“¡Tener en las manos un periódico sirio,que no esté lleno de halagos ineptos al presidente o a su padre! Ese ha sido mi sueño durante muchos años”. Con estas palabras establece el decorado Fadi y resume el origen de su compromiso a favor de una prensa libre en Siria.
El final de la prensa bajo órdenes
Gobernada por la familia Assad desde 1970 y bajo el control del partido único, el partido Baas, Siria no ha conocido más que medios sometidos a órdenes durante decenios. Una censura omnipresente y leyes liberticidas castigaban el desarrollo de una prensa de calidad. No era sin embargo por falta de talento y de buena voluntad, como lo prueba el dinamismo de la nueva prensa que se ha desarrollado a partir del comienzo del levantamiento de 2011.
Al ser la censura y la autocensura características mayores del régimen, se han dedicado numerosas energías al combate por la libertad de información y de expresión a partir de 2011. Desde las páginas de Facebook del comienzo, esta sed de informar se ha estructurado poco a poco y luego se ha profesionalizado. Se observa una ebullición alrededor de los nuevos medios. Según un estudio realizado por ASML en la primavera de 2013, más de un centenar de periódicos, revistas o boletines de información locales han sido creados desde comienzos del año 2011. Algunos son profesionales, otros más aficionados. Algunos son nacionales, otros más locales. Entre estos periódicos y revistas se encuentra de todo: publicaciones políticas, culturales, periódicos de investigación, revistas para niños, revistas femeninas, e incluso una revista gay.
Sin embargo, si esas publicaciones encuentran todo tipo de dificultades para mantenerse, publicar sus números a tiempo, y encontrar financiación, todas comparten un desafío aún más importante: ser leídas por la población.
Imprimirlas: un desafío mayor
La gran mayoría de los nuevos periódicos es aún publicada en línea y difundida en internet y las redes sociales. Es un procedimiento popular pues es sencillo y poco costoso. Sin embargo, la casi totalidad de la población siria que vive en el interior no tiene acceso ni a internet ni, muy a menudo, siquiera a la electricidad. Lograr imprimir y distribuir los periódicos en papel es por tanto un desafío mayor. Para el desarrollo de los periódicos, pero también y sobre todo para la población y el futuro del país.
En efecto, a medida que se agrava la crisis y crece la desesperación, la población siria parece cada vez más receptiva a los discursos de odio y de intolerancia propagados por los grupúsculos yihadistas de la nebulosa Al-Qaeda. El respeto mutuo, la tolerancia étnica, religiosa y la apertura al otro, valores centrales de la sociedad siria durante siglos, parecen hoy desmoronarse. Para Fadi, son valores que hay que reafirmar. Cuenta que “nosotros imprimimos periódicos muy diferentes unos de otros”.
“Difieren por sus regiones de origen, sus centros de interés, sus puntos de vista políticos y sus relaciones con la religión. Pero están todos unidos alrededor de un puñado de valores centrales: la democracia, la libertad de expresión, la no violencia y la tolerancia étnica y religiosa. Eso es lo que se quiere promover: la tolerancia en el pluralismo”. Fadi prosigue: “estamos persuadidos de que es la mejor forma de luchar contra el desarrollo de simpatías hacia el pensamiento yihadsta. Los medios son la clave para que el pensamiento único baasista no sea reemplazado por un pensamiento único sectario, intolerante y guerrero”.
Pero esto es más fácil de decir que de realizar. La impresión, por ejemplo, es cara. Ningún periódico tiene la capacidad de imprimir un gran número de ejemplares. Es preciso por tanto compartir los recursos para reducir los costes. Esta constatación está en el origen del proyecto SMART, que apoya los periódicos tomando a su cargo gratuitamente su impresión y la distribución de sus números.
Energía, tinta, papel, bombardeos: dificultades sin fin
Los obstáculos son sin embargo muy numerosos. En primer lugar, a menudo no hay electricidad. “En el norte, donde está localizado el centro de impresión, hay quizá unos 30 minutos al día”, cuenta Fadi. “No se puede por tanto contar con ella. Hay que tener medios para prescindir de ella”. Precisa: “Se han instalado grupos electrógenos, pero también paneles solares y pequeños molinos eólicos que cargan baterías durante el día y que se utilizan por la noche. Se tienen igualmente stocks de gasolina para hacer marchar los grupos electrógenos. La continuidad de la impresión requiere una independencia completa de las fuentes de energía pública”.
