Uno de los mayores productores de exiliados en el Estado español fue el inefable rey Alfonso XIII, abuelo del actual rey de los españoles Juan Carlos. Durante su reinado sostuvo una guerra cruenta e injusta en Marruecos (que perdió) e invirtió en fábricas de armas que a su vez vendían al ejército español que ocupaba Marruecos y que le reportaba pingües beneficios.
El libro El patrimonio de los Borbones, de José María Zavala nos habla de un Alfonso XIII denunciado por distintos delitos: malversación, juego ilegal, falsedad documental, estafa y prevaricación. Alfonso XIII fue también el primer productor de películas pornográficas en España, de las cuales sólo se conservan tres, Consultorio de señoras, El confesor y El ministro.
Zavala nos cuenta que el 14 de abril de 1931, cuando el rey huye al exilio y se proclama la II República, el patrimonio de Alfonso XIII ascendía a 145,44 millones de euros actuales. A la muerte de Alfonso XIII, su hijo Juan, recibe una herencia millonaria, que a su vez herederá el actual rey Juan Carlos según se supo esta semana, es decir, 20 años después de recibirla. Juan de Borbón tenía el equivalente a 7.85 millones de euros actuales en 3 cuentas suizas, de los que el rey Juan Carlos heredó casi la mitad. La última declaración de la renta que hizo Juan Borbón en 1993 en el Estado español le salió a devolver, es decir, tenía el dinero escondido en Suiza y no constaba para las autoridades fiscales españolas.
Estamos ante un caso singular pues todo ese dinero, originado en actividades delictivas y rozando la ilegalidad, forman parte del patrimonio del rey actual de España… ¿en el extranjero¿ ¿Puede el rey de los españoles tener dinero en el extranjero? ¿Cuánto «patriotismo» hay en estas «ingenierías» financieras? Después de 20 años las autoridades fiscales españolas non han aclarado si el dinero continúa en Suiza o si Juan Carlos y sus hermanas pagaron los impuestos preceptivos. Tampoco se entiende que una de las hermanas del rey, Margarita, trasladara a Estados Unidos (J.P.Morgan Bank) más de un millón de dólares que debieran estar en España. ¿Dónde quedó aquello de «Nobleza obliga»?
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