Las bombas anti bunker de los rusos, removieron los túneles y desvelaron los decadentes juegos de tronos de quienes quieren repartirse Siria. Miremos este juego:
La humillación de los norteamericanos.
Para agregar un punto más a la humillación que los rusos le han provocado a los norteamericanos con la ofensiva exitosa contra el terrorismo en Siria, el Pentágono, la CIA y la Casa Blanca deciden enviar tropas a Siria, aprovechando el domo que la poderosa ofensiva aérea rusa y la artillería e infantería siria, han creado en su lucha contra el terrorismo.
Así, los norteamericanos bajo el paraguas ruso, aparecen como ineptos y cobardes en su lucha contra el terrorismo, y como oportunistas que quieren mantenerse en el terreno, jugándose el trono en la Reunión de Viena, con la apuesta de encontrar apoyo internacional para los “terroristas moderados” y la oposición, que quiere derrocar al presidente Bashar al Assad.
Esta posición de los norteamericanos, no hace más que dilatar la solución al conflicto y entrampar la búsqueda de negociaciones encaminadas a una solución política; pues los norteamericanos y sus aliados, buscan en las Reuniones de Viena un “refill” o recarga política, que les sirva de apoyo internacional para mantenerse con sus terroristas (los terroristas moderados) en el escenario militar sirio.
El conflicto en perspectiva
Si los norteamericanos continúan con su enervado anti Basah Al Assad y con el apoyo a los terroristas, cuando en el escenario internacional sobre la cuestión Siria, han aparecido China e Irán, apoyando la solución política al conflicto y una medida de cese al fuego y en el terreno de las acciones militares, los rusos han golpeado estratégicamente la infraestructura militar del terrorismo y el ejército sirio los ha corrido de muchas localidades que controlaban y les ha ocasionado cientos de bajas y capturas, en perspectiva se detecta dos cuestiones: que la guerra siria la está ganando el gobierno con el apoyo de los rusos y que los que están perdiendo Estados Unidos y sus aliados, podrían estar entrando en un juego muy peligroso de generalización de la guerra, no contra el terrorismo, sino contra Rusia, Siria e Irán.
Con la posición de los euro-norteamericanos y sus aliados no se puede esperar más que la prolongación de la guerra; sin embargo, si los rusos y el ejército sirio consiguen derrotar en corto plazo a los terroristas, que es lo que está sucediendo realmente en la guerra, podrían suceder tres cosas:
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Que para evitar la humillación militar, los euro-norteamericanos y sus aliados metan sus tropas ilegalmente al terreno, acciones que elevarían el nivel del conflicto y prolongarían la guerra.
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Que la prolongación de la guerra implicaría un enfrentamiento general de Rusia contra Estados Unidos y sus aliados, en primer término en Siria y dependiendo de la complejidad de la guerra se podrían involucrar sus propios países.
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Que, si los rusos y el ejército sirio derrotan a corto plazo a los terroristas, dejarían sin base real de apoyo, las pretensiones militares de los norteamericanos y dificultarían la justificación política de la guerra. Esto posibilitaría la salida política del conflicto, en el que tendría mayor fuerza el presidente Al Assad.
Ante esta tenebrosa perspectiva, meter las tropas ilegalmente a Siria, sería un error fatal para cualquier país.