La segunda dificultad es hacer llegar las versiones digitales de los periódicos al centro de impresión. En efecto, por razones de seguridad la mayor parte de los jefes de edición de los periódicos trabajan fuera de Siria. El centro de impresión está en el interior, e internet está cortado. “Cada número es enviado a este centro mediante una conexión por satélite. Se ha equipado el centro con un módem de internet por satélite, lo que nos permite prescindir del internet nacional”.
Otra dificultad es, por supuesto, obtener tinta y papel. Para ello no hay solución permanente. “Cuando se comenzó el proyecto, en mayo, recorrimos las zonas liberadas para encontrar papel y tinta. Era bastante raro, pero encontramos algo. Y se compró todo lo que encontramos”, sonríe Fadi. “El reverso de la medalla es que ahora hay que ir a las regiones controladas por el régimen para obtener todo eso”. Con los brazos en jarras, Fadi dice esto con un aire tranquilo. Sin embargo, para comprender la dimensión del riesgo que corre haciendo esto, hay que recordar que los periodistas y los “militantes de los medios” son objetivos prioritarios del régimen.
Sin embargo, a pesar de ello, Fadi estima que los riesgos más importantes no tienen nada que ver con el propio proyecto. Son los mismos que para el conjunto de la población. Son los bombardeos cotidianos. En Siria lo que la prensa designa comúnmente como “zonas liberadas”, de liberadas solo tienen el nombre. Zonas que el ejército regular ha evacuado, y a las que éste mantiene un estado de guerra permanente a base de bombardeos. La ciudad en la que SMART imprime se sitúa en zona “liberada”. Está sin embargo localizada a menos de 15 km de una base aérea del ejército. Cada día caen sobre la ciudad cohetes y misiles. La ciudad recibe igualmente la visita de aviones caza MIG y de helicópteros que ametrallan la ciudad, encima de la que sueltan barriles de dinamita. “Para proteger el equipo, mantener la continuidad de nuestro trabajo y de la impresión, y garantizar el respeto de los plazos de entrega a los distribuidores, hemos tomado una serie de medidas”. Fadi enumera algunas de ellas: “En primer lugar nuestros locales están siempre situados en el subsuelo. Además, dado que la base militar está situada al oeste de nuestra ciudad, trabajamos únicamente en las habitaciones orientadas al este. En fin, como los bombardeos son más frecuentes durante el día, nuestro equipo trabaja únicamente por la noche y abandona la ciudad por la mañana”. Estas precauciones, no hay duda, no permiten siempre evitar los dramas. Y por supuesto, retrasan la impresión y la entrega. “El objetivo es reducir los riesgos al mínimo”, dice Fadi con calma. “Por supuesto, no se puede controlar todo: el país está en guerra”. Pero todo el equipo parece persuadido de que lo que está en juego merece la pena.
Fadi concluye: “Todo el mundo en el equipo es voluntario. Se les da algún dinero pero no trabajan por dinero. Creen en lo que hacen. Luchan por un futuro mejor. No quieren que Siria se convierta en una dictadura, pero tampoco quieren un califato yihadista”.
¿Y si esa tercera vía pasara por la prensa?
15/11/2013
http://blogs.mediapart.fr/edition/paroles-syriennes/article/151113/plongeon-dans-le-quotidien-de-la-presse-syrienne-libre-1
1/ ASML: Asociation de Soutien aux Médias Libres
/2 Paroles Syriennes (palabras sirias): lejos de la cobertura mediática dominante en Siria que se concentra en la guerra, los muertos y las destrucciones, la edición Paroles Syriennes tiene por ambición aportar una mirada diferente sobre ese país devastado por más de dos años y medio de conflicto. Paroles Syriennes quiere atraer la atención sobre la determinación y los esfuerzos proporcionados por la gente corriente para sobrevivir y construir un futuro mejor para el país. Esta población muy a menudo no apoya ni al régimen de Bachar al-Assad, ni a las tropas yihadistas. Y, a pesar de los acontecimientos contrarios, quedan aún militantes determinados a hacer triunfar los ideales que defendía la revolución a sus comienzos en 2011: la libertad, la democracia y la no violencia. La edición Paroles Syriennes propone un conjunto de textos y testimonios a fin de promover una visión alternativa de la crisis siria (de la presentación del blog en Mediapart ndt).
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[ASML /1 trabaja en colaboración con el grupo SMART en la puesta en pie de proyectos de medios en Siria. En este marco, SMART imprime cada semana un conjunto de 11 periódicos a 6000 ejemplares y los distribuye en la casi totalidad de las regiones liberadas.
Este artículo es producto de una amplia entrevista que Fadi, jefe del proyecto “prensa” en SMART, ha concedido en exclusiva al blog Médiapart “Paroles syriennes /2”. Se puede encontrar más información en ASML, http://medialibre.fr]