1) millón de empleos terminado su gobierno, en lo cual avanza
positivamente, solo que la mayoría de estos empleos son remunerados
con el sueldo mínimo, uno de los más bajos según la OCDE, institución
a la cual Chile suscribe orgullosamente gracias a la burguesía concertacionista.
Venezuela actualmente goza
de tener el sueldo mínimo más alto de la región (477 dólares por
40 horas laborales semanales) mientras que Chile tiene un sueldo mínimo
de 401 dólares con 45 horas laborales semanales los cuales no garantizan
vida familiar, buena alimentación, viviendas y educación de calidad,
para que decir salud, solo él que puede pagar se salva. Por esto vuelvo
a preguntar ¿Venezuela necesita este modelo neoliberal chileno que
Capriles representa?
La libertad de expresión
“a la chilena” también es un tema de similitud. Capriles plantea
en su programa de gobierno la libertad de prensa como esencial para
la democracia, dejando al Estado sometido al criterio y conveniencia
de los dueños de estos medios de comunicación.
Para ejemplo una guinda. En Chile, Canal 13, ex - canal de la Pontificia Universidad Católica de Chile fue adquirido por el Grupo Luksic, dueño del Banco de Chile, Madeco, CCU y Sudamericana de Vapores entre otras que equivalen a una riqueza de aproximadamente 19.200 millones de dólares. Andrónico Luksic, heredero de la familia, financia el partido Demócrata Cristiano, un partido golpista y de pseudoderecha.
Para que mencionar a Agustín
Edwards, dueño del diario El Mercurio, quién fue cómplice del golpe
militar que derrocó al Gobierno Popular de Salvador Allende. Vuelvo
a preguntarme, ¿esta es la libertad de prensa que Venezuela necesita?
En líneas generales el parecido
que tiene Capriles Radonski con el presidente de Chile, Sebastián Piñera,
es notable y digno de ejemplificar con la frase del poeta chileno Vicente
Huidobro: “el adjetivo cuando no da vida, mata”, al escuchar sus
discursos son una decena de adjetivos que apuntan a una idea difusa
y verbos en participio que expresan de forma falaz y artificiosa su
plan demagógico para llevar a las oligarquías al poder.
Venezolanos, hermanos míos,
estas similitudes nos invitan a reflexionar y decidir quién es el progreso,
lo nuevo y verdadero. El 7 de Octubre será otro triunfo para la
Revolución. Por Chile, no se preocupen, “más temprano que tarde
se abrirán las grandes Alamedas por donde camine el hombre libre para
construir una sociedad mejor”.