Se hace necesario revisar minuciosamente lo ocurrido en Argentina, donde luego de tres periodos de la Izquierda se pierde la Presidencia de este hermano País, desmoronando los sueños de quienes vienen soñando con un futuro mejor.
Nuestra América que se ha venido empinando ante la derecha internacional hoy sufre un fuerte revés, hay quienes le echaran la culpa a distintos factores, pero aquí no valen culpas, ya lo que queda es una revisión profunda de los motivos que llevaron a la derrota y recomenzar con la valentía que caracteriza al pueblo argentino exigiendo respeto a los beneficios alcanzados hasta ahora para que no se regrese a la oscuridad.
Sabemos por sus prácticas que al señor Macri se le irá el tiempo dedicándose a la intromisión en asuntos de nuestros países y es muy poco lo que puede ofrecer a la mayoría que los eligió, porque ellos regresan con el fin de aplicar una cartilla impuesta desde el imperio con el fin de desestabilizar a la región, este tiempo debe aprovecharse para engrasar los motores y con la frente en alto retomar el rumbo que le dio Kirchner.
Ahora, nos toca a nosotros revisar que afectación puede traer este triunfo de la derecha argentina en nuestra región y de qué forma puede afectar el curso de nuestras relaciones con mecanismos como Mercosur, Unasur, y Celac, conocida la Intensión de Macri de invocar la clausula democrática de Mercosur contra Venezuela.
El Imperialismo Norteamericano debe estar brincando en un solo pie al sentirse triunfadores, y hasta usarán esto para fortalecer sus campañas mediáticas intimidadoras contra nuestros pueblos, pero ya en nuestra América se pegó un grito de libertad que retumba en cada rincón de nuestro continente, aquí hay una revolución en marcha que no está dispuesta a retroceder, hemos aprendido en las dificultades a volar con el ala rota y retomar el perfecto vuelo.
A los venezolanos los invito a encender nuestras alertas y levantar los ánimos para lograr una victoria contundente este 6 de Diciembre, no debemos ceder ni un centímetro de los avance de nuestra revolución, son más de 17 años de avanzada hacia el desarrollo, donde la mayor inversión se ha hecho en lo social, hemos crecido en educación, salud, vivienda, infraestructura, vialidad, somos ejemplo en el mundo reconocido por la UNESCO, en cada hogar venezolano se palpa la inclusión social y el beneficio de nuestro proceso revolucionario, no permitamos que nos roben nuestros sueños.
Debemos lavar los trapos sucios en casa y evitar que el imperio meta sus ensangrentadas manos en los asuntos nuestros; y después del 6 de diciembre retomar junto a nuestros diputados y diputadas progresistas la revisión, rectificación y reimpulso para enrumbarnos de manera definitiva hacia la Patria que soñamos, de lo contrario estaríamos dando un gigantesco paso hacia atrás.