Ya
el Presidente de Colombia Juan Manuel Santos ha anunciado, la hoja de
ruta de lo que se denomina “Acuerdo General para la Terminación del
Conflicto”, en su segunda fase, o fase de discusión, las cuales se
celebraran entre La Habana, Cuba y Oslo, Noruega, esta última en Europa;
entre su Gobierno y las guerrillas de las FARC.
Según
J.M Santos, este acurdo se sustenta en tres principios: 1.- Corregir
los errores del pasado, refiriéndose a los intentos de paz anteriores,
siendo el más emblemático, el del Caguán, en la Presidencia de Andrés
Pastrana. 2.- Que ponga fin al conflicto, no que lo prolongue. 3.- No
ceder ni un milímetro de territorio.
La
verdad es que por estos “principios” esbozado por Santos la frase
apropiada seria “mantener y repetir los errores del pasado”, pero esto
lo analizaremos abajo.
Fases del Proceso:
En
la información dada por Santos, el proceso tiene Tres (3) fases, que
sería su “hoja de ruta”, de las cuales ya la primera fase se cumplió y
duró año y medio, en La habana, Cuba, era la fase exploratoria. Ahora,
con el anuncio público pasamos a una segunda fase, que sería la fase de
las deliberaciones o conversaciones entre ambas partes, tales. Una vez
cumplida la etapa de las deliberaciones y llegado a un acuerdo, si es
que se llega a tal acuerdo, viene la tercera y última que sería la
implementación de lo acordado.
LA MEGALOMANIA DE SANTOS AL POR QUÈ DEL ACUERDO
Santos,
como buen capitalista, está acostumbrado a caerse a mentiras el mismo y
a los demás, y justifica este “acuerdo general para la terminación del
conflicto”, dizque por la fortaleza de Colombia internacionalmente, y
según el coloca a la economía Colombiana de tercero en el continente,
por arriba de Argentina, me imagino que estaría usando el índice
neoliberal y tecnocrático del PIB para medir su economía, en donde no se
contabiliza para nada el índice de desarrollo humano, no cuentan los
desempleados, tampoco los millones de desplazados y sindicalistas
asesinados, en donde en ambos rublos, Colombia tiene medalla de oro
mundial, nada halagadora ni olímpica por cierto, incluyendo a países
formalmente en guerra como Iraq, Afganistán, Libia y Siria, y a
los periodistas asesinados, solo superado por México; es decir, con
estos índices no califica ni siquiera como país democrático, esto sin
incluir la guerra interna y las leyes de excepción con gran cantidad de
presos políticos y de conciencia, falsamente acusados de terroristas.
El
otro justificativo, para el acuerdo sería, según su expresión, “la paz
por la paz”, porque su generación “no conoce la paz”, argumento este que
sería válido, aparte de ser loable, pero que esconde otros factores más
importantes como las aperturas de inversiones a capitales golondrinas
transnacionales, tanto en el agronegocio como en minería extractiva
depredadora, producto del TLC (Alquita) firmado con USA en las zonas
campesinas y selváticas, en donde operan las FARC, mayormente; estos
capitales de rapiña y depredadores del medio ambiente, con la presencia
de las FARC, no se atreven a ingresar en esas zonas selváticas; aparte
de otros factores, en donde el imperialismo lo obliga a buscar la paz,
como, a pesar de las cuantiosas inversiones del
Pentágono y los duros golpes, dados a las FARC, esta no solo sobrevive,
sino que tiene capacidad de subvertir y dañar; y el resurgimiento o
nuevo despertar de un movimiento social que pide más democracia, mas
participación y sobretodo paz.
No
se descarta aquí, que el imperialismo, ahora quiera trasladar la guerra
a la rica petrolera Venezuela, buscando apoderarse del primer
yacimiento del mundo “la faja del Orinoco”; en operaciones de corte
piratesco como las efectuadas en Libia y ahora en Siria, y ya no le
interese derrotar militarmente a las FARC; y estos procesos de paz sean
tácticas distractivas a las FARC, y al mismo pueblo Colombiano, para que
no acudan en solidaridad a su hermana Venezuela.
SANTOS SIGUE CON EL PREJUCIO DE NO ENFADAR AL SECTOR GUERRERISTA
Santos,
cuando dice que no repetirá los errores del pasado, por los principios
del plan, más bien parecería que se repiten y hasta amplían los errores
del pasado; veamos.
