No más, bastó que los rusos bombardearan parte de la infraestructura de guerra de los terroristas, para que todo occidente imperialista brincara del ardor que le provoca la mutilación de una parte de su cuerpo diabólico. Y dirigiera la guerra no contra el terrorismo sino, contra Rusia.
Y no es para menos, pues la efectividad de la actividad militar unida de rusos, persas, sirios, kurdos e iraquíes + Hezbolá, ha puesto en penurias a los terroristas y sus soportes internacionales, y ha fortalecido la imagen político-militar de esta alianza.
El defecto de la táctica antiterrorista euro-norteamericana consiste en que conciben la lucha contra el Estado Islámico, Al Qaeda y al Nusra solamente como propaganda, y el enfrentamiento militar concreto, es el que llevan a cabo contra las fuerzas armadas del gobierno. Pues, es evidente que en un año de bombardeos lo que han logrado es la destrucción de Siria, el desplazamiento de más de un millón de habitantes, y el fortalecimiento del Estado Islámico.
De aquí que el lado por el cual las fuerzas euro-norteamericanas, buscan la solución del conflicto sirio, es el lado equivocado. Pues ellos buscan un cambio político de régimen, no una lucha contra el terrorismo.
Allí se perdieron tácticamente, al pensar que podrían aprovecharse de los triunfos militares de la unión de fuerzas (Rusia, Siria, Irak, Irán, + Kurdos y Hezbolá) y que ellos llegarían solamente a recoger los logros e instalarse políticamente en el escenario.
No es así, en la realidad las cosas están cambiando concretamente por la lucha de rusos, persas, kurdos y de Hezbolá y son ellos los que determinan la historia. Y no serían tan ingenuos para dejarse arrebatar de los norteamericanos, lo que tanto sacrificio ha costado a los pueblos, que hoy están derrotando al terrorismo.
Hoy, son un poder real en la lucha contra el terrorismo internacional: los rusos, el ejército gubernamental de Siria, los kurdos, Hezbolá y los persas. Son estas fuerzas unidas, las que garantizarán la estabilidad y el progreso de una buena parte del Medio Oriente, son ellos los que están cercenando la cola del demonio imperialista internacional.
Son ellos los que rejuvenecen la esperanza de vida, de dignidad e independencia de los países amenazados por el terrorismo imperialista.
Ese tufo a azufre, que sintió Chávez en el podio de la ONU, es el tufo del mismo diablo que está siendo derrotado en Siria y se pasea por Latinoamérica. Ese es el verdadero enemigo de los pueblos que quieren ser libres. Ojalá que ese diablo sea derrotado también, en América Latina y que los revolucionarios se unan a quienes combaten al imperialismo, y se pongan a batallar del lado correcto.
No es cambiando a Maduro que se va a derrotar la derecha, la derecha se derrota, poniéndose del lado de la revolución, que está urgida de ganar las próximas elecciones. Y para ganar las elecciones, se tiene que reconocer la naturaleza de este momento.
Este momento es de unidad, no de fraccionamiento, ni de apoyo desganado, rechazo o abstención, sino de soporte activo al proceso electoral de diciembre. Este momento, no es para ver la lucha política desde el punto de vista del liderazgo de las ideas socialistas.
Se tiene que actualizar concretamente, la coalición de fuerzas contra la derecha y restaurar con esperanzas de futuro, las alas rotas por el pragmatismo del presente.
Si Chávez olió al verdadero enemigo, ese enemigo está cerca.