A raíz del intento de golpe de Estado contra el gobierno revolucionario del Presidente Nicolás Maduro en Venezuela parecen florecer estrategias y personajes, quienes dejan caer sus máscaras y se muestran desnudos ante la opinión pública internacional.

Sus vínculos naturales con la derecha y sus intereses globales, no pueden permanecer ocultos por mucho tiempo y es así como no aguantan dos pedidas y reaccionan, cuando de ataques certeros contra el avance de las fuerzas revolucionarias y socialistas en el mundo se trata.
Hechos concretos como el reciente triunfo de Tabaré Vázquez en Uruguay y el del nuevo primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, son analizados en el tablero geopolítico y surgen ante ellos, nuevas estrategias para frenar su avance; no sólo ante la opinión pública internacional, sino en nuestro país, por ser ejemplo y punta de lanza en el mundo con su Revolución Bolivariana de Hugo Chávez.

Los poderes hegemónicos no pueden ver con buenos ojos el triunfo de la izquierda mundial; primero, porque les cambia las reglas de juego el campo económico y financiero y, en segundo lugar, porque dejan de tener injerencia sobre gobiernos que ya no son sus títeres, ni obedecen a control remoto a sus instrucciones e intereses.

La dinámica política es muy cambiante, pero detrás de la hipócrita diplomacia, aparecen grietas que asoman las costuras de los verdaderos intereses que tienen los ejes de poder en el mundo y de quienes han gobernado a sus anchas, detrás del trono y las cúpulas donde se mueven los hilos y “las claves ocultas del poder mundial”. (Ver obra de José Lesta y Miguel Pedrero).

Las jugadas que se han puesto al descubierto en Venezuela, gracias a las enseñanzas del Comandante Supremo Hugo Chávez ( a dos años de su partida) nos sirven para seguir fortaleciendo las estrategias y entender el significado de lo que está en juego, en los actuales intentos de golpe de Estado que contra Venezuela se han orquestado.

Por eso es bueno recordar, la claridad del Comandante Chávez cuando siempre nos decía: “Recuerden, compatriotas: esta batalla va a ser muy dura, porque no estamos batallando contra los factores de la oposición política venezolana, no estamos batallando tampoco contra los medios de comunicación; ¡no!, realmente estamos enfrentando al imperio norteamericano”.
En este orden de ideas, resultan muy acertadas las medidas diplomáticas que contra el gobierno norteamericano, asumió el Estado venezolano por decisión del Presidente Constitucional de la República Bolivariana, Nicolás Maduro Moros.

En el argot popular existe una conseja que dice “lo que es igual no es trampa” y eso es exactamente lo que ha hecho el Gobierno revolucionario del Presidente Maduro, ante los ataques del imperio en combinación con la oligarquía y la burguesía parasitaria venezolana, quien no cesa en sus propósito de concretar un golpe de Estado en Venezuela.

Su estrategia, a mediano y a largo plazo, ha continuado y su plan nos devela como los intereses involucrados van desde el Departamento de Estado norteamericano, liderado por el Presidente Obama hasta el Estado del Vaticano, encabezado por el Papa Francisco (asesorado por la CEV).
Por eso no resultan tan casuales sus declaraciones ante la opinión pública mundial sobre Venezuela; sólo que quienes manejan su agenda y el protocolo para la diplomacia, saben cómo preparar sus discursos; porque son ellos quienes en verdad, colocan las plantillas y deben leerlas primero, para su difusión y transmisión a través de los medios de comunicación y sus agentes de la opinión pública mundial.

Si la información que recibe el Presidente Obama desde Venezuela, está preparada por los mismos que planifican los golpes de Estado desde la propia Embajada de los Estados Unidos en nuestro país, desde luego que no le van a explicar cómo funciona la democracia representativa y protagónica, con 18 elecciones ganadas y que ellos mismos no logran comprender, por su ceguera de apoyar la fauna amarilla venezolana (Primero Justicia, PJ; Alianza al Bravo Pueblo, ABP y Voluntad Popular, VP) .

Por su parte, el Papa Francisco asesorado por la CEV y su Nuncio Apostólico Aldo Giordano, no puede señalar algo más disparatado que tratar de hablar de “momentos de aguda tensión en Venezuela” y expresar un rechazo a la “violencia”.

No es casual que hasta El Vaticano haya llegado el nombre del adolescente Kluivert Roa (en proceso de investigación en el Táchira, con detenidos por su muerte) y desde luego, guarden silencio por los 43 muertos por las guarimbas y los miles de muertos, a quienes recordamos en estos días por el “Caracazo”; ellos también merecen una oración.

En resumen, las declaraciones del Presidente Obama preparadas por sus asesores del Pentágono y ahora, las del Papa Francisco, escritas por sus obispos asesores de la CEV (quienes esta vez no le hablaron de capitalismo salvaje) desde luego, nos llevan a pensar y a concluir que los asesores del Pontífice y del Mandatario norteamericano, son los mismos.

¡Amanecerá y veremos!