1.- No ceder ni un milímetro de territorio:
Indiscutiblemente,
aquí Santos, se está refiriendo a la experiencia frustrada del Caguán;
la cual no fue ni una mala idea ni tampoco una mala experiencia, hasta
que empezó el saboteo de las fuerzas guerreristas y de la violencia,
“los señores de la guerra” de la oligarquía Colombiana quienes no
quieren el fin del conflicto, por dos razones, por temor a perder sus
prebendas y privilegio, que solo se mantienen por medio la fuerza, y
segundo, porque viven de la guerra, viven de la violencia, es un
negocio, es un “buen negocio”. Estos señores de la guerra internos, a la
par con los vientos de guerra internacionales proveniente de
Washington, en el gobierno de Bush, a raíz del autoatentado de las
torres gemelas de New York el 11 de septiembre del 2001, y la
histeria de la “lucha infinita en contra del terrorismo”, esos aires
externos, con los internos, mantuvieron a Álvaro Uribe Vélez en el
Palacio de Nariño durante 8 años, que significó un estado fascista,
terrorista y de exterminio de las fuerzas populares y progresistas.
La
“mala experiencia” del Caguán, no fue el “ceder territorio”, la mala
experiencia del Caguán fue el saboteo de las fuerzas reaccionarias y
oscurantistas enemigos de la paz, los señores de la guerra endógenos y
exógenos impusieron su criterio y volvieron a sonar los cañones, se
volvieron abrir las fosas comunes, los exterminios y las cárceles para
los presos de conciencia.
Cuando Santos anuncia, como uno de los principios del acuerdo general, aquí en mención, el no “repetir errores del pasado” y
señala la no cesión de territorio como una de esas supuestas
correcciones, se equivoca, es todo lo contrario; la no cesión de
territorio, como parte de una zona de alivio para ir buscando la
inserción de la resistencia armada a una democracia superior y
consensuada, forma parte del no querer enfadar a los señores de la
guerra a los beneficiarios de la violencia, en especifico al alto mando
militar formado en las bases gringas y al calor de los planes Colombia y
Patriota, el del estado de seguridad democrática Uribista, quienes solo
aceptan y exigen “La Pax Romana”:
2.- No Cese al Fuego:
Este
punto de no cese al fuego mientras se negocia, que es un acuerdo mínimo
en cualquier negociación de paz, precisamente para favorecer el
ambiente de negociación, no para enturbiarlo, conjuntamente con el
anterior de no ceder territorio, ya expuesto, son concesiones dadas por
Santos a los señores de la guerra, a los negociantes y vividores del
conflicto; y no solo repite sino que amplia los errores del pasado.
Una
de las principales campañas de los agentes internos y externos de la
violencia que obligaron a romper con las conversaciones del Caguán fue
precisamente las acciones de guerra en medio de las conversaciones, en
donde las operaciones de la guerrilla como respuesta al asedio del
ejército, eran amplificadas por el monopolio mediático de la oligarquía e
internacionalmente, que creó una matriz de opinión contraria a los
acuerdos, aun en la población que son víctimas del conflicto.
No
hacer una tregua, aunque sea parcial o programada mientras se conversa,
es apostar al fracaso de las negociaciones, y deja a las claras las
intenciones obligadas con que llega Santos a la mesa de diálogo.
En
estos días se ha anunciado la muerte del segundo al mando de las FARC y
el Ministro de Defensa de Santos, que es un yuppie de la guerra, ha
dicho que las conversaciones no pararan las maniobras militares del
gobierno, es un claro mensaje a los factores propulsores de la violencia
para que se queden tranquilos, eso no es ser sincero con la paz
verdadera a menos que sea la paz de las tumbas.
3.- Si no se Consigue un Acuerdo, se Rompen las Conversaciones
Santos,
ha amenazado que el dialogo es para llegar a un acuerdo y la intención
no es conversar todo el tiempo, sino en un tiempo determinado, me
imagino que establecido por el o por los señores de la guerra, no se
llega a un acuerdo, entonces abandonaran la mesa de diálogo. Que por
cierto, como las operaciones de guerra continuaran, no pasara nada, si
se rompe el dialogo.
Nadie
llega a una mesa de diálogo, amenazando que si no se llega a un acuerdo
en un tiempo prudencial o finito, se rompen las conversaciones, eso es
llegar amenazando, como quien exige una rendición y pronto.
4.- Las Reuniones en el Extranjero:
Estas
reuniones en el extranjero son como consecuencia del “no ceder
territorio”, y es derivado de la complacencia a los señores de la
guerra, quienes no quieren que se repita “los errores del Caguán”, punto
este que ya analizamos arriba, y también podría leerse como una evasión
de la oligarquía para no darle carácter de fuerza beligerante a las
FARC; es como decir “negocio si, negocio, no”.
