Santos triunfó en la segunda vuelta porque dividió al Partido Conservador, al captar a 40 de sus parlamentarios que le arrimaron 900.000 votos adicionales en la Costa Atlántica. Después de obtener el tercer lugar en la primera vuelta en Bogotá, en la segunda ganó con el respaldo de buena parte del Partido Verde y de la izquierda representada en el Movimiento Progresista de Petro, en el PDA, en la UP y en la Marcha Patriótica. Su desafío es sortear los ataques a quemarropa de un Uribe envalentonado, para lo cual deberá mantener un apoyo que combina agentes de la derecha, centro e izquierda para poder gobernar y garantizar la legitimación de los acuerdos de paz e implementar los más polémicos: participación política de los insurgentes, justicia transicional y reforma agraria.
El programa de Santos incluye una ley anti-contrabando y las zonas francas para impulsar una economía fronteriza en recesión por el contrabando procedente de Venezuela. Empero, por la fuerte interdependencia socioeconómica colombo-venezolana en la franja limítrofe, es muy difícil que esos proyectos avancen sin coordinación con Venezuela. Es el momento de impulsar un Plan Integral de Desarrollo Sustentable Binacional enfocado en reducir la economía ilícita, que es el caldo de cultivo de las mafias paramilitares y BACRIM que amenazan la seguridad de la Nación.