Editorial
Venezuela apuesta por la paz en Colombia. Por razones obvias. La paz es lo conveniente para estos dos pueblos. Si hay paz en Colombia, también la hay en Venezuela. No merece abundar en el por qué. En efecto, Venezuela, desde la época de Hugo Chávez, ha jugado un papel importante en la motivación por la paz, y una prueba de ello es que en La Habana, en las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano, la FARC y el ELN, un delegado de Venezuela está presente, como garante. Pero hay un sector en la Fuerzas Armadas que obedecen órdenes de Álvaro Uribe, según los analistas colombianos. Eso quiere decir que el “secuestro” de un general del ejército, en la zona de El Chocó, es sumamente sospechoso. Tanto a Uribe como a un ala derechista de los militares colombianos no les interesa la paz. Ellos siempre han vivido de la guerra y por eso la defienden. En todo esto, el Presidente Juan Manuel Santos tiene que mover sus hilos con rapidez para desenmascarar lo que está por detrás del secuestro del general Rubén Darío Álzate Mora y dos de sus ayudantes, por el supuesto Frente 34 de las Farc.
1.Álvaro Uribe nunca ha querido la paz
Álvaro Uribe Vélez, no quiere la paz para su país. Eso lo saben hasta la saciedad los colombianos. Él ha tratado de torpedear las negociaciones de paz que se realizan en La Habana, y las cuales están bien adelantadas. Pero la presión de la derecha colombiana, liderada por Uribe, está haciendo lo imposible porque a Santos se le vaya el mandato sin conseguir la paz. Pregunto: ¿Por qué el general Rubén Darío Álzate violó el protocolo de seguridad en una zona como la de El Chocó? ¿Qué hacía él en esa zona de guerra? ¿Quién le dio las órdenes para que transitara por allí? Le toca al gobierno de Juan Manuel Santos investigar a fondo este hecho y dar las respuestas a estas y otras interrogantes que se hace la sociedad colombiana que, por cierto, tiene cifradas esperanzas en que se logre la paz de una vez por todas. Chao. ¡Volveré!