Aparte
de lo anterior, la ubicación de la mesa de diálogo fuera de Colombia,
impide la participación del pueblo, de la sociedad civil en las
negociaciones; al igual que su carácter reservado, que veremos a
continuación.
5.- El Carácter Reservado de las Negociaciones:
El
carácter reservado tiene que ver con los puntos de la agenda de la
mesa, en donde la mayoría de ellos son del interés del colectivo
colombiano y no es para que las FARC y el Gobierno, lo estén tratando en
reuniones reservadas y fuera del país. Por ejemplo el problema de los
desplazados y su regreso a sus tierras y el reparto de estas, tiene que
ser una mesa amplia, con ubicación en distintas partes, en diálogos con
las víctimas directas, que algunos viven en otras naciones como
Venezuela y Ecuador. El problema del narcotráfico, creo que el menos
indicado para esa conversación son las FARC, en materia del
narcotráfico, son más interlocutores validos los paramilitares, el hampa
organizada y hasta muchos afines de la oligarquía que las guerrillas.
Igual
sucede con las garantías para la oposición política y el problema de
las víctimas.
El
único punto de la agenda, que pudiera limitarse a una reunión reservada
entre Gobierno-FARC, seria, el fin del conflicto armado, la entrega de
las armas y su integración a la vida civil; y tampoco, porque las
guerrillas son un efecto de las injusticias sociales, este punto, a
pesar de referirse al problema de las armas propiamente, esta
interrelacionado con la solución a los problemas sociales y a las
libertades políticas.
EL PROBLEMA DE LOS PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA PRODUCTO DE LEYES INSCRITAS DENTRO DEL “DERECHO PENAL DEL ENEMIGO”
Actualmente
hay miles de presos políticos y de conciencia, en las cárceles
colombianas que son productos de la adopción del país, a las tesis
bushistas de la guerra infinita al terrorismo o aquella de quien no está
conmigo está en contra mía, cuyo producto más acabado es el
autodenominado “Derecho Penal del Enemigo”. Esto ha creado un estado de
excepción permanente, un estado fascista que es consecuencia de darle
carácter militar-criminal (“Enemigo” o terrorista) a la guerrilla, y
producto de este status de enemigo-terroristas a la insurgencia
legitima, han surgido una serie de leyes discriminatorias, inscritas en
las tesis del neofascista “Derecho Penal del Enemigo”, en donde se le da
carácter de “enemigo de la sociedad” a la disidencia
política o a cualquier persona que no forme parte de las clases
poderosas, se penaliza la pobreza, el no ser de los poderosos y peor aun
el estar en contra de los poderosos, así no ande en resistencia armada,
se criminaliza el pensamiento; como las leyes Uribistas de la
denominada seguridad democrática, y por supuesto esto ha aumentado
notablemente la población penal. Esto implica, que no solo hay presos de
las FARC sino meros sindicalistas o dirigentes campesinos, barriales,
indígenas o afrodescendientes. Una mesa de diálogo FARC-Gobierno, es
insuficiente o incompleta para resolver este asunto, ello requiere la
participación de los presos, sus familiares, los colectivos que estos
presos representan o de donde provienen, la academia penal y los
integrantes del sistema de justicia no solo jueces, fiscales y
carceleros sino los abogados; ya que una mesa de este tipo, incluiría la
derogación de estas leyes por otras que sean aptas para una
democracia verdadera y no de papel.
Por
ello, estas mesas de diálogos, deben llegar a la conclusión de las
derogaciones de leyes del “derecho penal del enemigo”, que son del
neo-fascismo, inscritas de la “lucha infinita en contra del terrorismo,
que nacieron a raíz del 11-S-2001; y debe darse una amnistía general y
crearse leyes más aptas para una democracia directa o
verdadera y penalizarse con más rigor los delitos de cuello blanco, por
arriba a los que son cometibles por las clases pobres.
EL TRISTE PAPEL DE TERCERON DE VENEZUELA
La
verdad, es lamentable el papel de, ni siquiera de segundones, sino de
tercerones por allá, a la par con el régimen del pinochetista Piñera de
Chile, entre unos “acompañantes”, que serian actores de tercera, después
de las partes (Gobierno-Farc) y facilitadores (Noruega-Cuba), a que ha
llevado nuestra Cancillería a Venezuela, teniendo mucho que ver, por ser
víctima directa.
