Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
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La prematura muerte del destacado líder de América Latina, el venezolano Hugo Chávez, no pudo menos que causar un impacto en la dinámica de los procesos de integración. Esto fue aseverado por muchos de los asistentes a la Cumbre de la Unión de Naciones de América del Sur, UNASUR que se llevó a cabo en Ecuador los días 4 y 5 del corriente. El presidente ecuatoriano Rafael Correa, contribuyó enormemente a la preparación de este foro. Él no oculta las dificultadas con las que se tiene que enfrentar UNASUR –los cambios globales en las condiciones económicas, la caída de los precios del petróleo y el surgimiento de problemas financieros en la Venezuela petrolera, Colombia y Ecuador. No obstante, el pronóstico de Correa para la Unión de Naciones de América del Sur suena inspirador—la región cuenta con abundantes recursos naturales como también un significativo potencial industrial, agrario y humano, además de las cohesionantes acciones de los países que conforman UNASUR estimulan la esperanza que una cuarta potencia económica surja en el mudo en los próximos años.
Ecuador ha hecho mucho por coordinar los esfuerzos para la creación de mecanismos de integración tales como el Banco de América del Sur, la Escuela de Defensa de América del Sur, una corte criminal y un grupo de monitoreo electoral. Pronto se estará instalando un Centro de Arbitraje para América del Sur, cosa que permitirá a la región liberarse de la influencia del capital transnacional. "Juntos seremos capaces de dictar condiciones al capital transnacional", dijo Rafael Correa. Por otra parte, el concepto de ciudadanía sudamericana, dará a la gente el derecho para moverse en la región, conseguir trabajo y educación en cualquier parte del continente es un logro importante de la Cumbre de Ecuador.
Quinientos millones de personas recibirían un "pasaporte sudamericano."
La calidad de líder de Correa, como también su perseverancia en la defensa de su posición y por el hecho que él es un economista de primera línea, inspiran sumo respeto. Correa comenzó su carrera política el año 2005 ocupando el cargo de Ministro de Economía y Finanzas pero rápidamente fue despedido del gobierno por criticar al Fondo Monetario Internacional, FMI y al Banco Mundial. Durante su primer período como presidente, Correa decidió repudiar el pago de la deuda externa. Correa envió expertos ecuatorianos a las instituciones financieras internacionales a fin de explicarles que habían hecho una auditoría de todas las obligaciones financieras del país, lo cual demostró que estas eran ilegales. Correa también revisó los contratos con las más importantes compañías extranjeras y logró obtener regalías razonables de parte de ellas en la producción petrolera, cosa que permitió a su gobierno aumentar de manera significativa el gasto público. No se produjo en particular ninguna reacción violenta por la negativa de Ecuador a pagar su deuda externa y revisión de los contratos por privatizaciones.
Después de todo, ¿quién quiere atraer la atención sobre sus turbios manejos?
Apoyándose en los ingresos petroleros, una alta recolección de impuestos y un crecimiento económico estable, el gobierno de Correa ha mejorado de manera significativa el servicio público de salud, ha aumentado el gasto estadal en educación y la modernización de la infraestructura de carreteras y del transporte. La nueva constitución política de Ecuador, la cual ha reforzado el compromiso del país para "construir el socialismo con rostro ecuatoriano", fue adoptada a través de un referéndum. El 60 por ciento de los ecuatorianos votó a favor y el 20 por ciento lo hizo en contra. El Presidente Correa denomina sus reformas como "Revolución Ciudadana" y hace hincapié es que es de carácter independiente, lo cual quiere decir, que no se trata de una imitación de modelos socialistas de otros países. Un turista ruso en Quito, no sin sorprenderse, escribió en una red de Internet, "este país otrora atrasado, está avanzando a los saltos. La descentralización está en el corazón de su política; todos sus ingresos petroleros se invierten en infraestructura y educación y la banca nacional entrega préstamos a bajo interés, así como así."
