Tras 18 meses de conversaciones clandestinas entre los presidentes Raúl Castro y Barack Obama en Canadá y el Vaticano, el pasado 17 de diciembre fueron restablecidas las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, los cuales decidieron instaurar medidas para mejorar los acuerdos bilaterales y encaminarse hacia la normalización de los vínculos entre ambas naciones.
El anuncio estuvo antecedido por la liberación del contratista Alan Gross, sentenciado por la justicia cubana a 15 años de cárcel por encabezar un silencioso proyecto para introducir satélites de forma ilegal a Cuba, y quien permanecía preso en la isla desde hace 5 años, y de los 3 antiterroristas cubanos encarcelados en Florida, los cuales fueron detenidos en 1998 en la ciudad de Miami, Estados Unidos, por dar seguimiento a grupos extremistas que organizaban y financiaban acciones violentas contra Cuba.
Luego de 54 años de vigencia, el bloqueo estadounidense a Cuba parece llegar a su fin. En una jornada histórica, el presidente norteamericano, Barack Obama, anunció que pedirá al Congreso de su país debatir el bloqueo a la isla.
Tal parece que luego de estas reuniones y de una conversación telefónica de 45 minutos entre el presidente, Barack Obama, y su homólogo, Raúl Castro, se dio por cerrado el acuerdo que conlleva al restablecimiento de relaciones económicas y sociales, que confirman la apertura de embajadas y designación de embajadores, cooperación en materia de tráfico de drogas, terrorismo, servicios de salud y tecnología, incremento del flujo de información, viajeros, remesas familiares y servicios bancarios.
Esto sin contar con la instrucción de Obama a su secretario de Estado, John Kerry, para que se hicieran los trámites de retirar a Cuba como país patrocinante del terrorismo, mientras ambos mandatarios insistían en sus mensajes en el derecho de la isla a la autodeterminación.
Mientras el mundo celebra el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, y la opinión pública internacional centra su atención en la liberación de los presos cubanos y de Gross, quien estuvo empleado por DAI, una empresa con sede en Bethesda, Maryland, como parte de un proyecto ilegal financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en Cuba, con propósitos de subversión e injerencia, se acrecienta el panorama que insinúa un proceso que se relaciona con un conflicto actual y que podría responder a los intereses directos de las élites occidentales.
Es de recordar que en la Guerra Fría y especialmente durante la crisis de los misiles en Cuba en el año 1962, se concibió un conflicto entre los Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba, generado a raíz del descubrimiento por parte de Estados Unidos de bases de misiles nucleares soviéticos en territorio cubano.
Según lo reseña el periódico ruso Kommersant, en el año 2014 el gobierno de Rusia tuvo la intención de restaurar un nuevo apoyo técnico-militar de sus navíos en Lourdes (Cuba), donde durante 40 años dispuso de una serie de instalaciones operadas por el Servicio de Inteligencia Exterior ruso a menos de 180 kms de territorio norteamericano.
Fruto de la Guerra Fría y considerado el mayor centro de inteligencia en el extranjero de la extinta Unión Soviética, la base de Lourdes permitía monitorear un amplio espectro de las comunicaciones comerciales y gubernamentales que se generaban en el sureste de Estados Unidos. Los radares de la instalación fueron empleados para el espionaje y la intersección electrónica de comunicaciones confidenciales que vinculaban a mandos militares en el sur de la Florida,
Se calcula que la base de Lourdes le facilitaba a Moscú el 75 por ciento de la información militar sobre Estados Unidos. Desde allí, Rusia espió los planes bélicos de este país y la coalición internacional que emprendió la operación "Tormenta del Desierto" para sacar a las tropas invasoras iraquíes de Kuwait en 1991.
Estas instalaciones fueron clausuradas en el año 2001 tras una serie de acuerdos entre EEUU y Rusia, sin embargo, las negociaciones cambiaron con el paso de los años. En el 2012, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró que había considerado "ventajoso" para ese entonces cerrar el centro radioelectrónico en Lourdes, Cuba, a cambio de que George Bush, el entonces presidente de Estados Unidos confirmara la finalización de la Guerra Fría. De hecho, Bush había convencido a Putin de que el sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos, nunca se desplegaría en Europa del Este.