Venezuela,
al igual que Ecuador, son víctimas directas y sufrientes del conflicto
interno Colombiano, el cual desde hace rato se le escapó de las manos a
la irresponsable oligarquía de Bogota.
Los
millones de desplazados y vivientes en nuestra nación, además del
estado de violencia, contrabando y desestabilización en que vive
nuestras fronteras con la Nueva Granada, siendo la zona de mayor
violencia y crimen en el país, que obliga al estado a hacer cuantiosas
inversiones para contrarrestar esta realidad, nos da el carácter de
victima directa y “tener velas en ese entierro”.
Aparte
de todo lo anterior, Venezuela es un país socialista y bolivariano, es
decir, que la suerte de la Nueva Granada no nos debe ser ajena, como
Bolivariano, y como socialistas, estamos obligado, con una republica
hermana a ser factores de paz activos y vigentes; no obstante nuestro
gobierno bolivariano, no solo se ha apartado del camino de facilitador
de paz, sino que se ha involucrado en su conflicto interno, de manera
directa y del lado de la oligarquía Santaderiana al apresar miembros de
las FARC y de otros grupos de la resistencia armada legitima colombiana,
y entregarlos, sin ninguna fórmula de juicio (Debido proceso de
extradición), al ejército colombiano que ya se sabe el destino que le
espera, esto son traiciones no solo a los principios del bolivarianismo
revolucionario sino violaciones al mero derecho de gentes (También
denominado humanitario) y al formal internacional que exige un debido
proceso al transeúnte mal llamado ilegal.
No
es que el Comandante Chávez se haya equivocado con una palabra
pronunciada meses o quizás un año después de haber llegado a Miraflores;
que por cierto con todo y estos errores, que aquí critico
enfáticamente, el 7-O se debe votar por él y de no ganar, Chávez,
ganaría Capriles Radonsky y eso sería peor, eso sería como que ganara
Uribe las elecciones en Venezuela y la Oficina del Envigado se
instalaría en el centro de Caracas; repito, no es asunto de una palabra
mal dicha cosa que es irrelevante y superflua; la tesis de la
neutralidad, en el conflicto interno de la hermana Colombia, motivado a
su carácter social y producto de una rancia oligarquía que viene de la
época de Santander, en donde se incluye el ser un factor de paz activo y
exigirle a Colombia que
resuelva su conflicto interno porque nos afecta, por la hermandad
histórica, no es de ahora, es de la izquierda, inclusive de la izquierda
light desde los 70, porque la tesis de la izquierda radical, que
coincidiría con el bolivarianismo-revolucionario, es que somos una misma
nación y debemos luchar juntos en contra de nuestras oligarquías y el
imperialismo y revivir la Colombia Bolivariana; la socialdemocracia
adeca, antes de entregarse en los brazos del neoliberalismo, que fue su
muerte en Venezuela, fue partidaria de la tesis de la izquierda light,
la primera de las mencionadas, y por ello muchas conversaciones
exploratorias y previas a acuerdos anteriores, que Santos los considera
errores y quiere eludir, se hicieron en Caracas, unas, y en el Circulo
Militar de San Cristóbal en el Estado Táchira, fronterizo con Santander
del Norte, otras, eso implica, que los adecos en los 70 y 80, tuvieron
una posición mas de avanzada y progresista que la
actual del gobierno Bolivariano, producto de un giro a la derecha que
ha venido tomando el proceso venezolano, y ese desvío, se manifiesta en
el triste papel de tercerones, cuando somos actores de primera.
UNASUR DEBE TOMAR LA BATUTA
Por
último debo decir, que las conversaciones tanto en La Habana como en
Oslo Noruega, Europa, son un error, estas, como paso previo a que se
hagan, en donde se deben hacer, en suelo patrio granadino, deben
radicarse en la patria grande, Sur América y preferiblemente en la
Colombia grande (Venezuela y Ecuador), primero para ir facilitando la
inclusión en territorio Colombiano, y ampliar un poco más la
participación de las bases populares en estas mesas de diálogo. Hoy
Cuba, y Noruega siempre, tienen intereses disimiles a los del pueblo de
Nariño y Córdoba, mas tendiente a lo económico por sus conflictos
internos, por ello UNASUR, debe agarrar la batuta, la rectoría del
proceso de paz, este ya no es un asunto interno de Colombia, es un
asunto que nos atañe a
todos los Americanos del Mediodía, sobretodo a los países que son
víctimas.