No pretendemos ser videntes, simple y llanamente nos mueve el palpito que sentimos al ver los desvaríos de un sujeto que le ha quedado grande la presidencia de una gran nación, con un pueblo martirizado, pero nunca vencido, pues las muestras de resistencia que ha dado a lo largo de su historia antifascista, así lo demuestra. Una Argentina, que se ha levantado desde las catacumbas del terror impuesto por los militares cavernícolas: Onganía, Viola, Videla, Massera y toda esa caterva de criminales de guerra que pusieron en práctica durante las dictaduras, los más abyectos abusos contra el pueblo desarmado.
El descanso de tres lustros con el triunfo de Néstor Kirschner, en dos períodos seguidos y los de su esposa Cristina Fernández, le permitió al pueblo argentino respirar nuevos aires y alcanzó logros, que no había tenido en toda su historia y lo más importante, someter al imperio de la justicia a quienes prevalecidos del poder de las armas degradaron y pisotearon hasta la saciedad al pueblo luchador, cuyo heroísmo le permitió recuperar su libertad y limpiar el nombre de patriotas que habían sido satanizados por los cobardes, permitiéndoles de paso, como lección de vida el derecho al debido proceso y a la defensa, principios que esos "Cachorros del Pentágono", negaron a sus víctimas, que terminaron sus días en las profundidades del mar. atados de pies y manos, con vida, a un saco de piedras y lanzados desde un helicóptero.
Desafortunadamente pudo más la calumnia y la manipulación de la canalla mediática que la lealtad y amor del matrimonio Kirschner , cuyo legado fue desdeñado por el pueblo elector, para darle el triunfo a un sujeto que de estadista no tiene ni la sonrisa, porque es una mueca como la de todos los explotadores del trabajo humano para satisfacer sus ambiciones de mafiosos insaciables.
En Venezuela tenemos un decir popular que expresa: "El que nace barrigón, ni que lo fajen chiquito". Es el caso de Mauricio Macri, que jamás será presidente, porque su prepotencia, su engreimiento y su crasa ignorancia que de casualidad le ha permitido contar los reales que le dejó su padre, no le permite calzar los puntos para dirigir los destinos de una nación tan culta y con una carga histórica como Argentina.
Este señor ha puesto de manifiesto su torpeza, apenas conoció los resultados de las elecciones del domingo 22 de noviembre, cuando en la primera rueda de prensa ofrecida, se erigió en reyezuelo del MERCOSUR y de una vez en su onanismo mental, expulsó a la República Bolivariana de Venezuela del foro económico del Sur. Luego en la segunda oportunidad que aparece ante la prensa, después de la reunión oficial con la presidenta Cristina, para articular el protocolo de la transmisión de mando, salió a descalificar a la mandataria y prácticamente a decir que había perdido su tiempo. Aunque parezca extraño, pero el síndrome de la misoginia, es una patología que marca a la nueva derecha Latinoamericana. Son los mismos en el continente. La vieja derecha quiso dominar y poner a su servicio a la mujer y, fracasó. Esta nueva derecha la detesta y si pudiera aniquilarla seguro que no lo dudaría, por eso no tiene vida.
No se necesita tener poderes extrasensoriales, para augurarle a este "Cachorro del Pentágono", una suerte semejante a la que tuvo Fernando De la Rúa. Ya lo veremos saliendo entre gallos y media noche en un helicóptero desde el palacio de gobierno. El pueblo argentino pudo equivocarse, pero no es mentecato y no va a dejar que un recién vestido de la política, por el hecho de tener mucho dinero le venga a arrebatar lo que le ha costado sangre, sudor y lágrimas, conquistar.
Si a Cristina le hicieron la vida imposible los Fondos Buitres y las mafias empresariales de la derecha interna y externa, a este improvisado se la harán de cuadrito los colectivos organizados que van a defender el legado de Néstor y la lealtad y amor hacía su pueblo de Cristina, que pese a la guerra que mantienen en su contra los misóginos herederos del Plan Cóndor, se mantiene allí con su dignidad dispuesta a continuar la lucha que desde muy joven inició al lado de su pueblo.
Al nuevo inquilino de la Casa Rosada tendrán que cortarle la lengua para que deje de ponerla del tamaño de una catedral cada vez que abre la boca, porque se va de jeta, está como desenfrenado y ni siquiera se ha informado cuales son sus atribuciones como presidente de la república; sino revisen el papelón que hizo, al creerse el reyezuelo de MERCOSUR. Al creer que ganó las elecciones también en la República Bolivariana de Venezuela, sobre la cual ya tiene opinión y proyectos para cambiarla. Sus sueños de grandeza, le hacen pensar que se convertirá en el nuevo líder de Suramérica para someter a los pueblos, que hace más de quince años se levantaron y como un solo hombre decidieron ser libres. Ese milagro solo lo alcanzó el Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, que si era un estadista, humanista, con un coeficiente intelectual, que este señor amasa fortuna, está a cien años luz de aproximarse.
Definitivamente a este señor que pretende como decimos en Venezuela "Meterse a cura sin saber el Padre Nuestro", en vez de las puertas de la Casa Rosada, van a tener que abrirle las puertas del mayor manicomio, que tenga la hermana república.
Todavía no ha caído en cuenta que ha sido designado presidente de un país culto y con arrestos de hidalguía, en su historial de lucha contra el fascismo, que precisamente lo encarna el señor Mauricio Macri. Todavía este ciudadano no ha sabido distinguir entre la República de Argentina y una de las fábricas que le dejó su padre. Por esa y muchas razones más pensamos en el incierto futuro de la presidencia de Macri.