Todo pudiese haber empezado hace decenas de miles de años terrícolas, que es lo mismo a unas semanas o inclusive días, en el inaccesible y lejano espacio. De allí emergieron los ángeles de Dios, todos representaban el bien, solo lucifer, se revelo en contra, encarnado en el mal. Pudiésemos decir que el mal es gemelo del bien, nacieron juntos, jamás se han separados, pero el bien, infinitamente nunca venció al mal, en esta vida terrícola. Todos los demás ángeles juntos, no logran interferir o interrumpir, a su semejante hermano, lucifer, viéndolo como sin saciarse, domina, esclaviza y manipula al 99.94 % de los indefensos, imperfectos y sumisos seres humanos, con su libre albedrío. Solo pocos logran alzarse en contra de los sin fines de comodidades, tentaciones, provocaciones, riquezas, que solo el afrodisiaco e irresistible diablo, pudiese facilitar.
Encarnado de diferentes formas, reside en todo el planeta tierra, indudablemente es odiado por el 99.99% de los mortales, pero insólitamente son sus sumisos, encantados y fieles siervos, esclavizados en los diversos departamentos, formas, acciones y deseo. La lucha entre el bien y el mal es inicua, ya que el mal representa el poder, en cambio el bien siempre resisten las interminables batallas y por generaciones. Los horrores, errores, y masacres que causan los poderes establecidos, siempre se encuentran invisibles, muy bien encubierto, o cobardemente silenciado, en cambio el bien, que es además imperfecta, cuando se equivocan, serán señalados, bombardeados y desprestigiados, legalmente como corruptos, en cambio al contrario se encubren, ocultan o velan sus pecados.
Las explosiones en Bruselas, París, Madrid, New York, Oklahoma, Buenos Aires, etc, son indudablemente obras de la mafia khazaria Rothschild, asalariando asesinos de diversas nacionalidades, religiones y razas, pero solo uno dirige las desgracias, el amo mayor, su dios baal, mejor conocido como, Lucifer. Ahora bien, gracias a estas acciones sanguinarias a nivel mundial, muchas libertades fueron usurpados a los pobladores mundiales, peor aún, los consienten y admiten los dictamines inhumanos y dictatoriales, ya que hay un supuesto monstruo, engendrado por ellos y estampados a otros. Las cadenas se recortan, las libertades se disminuyen, mientras la esclavitud se va esclareciendo.
Las continuas masacres por parte de la MKR, a las infraestructuras, fabricas, escuelas, hospitales y civiles, afganos, iraquíes, sirios, libios, sudaneses, palestinos, y yemeníes, son tolerables para las naciones unidas, orquestada por la mano invisible, hasta que los descubren, la OTAN. El mundo le duele, pero calla, lo ve, pero lo ignora, lo sufre, pero lo olvida, cuando lo confronta, lo ignora, cuando te revelas, te acobarda, y cuando te señalan, los repudias. Solo los EX agentes de la ONU y OTAN, que sus voces ya no tienen valides, repudian y les duelen, pero cuando se encontraban dirigiendo estas dictatoriales organizaciones, también sus antecesores y EX, repudiaban sus erróneas políticas, igualmente. Todo para generar un supuesto equilibrio a la opinión pública, que jamás se fomentó. Los gritos de estos sufridos pueblos retumban en el vacío de la conciencia de estos dirigentes internacionales, dudo de que pertenezcan a la raza humana.
Nos aterran con sus faenas diabólicas e inhumanas, transformándonos en sumisos y obedientes civiles, dispuesto a todo, con tal desaparecer al monstruo creados por la MKR, e implantados en las disciplinadas y dóciles conciencia planetaria. Siete billones de seres humanos los saben, lo sienten, lo ven, lo disimulan, y en ocasiones cobardemente culpan a los martirizados, por querer ser libres, autónomos y resistir los caprichos de la nueva orden mundial, implementada por la MKR, y ejecutada por sus maquinarias bélicas.
Esta mafia, no tiene patria, pero coexisten en todas las naciones, dueños de las bancas y bolsas mundiales, creadores, financiadores y acreditadores de todas las guerras desde el siglo XIV, hasta la actualidad, ahora imponen forzosamente la nueva orden mundial. Los primeros en implementarlos, fueron sus principales peones, que a su vez dirigen y presiden los países del eje imperial, desfavoreciéndoos, esclavizándoos y traicionándoos, al pueblo que los eligieron. Primero delataron a sus naciones y ahora desean implementar este nuevo ordenamiento, diabólico e inhumano, al resto del planeta, quienes los resisten, tendría dos escogencias, Siria y Yemen, sería un buen ejemplo, Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela es el otro patrón, pero en todos conservan la misma esquema, divides y reinaras.
Me das las tetas, o te destruyo, te esclavizas o te martirizo, te prosternas o te perseguiré, son algunas de las otras opciones que el mundo tendría derecho a escoger, y todo lo demás politiquería, sean internacionales, nacionales o regionales, son simple y ordinarios contornos, a la grave situación que atraviesa el planeta. Jamás la desesperación del diablo estuvo a este nivel, la insaciable gula es contundente, los tambores de guerras estremecen los violentos vientos huracanados, varios misiles nucleares fusionaron, en Yemen, y China, sin reacción del mundo, o la divulgación de estos inmensos acontecimientos mundiales, durante 2015. Solo la madre patria rusa, presidida por el humanista Putin, dijo en diversas ocasiones últimamente, esperaría que no nos provoquen a utilizar nuestras armas nucleares también.
En cambio mi querida y muy amada Venezuela, aún se encuentra sumergida en el bochinche político.