1816: Luego de proclamar la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Juan Martín de Pueyrredón nombra al general José de San Martín jefe del Ejército de los Andes, quien luego de cruzar la cordillera andina en dirección a Chile, vence a los realistas españoles en la batalla de Chacabuco y nombra a Bernardo O'Higgins como Director Supremo de la recién surgida República. A su vez, en México, pese al fusilamiento del sacerdote independentista José María Morelos el 22 de diciembre de 1815, y de las derrotas sufridas por las fuerzas independentistas el año precedente, el general Vicente Guerrero continúa la lucha por la independencia del llamado virreinato de Nueva España.
1817: A Pesar de los significativos avances que ya se registraban en las luchas por la independencia de América Latina del dominio español, el presidente estadounidense James Madison ratificó el Acta de Neutralidad que prohibía la provisión de armamentos o la preparación de expediciones en apoyo a las fuerzas latinoamericanas. Sin embargo el gobierno estadounidense mantuvo abierto sus puertos y territorios al comercio con la Monarquía española. Por otra parte, siguiendo órdenes del nuevo presidente James Monroe, fue encarcelado Manuel Hermenegildo de Aguirre, quien estaba en Estados Unidos gestionando el reconocimiento de la independencia de las Provincias Unidas del Río de Plata. Paralelamente, acusándolos de contrabandistas, aventureros y piratas, las fuerzas armadas estadounidenses desalojan de la Isla Amelia, posesión española colocada frente a la península de la Florida, a un destacamento al mando del capitán Luis Aury, quien la había ocupado en nombre de los luchadores por la independencia de Venezuela y Nueva Granada.
1818: Para facilitar sus negociaciones con España en torno a la compra de Florida Occidental y Oriental, James Monroe promulga otra ley de neutralidad que castigaba con severas penas cualquier intento que se realizara en el territorio estadounidense para apoyar las luchas independentistas latinoamericanas. Al mismo tiempo, dos barcos norteamericanos, el Tiger y el Liberty, violando conscientemente el bloqueo establecido en el Río Orinoco por las fuerzas patrióticas venezolanas comandadas por Simón Bolívar, fueron confiscados por tratar de entregarle un cargamento de armas a las fuerzas realistas españolas de la región. En respuesta, el gobierno estadounidense envía a Angostura, lugar donde estaba el mando central de las fuerzas libertadoras, al político de Baltimore Bautista Irvin, quien inicia un ácido y ofensivo intercambio de cartas con Bolívar reclamándole devolver ambos barcos. Tal demanda fue terminantemente rechazada por El Libertador.
1819: Bolívar es invitado a participar en el Congreso de Angostura el 15 de febrero, allí se funda la Tercera República de Venezuela. Bautista Irvin, viendo fracasada su labor de convencer a Bolívar sobre la devolución de los barcos Liberty y Tiger, se vuelve a Estados Unidos en donde califica a Bolívar como un general charlatán y un político truhán. El gobierno estadounidense envía entonces al Teniente de la Marina de Guerra norteamericana Matthew Calbraith Perry con la misma misión de conseguir la devolución de las dos embarcaciones, lo que sucede en la oportunidad cuando Bolívar se encuentra combatiendo en suelos neogranadinos, siendo el vicepresidente Francisco Antonio Zea, neogranadino, quien accede a la demanda del Teniente Perry; acción calificada por Bolívar como un acto de humillante debilidad.
1820: Henry Clay, vocero de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y destacado dirigente del Partido Republicano Nacionalista, urge el reconocimiento de los Estados Latinoamericanos ya independizados de España. En sus argumentos Clay expone sus aviesas intenciones: “Seamos real y verdaderamente americanos, coloquémonos a la cabeza de un nuevo Sistema Americano del cual seríamos el centro. José M. Ameliach N. Febrero de 2.014.