Hace pocos meses, escuchábamos a Barack Obama en su intervención en la Cumbre de las Américas, decir: Que a él no le interesaba seguir hablando de batallas que habían empezado antes que él naciera. Esto en respuesta a la intervención de Rafael Correa que como ya sabemos, Corre al igual que Hugo Chávez, predica, y revive la historia la traen al presente. Y nos hacen entender el porqué de la revolución bolivariana en Venezuela y la revolución ciudadana en Ecuador. Y es que la historia lleva consigo la marca indeleble, de los combates, las victorias, la eterna lucha por tratar de conseguir la igualdad, la libertad y la soberanía de los pueblos. Pero sobre todo la sobrevivencia de la especie humana, que siempre se ha visto mancillada y atacada, por los imperios de hoy y de siempre, y de esto dan perfecta cuenta nuestros pueblos originarios, en la historia de nuestros países, que fueron los primeros, que sufrieron los embates de ese poderío y que aún hoy quinientos años después, seguimos en la misma lucha.
Obama en su discurso dice querer cambiar la historia. Pero vemos con preocupación que no dice que cambiará la estrategia, para hacer una nueva historia. Aquí en nuestro país nosotros podemos decir orgullosos, que Hugo Chávez cambio la historia, aun cuando la batalla continúa, y continuará mientras Venezuela, continué poseyendo las riquezas que la gracia de Dios le otorgó, a esta maravillosa tierra. Y mientras tengamos actores políticos con sus intereses inclinados al norte, la espada de Bolívar no volverá a ser envainada.
Ahora bien, tal cual como lo hizo Obama en su momento (dejar la historia atrás) David Granger, presidente de Guyana, quiere de forma abrupta revocar la historia, abolir un acuerdo firmado antes que él y nosotros naciéramos, pero que continua vigente con sus mismas cláusulas y fundamentos y al que Venezuela le ha dado un profundo respeto, porque según él: Ese asunto quedo resuelto hace 116 años atrás, un hombre que con su ímpetu adoctrinado y apadrinado por los EE.UU desde que llegó al poder, su primer decreto fue irrumpir contra Venezuela, para saquearle sus riquezas en la zona fronteriza, echando por el caño años de reclamo y de respeto mutuo para ambas naciones
Tendríamos que recordarle al señor Granger que hay casos que no prescriben y este es uno de ellos, es bueno que desenterremos la historia, porque en ella está escrito que el Esequibo nos pertenece, por Ley y por derecho. Ya no estamos en la época de la colonia en donde un imperio avasallaba a un pueblo, como cuando llegó Colón a nuestras tierras, apadrinado por el reino de España a saquear nuestras tierras y asesinar nuestros aborígenes.
David Granger no es un conquistador, es un peón del imperio, puesto allí para atacarnos, como tal vez nunca se haya atacado a Venezuela desde Guyana, las declaraciones impropias y groseras emitidas por el Sr. Granger, han sido de provocación absoluta para el gobierno venezolano. Nos sentimos indignados cada vez que escuchamos a este señor hablar de NUESTRO ESEQUIBO como si fuéramos nosotros los invasores.
Estamos seguros que nuestro presidente, nuevamente logrará mediante el diálogo y su bandera de paz por delante, conquistar la victoria, para nuestro país en esta nueva arremetida que le hacen a esta patria.
Nosotros como venezolanos, abogamos hoy mañana y siempre porque reine la paz, pero sin quitarnos las botas, por si hay que salir a defender nuestra soberanía en el terreno que haya que defenderla.
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