Luego de la derrota de Obama en la OEA en su intento de manipular desde ese organismo la crisis política venezolana, derivada del golpe de estado continuado que promueve su gobierno, a solicitud del gobierno bolivariano, la UNASUR comenzó la facilitación del diálogo por la paz impulsado por Maduro, con el propósito de neutralizar la desestabilización y la violencia guarimbera emprendida por los golpistas. Es una señal de como la Patria Grande ha comenzado a caminar por si misma después de dos siglos de tutelaje desde Washington, en defensa de la soberanía de los pueblos como lo hizo al enfrentar los golpes de estado contra Evo Morales , Rafael Correa y Fernando Lugo.
Después de interactuar con la MUD, el GPP, el MP, el TSJ, la DP, las ONG de derechos humanos, líderes estudiantiles, representantes eclesiásticos, la Conferencia Nacional de Paz y el Presidente de la República, la Comisión de UNASUR concluyó su breve visita al país “reafirmando su estricto apoyo a la democracia, resaltando la voluntad colectiva de UNASUR en apoyar un proceso de diálogo amplio y respetuoso, tomando en consideración la Conferencia Nacional de Paz, y reiteran su condena a cualquier tentativa de ruptura del orden constitucional”. También reconocieron “la apertura y disposición del Presidente de la República de acoger las recomendaciones realizadas, y especialmente celebran la voluntad de acordar un testigo de buena fe que facilite el diálogo entre todas las partes”.
La UNASUR designó una Comisión de seguimiento del diálogo. El Jefe de Estado aceptó al Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, como “testigo de buena fe” no como mediador o árbitro. También anunció el inicio del proceso de designación de los magistrados del TSJ, CNE y Poder Ciudadano que tienen su período vencidos. En ese misma línea, aceptó la sugerencia de UNASUR de crear el Consejo de Derechos Humanos, adscrito a la Vicepresidencia e integrado por las ONG de derechos humanos e instituciones públicas afines al tema. Ya no hay cabida para posiciones ambiguas como la de Capriles ni excusas para que la MUD no se deslinde de la línea insurreccional golpista de la trilogía fascista López-Machado-Ledezma y se sume al diálogo político por la paz.