Este noble, hermoso e insigne verbo, en el idioma árabe, ha sido agraviado, difamado e indebidamente endemoniado en el ámbito mundial, al asociarlos con y estamparlos por, los asalariados mercenarios, que se auto proclaman musulmanes, concibiendo supuestamente un Jihad imaginario e indisputablemente anteislámico. Constriñen todas las doctrinas, y normas islámicas, que es simple, estricta y clara. Es prohibido arremeterse en contra o invadir a un tercero y el asesinato a cualquier ser humano, hace estremecer todo el universo, así lo dictamina el islam, aunque dolorosamente comprometen a todos los seguidores, de las diversas e infinitas creencias, incluyendo los musulmanes.
Jihad, significa la pendencia o el sacrificio imperecedero y continuo. En el mundo árabe e islámico, decenas de miles de hombres con linajes semitas, musulmanes, cristianos, drusos, alauitas, ortodoxos y católicos, llevan el nombre de Jihad. Cualquier mortal que alcanza el éxito o llega a su meta, lo forjó a través de un inmenso Jihad. Igualmente ustedes, estimados lectores y lectoras, conciben un Jihad, por conocer otro punto de vista, e incrementar vuestros conocimientos culturales. Mientras crecen los esfuerzos, sacrificios o disputas para lograr vuestros objetivos humanos, más grande será el Jihad.
El Jihad, para el islam, tiene dos significados cruciales, con inmensa, pesada y constante carga. Tendría que ser una obligación a todos los musulmanes. Personalmente me atrevo a escribir que la humanidad entera, debería consumarlos.
1) Jihad mayor. Es el más difícil de cumplir, aumentando la complejidad para muchos e imposibilidad de imaginar a otros. El significado del Jihad mayor, es la continua lucha que deberían sobrellevar en cada instante de nuestras vidas, a no cometer algunos deslices, encabezados con los 7 pecados capitales. No existe un Jihad superior en el islam, que las personas libres de todas estas imperfecciones, antes los conocimientos del legislador del universo, Dios. Todos los mortales sin excepción, somos imperfectos, fáciles de ser tergiversados por el farandulero Lucifer, que depravo y envicio con sus irresistibles tentaciones, a la inmensa mayoría de los hijos de Dios.
2) Jihad meno. Es dificultoso de efectuar, pero menos laberintos de custodiar, ya que es un solo deber a consumar. La resistencia en contra los invasores o agresores es obligatorio hasta expulsarlos, aunque les tomen varias generaciones en lograrlo, todos los resistentes musulmanes o no, caídos en cualquier guerra impuesta en contra sus voluntades por invasores foráneos, son considerados mártires, en las leyes islámicas.
Los peores son los capitalistas, que se proclaman intelectuales y algunos son profesionales, defienden insaciablemente sus disfrazadas, invisibles e inconscientes gulas, sin importar el perjuicio que causaría a un tercero, sus glotonerías desbordan sus conocimientos, sus ambiciones reniegan a sus sapiencias y sus cobardías desbordan a sus dignidades, olvidando una simple inconveniencia. *Todos somos iguales ante Dios*.
Cuando le nombra, Al Mas Grande, glosarían, a que no metamos la religión en la política. Cuando le aclara la perspectiva, entre el bien y el mal, en donde ambos acciones o funciones, lamentablemente siempre son capitaneadas por imperfectos, débiles, sumisos y maniobrados mortales. El mal, siempre se escudan con las imperfecciones y corrupciones que cometen los defectivos dirigente del bien, protegiendo (el mal) sus intereses económicos, y abanderados con las tentaciones que solo el diablo pudiese ofrecer. Cuando no les quedan más argumentos para proteger, encubrir, defender y resguardar el mal, los letrados pudientes emitan a los abusadores políticos, rebasando sus agresividades, colmando sus brutalidades y perdiendo sus seriedades. La ignorancia de los supuestos eruditos y gubernativos, aún son vírgenes, del inmenso y honorable verbo, Jihad.
Todos los días en nuestra manipulada y bochinchera república, el Jihad es ineludible de los patriotas venezolanos, representados con diversas ideologías y creencias, trabajadores y trabajadoras, civiles desarmados y pacíficos residentes, a diario madrugan para hacer su Jihad, yendo a trabajar o estudiar, algunos no llegan a sus faenas, otros jamás retornan a sus casas. Caen mártires de la nación, a manos de los cobardes y armados escorias, de nuestra sociedad.