Según cifras oficiales, el avance social y económico de Ecuador se aprecia de la siguiente manera: según la ONU el país ha subido diez lugares en el Índice de Desarrollo Humano; las tasas de desarrollo económico han superado el promedio de América Latina; el desempleo bajó a 4,3 por ciento y la proporción de la población que accedió a las capas medias creció del 14 al 35 por ciento; se han creado cientos de miles de nuevos puestos de trabajo y un millón de trabajadores cuenta con seguro social.
Según los hallazgos de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (ECLAC sigla en inglés) el país combate con éxito la pobreza y la desigualdad.
La nueva ley de prensa es otro de los importantes logros de Correa. El presidente repelió los ataques de agrupaciones de prensa en Ecuador que reflejan la posición de los elementos pro-norteamericanos y cada dueño de medio de prensa en Ecuador, sabe que ellos serán demandados por difamación o por cualquier grado de participación en campañas subversivas. La oposición en Ecuador ha tratado de presentar esta ley como un ataque a la libertad de prensa, pero actualmente la ley fue reconocida por la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP.
Muchos en América Latina piensan que luego de Hugo Chávez, Rafael Correa se ha convertido en el blanco principal de Estados Unidos. La decisión de Correa de cerrar la base aérea norteamericana de Manta fue asumida de muy mal modo por Washington. El acuerdo para su uso expiró el año 2009 y Correa les comunicó que el contrato no sería renovado. A Washington se le solicitó abrir una base aérea ecuatoriana en Estados Unidos sobre bases recíprocas. "Esa no es la manera como hacemos las cosas", contestó el Departamento de Estado. La respuesta de Ecuador no se hizo esperar, "En tal caso, no habrá una base militar norteamericana en Ecuador tampoco."
Luego de cierto número de operaciones de inteligencia norteamericana contra Ecuador, Correa comenzó a ponerle el ojo a las interferencias de la CIA y el Pentágono en los asuntos internos del país. Sin la menor vacilación, Correa está expulsando a cualquier funcionario de estas organizaciones sorprendido llevando a cabo actividades subversivas en el país. En el mes de abril del corriente, docenas de personal militar actuando bajo el alero de la embajada norteamericana en Quito salieron de Ecuador. Correa consideró su número "injustificado y desproporcionado". Aun antes, en el mes de diciembre del 2013 el Presidente anunció que la Agencia para el Desarrollo Internacional, USAID a la cual acusó de estar financiando a la oposición, terminará sus operaciones en el país. Las oficinas en Quito de la organización fueron cerradas el 30 de septiembre del 2013. Los funcionarios de la DEA también han sido expulsados del país. Los agentes de la DEA han sido repetidas veces sorprendidos in fraganti participando en operaciones diseñadas para comprometer los esfuerzos de Ecuador en esa área.
Más de una vez durante el año 2014 el Presidente Correa ha advertido a los ecuatorianos acerca de los preparativos para un golpe de estado en el país. En el mes de octubre pasado, acusó a ciertos medios de prensa de estar involucrados en una conspiración para desestabilizar al gobierno. Por otra parte, Correa ha hecho hincapié en que los métodos de desestabilización que se estaban empleando con exactamente los mismos que se emplean actualmente en Venezuela para derrocar al Presidente Nicolás Maduro. "No se equivoquen, la Revolución Ciudadana está siendo asediada," dijo Correa. "La derecha está empleando una técnica probada y recomprobada –el golpe blando." No obstante, el presidente está muy consciente en que otras técnicas más duras son posibles. Él mismo sobrevivió milagrosamente cuando con la ayuda de agencias norteamericanas de inteligencia se intentó asesinarlo en el 2010. Durante nueve horas, un pequeño número de escoltas de Correa resistieron los feroces ataques por parte de los conspiradores. Por tanto, dirigiéndose a una concentración dedicada a esos eventos, Correa con toda razón señaló que el enemigo nunca duerme: "las fuerzas de la derecha ya han superado su estupor y tienen una estrategia para alcanzar el poder. Se han concentrado a nivel nacional e internacional para lo que uno podría denominar venganza conservadora.