Mezclar lo político y lo jurídico con la comida es una cosa demasiado extraña y casi incompatible con los sentimientos de acero del jefe de la Casa Blanca, el señor Obama. El día más importante y alegre para un Presidente de Estados Unidos y más desgraciado y triste para el pavo es el cuarto jueves del mes de noviembre de cada año. El mismo Obama reconoció que el día de Acción de Gracias “… es un mal día para ser pavo”.
Está demostrado que para el jefe de un Gobierno imperialista es muchísimo más importante y humano decretar un indulto para un pavo que para personas inocentes que se encuentran purgando inhumanas condenas carcelarias por haber denunciado planes de terrorismo, incluso contra los propios estadounidenses, como es el caso de los cuatro cubanos presos en Estados Unidos.
Posiblemente, casi nadie de sus más allegados colaboradores solicite a un Presidente de Estados Unidos el indulto para un pavo que en salsa y colocado sobre una mesa, les parece una exquisitez que degustan agregando licores de altísima calidad. Pero, en relación con los cuatro cubanos antiterroristas que se encuentran en cárceles estadounidenses, millones y millones de personas han solicitado al Presidente Obama que los ponga en libertad por haber sido juzgados y condenados siendo inocentes. Quizás, de los muchísimos presos inocentes que se encuentran en cárceles de Estados Unidos muchos, imaginándose algún cambio repentino en los sentimientos de acero de Obama hacia los animales, desearían ser, por lo menos el cuarto jueves del mes de noviembre, el pavo que le regalan al mandatario estadounidense, porque existe la posibilidad, aunque sea de uno sobre cien, de obtener el indulto. Obama es un gobernante malo, de malísimos sentimientos, de instintos perversos. Obama es malo. ¿Qué tal si Obama hubiese sido de raza aria?
Lo cierto es que este año 2013, le tocó el turno de ser regalados al Presidente de Estados Unidos los pavos “Popcom” y “Caramel”. Ambos fueron indultados pero lo que nadie sabe o no podrá saber es si Obama a la escondida ha comido pavo el cuarto jueves de noviembre de 2013. “Popcom” fue designado por Obama como “Pavo Nacional”. Si llegan a subastar a ese pavo, seguro costaría, mínimo, un millón de dólares e inmediatamente se destinaría a la reproducción para que alguno de sus hijos, por herencia privilegiada como si fuese una monarquía de pavos, sustituya al padre como “Pavo Nacional” cuando aquel pase a mejor vida sin que nadie en la Tierra se lo haya degustado como comida apetitosa. Cuando “Popcom” sea llevado a una granja para padrotear a muchísimas pavas, seguro, dará rienda suelta a su terrorismo poligámico, creando hijos a la libre y sin ninguna responsabilidad en sus crianzas y no se dude que se pueda transformar en violador de sus propias hijas. La jurisdicción estadounidense le garantizará la impunidad para sus tropelías de macho único y como rey al ser designado como “Pavo Nacional”. Ojalá ese pavo no sea traído a Venezuela, porque todos los pavos criollos correrán el riesgo de quedarse sin pavas.
Para el señor Obama dijo, como dándole la espalda a los gravísimos problemas de trabajo y hambre que pasa un porcentaje elevadísimo de la población estadounidense y hasta queriendo recurrir a un buen humor, “Popcom” puede encontrar un lugar en la política de Estados Unidos. ¿Será que ese pavo se convertirá en el abanderado presidencial de los demócratas para el venidero proceso electoral por la Presidencia de Estados Unidos por carecer de un candidato que piense realmente como ser humano?
Sepa el mundo que mientras miles de millones en este planeta duermen a la intemperie o en malísimas condiciones, los pavos “Popcom” y “Caramel”, lo hicieron en un hotel de lujo donde ninguna persona de pueblo puede ni siquiera pensar en pasar aunque sea una hora en alguno de sus dormitorios. ¡Hábito gringo! Hábito que desdice mucho de los sentimientos de un Presidente estadounidense hacia el ser humano. Indultados vivirán los pavos como reyes en los jardines de Mount Vemon, la mansión donde vivió el primer Presidente de Estados Unidos: George Washington. Allí, lo garantizó Obama, no los amenazará ni las intenciones de relleno ni los sabores de las salsas. ¡Los ricos estadounidenses tienen cada cosa, que son dignos de glorificar como caricaturas de muy mal humor!
Si el Presidente Obama tuviese una pizca de verdadero sentimiento humano en su corazón, si tuviera un solo ápice del verdadero sentido de la justicia jurídica, hace tiempo hubiese indultado a los cuatro cubanos antiterroristas que todavía se encuentran pagando una condena siendo inocentes en cárceles de Estados Unidos. Obama, sencillamente, es malo y carece de verdaderos sentimientos humanos y de respeto por una auténtica administración de la justicia jurídica. Mientras continúen presos los cuatro cubanos antiterroristas, la cabeza de Obama caminará de espalda a las grandes verdades de este mundo.