El golpe lento que viene en desarrollo desde 1999, cuando el Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, contra todos los pronósticos y con el apoyo de la sabiduría popular dio al traste con el bipartidismo oligárquico y apátrida, venciendo no solo a la mediática alcahueta nacional, sino a la internacional, que había iniciado sus ataques contra el emergente movimiento bolivariano cuando todavía el líder del 4F, ni siquiera había asomado la posibilidad de su candidatura, sigue y ahora con cambio tercio.
Recordamos aquel infeliz comunicado de la inefable Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), cuando alertaba el peligro que representaba el Teniente Coronel Hugo Chávez, en el hipotético caso que lanzara su candidatura y ganara las elecciones. Allí mafiosos de la mediática internacional, tarifados del Complejo Militar, Financiero y Comunicacional, que sojuzga al pueblo norteamericano, ya comenzaban a mojar sus pantalones, frente a una realidad que se le venía encima. La presencia del más insigne comunicador de finales del siglo XX y del XXI, que fue capaz de derrotarles, desde el lomo de un caballo, desde una tribuna de oradores y desde las calles de la patria grande que pateo sin cesar, desde que salió de la cárcel de la dignidad, hasta llegar a Miraflores, su destino final. Desde ese espacio, ya con el poder que el pueblo le dio, pudo utilizar los recursos de la patria para enfrentar al enemigo, con el despliegue del poder mediante la democratización del espectro comunicacional venezolano, que lo tenían reservado para si, la oligarquía y la burguesía parasitarias. Desde Miraflores y sus ramificaciones, en la IV República se otorgaban los permisos para operar emisoras radioeléctricas y plantas televisoras. Desde esos mismos cenáculos se condicionaba su funcionamiento, para tenerlas al servicio del partido de gobierno, de Fedecámaras y demás centros de poder fáctico.
Un poco utilizando el argot taurino, hablamos del cambio de tercio y en este caso ya hubo el primer tercio, o lo que sería la primera parte de la lidia, cuando en 1999 el Toro Bolivariano, salió del corral donde lo tenía encerrado la derecha representada en el bipartidismo y desde entonces ese dúo de matadores, la burguesía y la oligarquía, no han podido con el astado, que no ha caído en la trampa del trapo rojo y continúa embistiendo en contra del torero y su cuadrilla.
Con el viaje a otra dimensión del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, máximo conductor de la revolución bolivariana, el espadas creyó llegado el momento de solicitar a la presidencia allá en el Norte, el cambio de tercio, la presencia de picadores, para darles los puyazos que ablandaría al toro y se lanzaron al ruedo con sus actos terroristas, que por escaso días tuvieron en aprietos a la seguridad de la nación. Por el principio de la preservación de los Derechos Humanos (valga comentar: de quienes no se lo merecen), la fuerza pública no reprimió a los violentos, que dejaron una estela de asesinatos y multimillonarias perdidas a la propiedad pública y privada. La Guardia y la Policía Nacional Bolivariana, vieron caer a sus miembros, víctimas de las balas asesinas de los francotiradores. Pero el toro sigue suelto y no han podido controlarlo. Todo lo contrario, porque ahora ha invadido las plazas españolas, donde el profesor universitario Juan Carlos Monedero y una pléyade de intelectuales dignos han creado el movimiento PODEMOS, que con apenas cinco meses de fundado, se ha constituido en la tercera fuerza política de la península y conste que no están camuflados y quien votó por ellos en las parlamentarias, lo hizo consciente de lo que encarna PODEMOS, el bolivarianismo suramericano, el chavismo, porque Monedero porta orgullosamente su brazalete del 4F.
Por otra parte en el Continente, ahora tenemos cinco naciones cuyas presidencias están en manos de ex- Comandantes guerrilleros y Tabaré Vasquez, vuelve por sus fueros en Uruguay, para continuar reforzando y multiplicando este toro, que se posesiona de las praderas en el mundo.
Los picadores fracasaron y no pudieron ablandar a Bolivariano, ahora han pedido el segundo cambio de tercio, o el tercio de banderillas.
Vienen ahora con los nalguitas blancas, perdón, manitas blancas blancas encadenados. Esta parte de la faena suelen hacerla los subalternos, pero hay matadores, que solicitan el permiso para ejecutarla. El diestro del norte ha surgido ahora y pretende clavar la banderilla en el lomo del toro, con los quince millones de dólares que tiene dispuestos para alimentar a su cuadrilla en la República Bolivariana de Venezuela. Razón tuvo la Embajadora Alterna de Martinelli, en la OEA, cuando confesaba a sus compinches, que ahora cuentan con una chequera superior a la del régimen.
Desafortunadamente para la cuadrilla y su diestro, el toro Bolivariano, no es fácil de someter y hoy está mas alerta y fortalecido que nunca con el empoderamiento alcanzado en estos quince años de revolución y en consecuencia la lidia cada día es más difícil, para el diestro y su cuadrilla, que jamás llegará a la tercera fase de la faena y está condenada a pasar la vida, en su dorado sueño, pidiendo: Cambio de tercio.