Pese a ello. Putin sostuvo que "los estadounidenses no son responsables de sus palabras", ya que en los últimos años, los EE.UU han creado una zona de amortiguamiento alrededor de Rusia, involucrando en este proceso no solo a los países de Europa central, sino también a los países bálticos, Ucrania y el Cáucaso.
En este contexto, percibimos cómo todo marcha según lo planificado con anticipación por Washington. Evidentemente vemos cómo La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), desea intervenir en Ucrania, nación que ha renunciado a su estatus de país no alineado, declarando su propósito de ingresar a la Organización, lo que provocó la cólera de Moscú, que condenó la decisión.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, indicó que esta decisión "tendrá consecuencias extremadamente negativas, y nuestro país se verá obligado a reaccionar", añadió.
Por su lado, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, advirtió que el abandono por Ucrania del estatuto de país no alineado "exacerba el clima de confrontación".
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Alexander Lukashevich, advirtió este 25 de diciembre que Rusia se verá obligada a adoptar "medidas adecuadas" ante una eventual ampliación de la OTAN hacia el Este, en alusión a las aspiraciones de Ucrania de incorporarse a la Alianza Atlántica.
En este sentido, solo quien no conozca la historia y los hechos reales y constatados, puede asimilar fácilmente estas renovadas relaciones entre Cuba y Estados Unidos y creer en una "nueva cara" que ahora muestra el gobierno norteamericano, que hace hasta lo inimaginable para no desinflarse (aún más) ante la opinión pública internacional y dar la imagen de "amigable", cuando el asunto se apega únicamente a sus propios intereses.
No es continuidad ni reanudación de la Guerra Fría, es una armamentísticamente ya perdida por EEUU que busca por todos los medios propiciar la guerra contra Rusia desde Ucrania para desmantelar la Unión Rusa.
Siendo así, resulta curioso el giro en las relaciones entre EEUU y Cuba, país que ha ejercido como contrapeso del poder norteamericano en toda América Latina, ¿es tan fácil volver y, sobre esa base entregarse al enemigo por simple y llana buena voluntad diplomática?
La decisión se toma en un momento de alta tensión entre Rusia y Estados Unidos, en el que la OTAN mueve las piezas ofensivas respecto al gobierno ruso en términos económicos a través de sanciones y maniobras en los precios del petróleo.
Este se visualiza como un momento muy "conveniente" para EEUU para reconciliarse con Cuba, ya que pudiese tener la intención de impedir que se repita la historia y que la isla disponga, tal como en 1962, de bases y misiles justo en su patio, lo que considerando su desventaja en términos de armamentos bélicos ante Rusia, lo lleva a un plano de temor y precaución.
Además su estrategia apuntaría a abrir relaciones con Cuba para infiltrar sus capitales y fortalecer su táctica de sabotaje interno, más aún, por su interés en evitar que Cuba disponga nuevamente sus espacios en Lourdes, donde por décadas fue observado a gran escala por la base de espionaje de la antigua URSS.
No es una maniobra de "amiguismo", pues ésta es netamente geopolítica, estratégica y militar.
Lo que se está forjando es una guerra por la hegemonía mundial. Los que dirigen la política exterior de EE.UU, son conscientes de que muy pronto dejarán de ser la primera potencia política y económica y de que el dólar dejará de presentarse como la moneda de reserva y referencia comercial mundial.
Además en la ONU, EEUU es abandonado a su suerte en las votaciones sobre el bloqueo a Cuba, con 188 votos por el fin del embargo, contra dos. Israel y la UE. Estados Unidos se ha visto solo y el reencuentro con Cuba es señal de ello. Ha sucumbido ante el multilateralismo y tiene frente a sí a Rusia y a China marcándole un alto en geopolítica.
Sólo a través de la guerra, la invasión y la injerencia, podrá sostener su economía y mantener su influencia, y si bien la Guerra Fría del siglo XX ha concluido, mientras exista el armamento nuclear para ello, seguirá existiendo la posibilidad de una contienda bélica en estos tiempos que acabaría con el mundo.
Lcda. Ileana Velásquez. Cualquier comentario o sugerencia puedes enviarlo al correo [email protected]o por Twitter @ilevelasquez.