Mons. Oscar Arnulfo Romero y José Gregorio Hernández

"La Teología de la Liberación es el camino para la liberación de los pueblos oprimidos de América Latina y del mundo". (Aló Presidente)

Hugo Rafael Chávez Frías

La importante decisión de la iglesia Católica de proclamar como beato al obispo de El Salvador Oscar Arnulfo Romero con la bendición del Papa Francisco desde El Vaticano, representa un mensaje que trasciende los linderos de la iglesia conservadora y del Opus Dei y ofrece una clara apertura a los postulados de la Teología de la Liberación.

Desde el Concilio Vaticano II (Juan XXIII), los célebres encuentros del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM – Medellín, Puebla) y otros encuentros religiosos que frenaron su avance, no se veía hasta la reciente postura del Vaticano una apertura a la teología de la liberación la cual se expresa con la reedición en el 2014 del libro "Pobre y para los pobres" de Müller y Gutiérrez; esta vez en italiano con prólogo del Papa Francisco y la presentación del padre Gutiérrez en uno de los auditorios del Vaticano, con un mensaje claro y preciso para la iglesia y sus seguidores en el mundo.

Mientras estos cambios se hacen sentir en la Iglesia universal, la CEV guarda silencio y está de espaldas a los cambios (desconocemos si enviaron delegados a El Salvador), aunque estos vientos de cambio tendrán que llegar tarde o temprano, hasta una cúpula conservadora y cada vez más alejada de los pobres como lo representa la iglesia venezolana.

En relación al acontecimiento ocurrido en El Salvador, el Papa Francisco dijo al referirse a la beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero lo siguiente: "siguió el ejemplo de Jesús al elegir estar en medio de su pueblo".

El Papa también recordó que el arzobispo Romero resultó muerto mientras estaba celebrando la eucaristía y se había consagrado especialmente a los pobres y a los oprimidos, lo cual le costó la vida.

Es importante recordar que en nuestro país los sacerdotes quienes se han atrevido a mostrar posturas de entrega y de apostolado al lado de los pobres, han sido apartados por la cúpula de la iglesia y por unos jerarcas conservadores quienes en el pasado, incluso, escribieron tristes capítulos con expulsiones de sacerdotes de los barrios, satanizados y odiados por estar al lado de los excluidos.

Desde la CEV se han lanzado no solamente duras críticas al actual proceso revolucionario, sino que han quedado para la historia sus posturas contra el Comandante Hugo Chávez, quien parodiando a Jesús de Nazaret aludía a las Bienaventuranzas del evangelio y calificaba a Cristo como el primer líder socialista de la humanidad.

La profundidad del mensaje de Jesús y su cercanía con los oprimidos, como lo representa la teoría del brasilero Pablo Freire, inspiró a varios prelados latinoamericanos a estudiar el evangelio a la luz de solidaridad humana y la lucha de clases pregonada por Carlos Marx. Son memorables nombres de sacerdotes y obispos latinoamericanos defensores de esta doctrina social de la iglesia como Camilo Torres Helder Cámara y Leonardo Boff, entre otros.

En Venezuela los niveles de identificación con la Teología de la Liberación o en otras palabras la iglesia de los pobres, no se han hecho esperar y existen algunos sacerdotes que se han identificado con esta posición, como por ejemplo Francisco Witak, Martín Camuñas, Juan Vives Suriá, Numa Molina y Roberto Vidal Atencio.

 

 

Los obispos agrupados en la CEV parecieran guardar silencio o en la mayoría de los casos, esconden su posición oligárquica o de defensa a una iglesia conservadora. Un ejemplo de ello lo constituyen los obispos Antonio Padrón Sánchez, Baltazar Porras o Roberto Lücker, por citar sólo algunos de ellos, mientras que otra gran mayoría de prelados se hacen los policías de Valera.

En realidad la iglesia Católica venezolana guarda una postura moderada en relación a su inclinación por los pobres; quizá por no mostrar abiertamente su verdadera posición política, la cual los identifica con una clase social aristócrata y oligarca reflejada en la oposición.

Los vientos que soplan desde El Vaticano impulsados por el Papa Francisco, tarde o temprano llegarán a Venezuela. Sobre la cúpula cerrada de la CEV tendrán que venir fuertes sacudidas y una abierta identificación con el verdadero mensaje de Jesús.

La Iglesia de los pobres es una realidad indetenible y no debe representar ningún misterio para los prelados de la Iglesia católica venezolana, quienes hasta ahora han frenado la santificación del "Siervo de Dios" José Gregorio Hernández.

El pueblo venezolano espera que junto al beato Obispo de El Salvador, monseñor Oscar Arnulfo Romero se abran las puertas del cielo y con el impulso desde la tierra del Papa Francisco, quien hasta el momento ha demostrado ser como el apóstol José Martí al echar su suerte y apostar por los pobres de la tierra, a quienes defendió hasta con su vida Jesús de Nazaret.

¡Amanecerá y veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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