El próximo domingo 15 de mayo tendrán lugar los comicios nacionales cuatrienales en la República Dominicana, para supuestamente “elegir” a todos/as los/as integrantes de todos los poderes temporales del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Municipal; seguidos a continuación de las escogencia del poder electoral y el poder judicial, que deberán reconstituirse desde el nuevo Senado de la República, al inicio de este próximo periodo constitucional 2016-2020.
Claro está, que los poderes permanentes (imperial-transnacional, empresarial-local, mediático, policial, militar y eclesial), no entran en ese “colada”; no pasan ni siquiera por elecciones amañadas o manipuladas como la que se están realizando en este hermoso pero saqueado país caribeño. Permanecerán intactos.
CUADRO INSTITUCIONAL DEL PROCESO
El deterioro de las instituciones y la degradación de este proceso camino a las votaciones fijadas para esa fecha y de cara a sus resultados, han registrado varios saltos negativos que descalifican aun más la pregonada existencia de un sistema democrático y la posibilidad de unos comicios mediamente libres en nuestros país.
La descomposición tanto del sistema tradicional de partidos como de los mecanismos electorales se ha evidenciado en grados sin precedentes, aflorando su curso fraudulento junto a la pus que emana de la propia Junta Central Electoral-JCE y del Tribunal Supremo Electoral-TSE (instrumentos del partido de gobierno), llegando la JCE al extremo de violar su propia ley, resistiéndose a transparentar todos los pasos previos el conteo de los votos y manipular el proceso; colocándose además abiertamente al lado de los candidatos/as del partido de gobierno (PLD) y contra una oposición también conservadora, cuyos jefes han tardado en reaccionar frente a esta evidente degradación impuesta desde hace varios años.
Lo acontecido, tanto en meses recientes como a partir de la imposición de la Constitución neoliberal y autocrática del 2010, seguida del asalto institucional protagonizado en los últimos años por del derechizado Partido de la Liberación Dominicana-PLD (liderado por el ex-presidente Leonel Fernández y por el actual presidente Danilo Medina), han reforzado las razones que sustentan la negativa de nuestra IZQUIERDA REVOLUCIONARIA-IR (*), a legitimar esta dictadura política corrompida y la farsa electoral impuesta desde las cúpulas de la clase dominante-gobernante dominicana.
Asimismo esa palpable realidad ha fortalecido nuestra decisión de emprender desde ahora, trascendiendo esta coyuntura electoral, una línea de acción y una propuesta política destinada a provocar una ruptura de este orden constitucional viciado, corrompido y antidemocrático, para reconstruir la república sobre nuevas bases programáticas y jurídico-políticas a través de una Constituyente Popular y Soberana.
COMPETENCIA DESIGUAL ENTRE DERECHAS OFICIALISTAS Y OPOSITORAS
Este deterioro a su vez revela que las derechas políticas y sociales de este país no respetan los derechos del pueblo. No lo hacen ni las derechas gubernamentales ni las opositoras, las dos derechas que han dominado la presente competencia electoral.
Incluso partidos del llamado “centro-progresismo” -unos temporalmente alejados del oficialismo y otros auténticamente opositores- lo hacen en forma ambigua e inconsistente, y más de palabras que con hechos y movilizaciones masivas; asociados unos, otros no, a las derechas tradicionales.
Solo en días recientes, a punto de consumarse la trampa, el abanico vario-pinto que funge de oposición electoral comenzó a protestar con cierta energía frente a las descaradas señales de fraudes en los anunciados mecanismos del escrutinio electoral.
El derecho a votar, como el de no votar, por ejemplo, es inseparable del conteo honesto y verificable de los votos y la abstención, del arbitraje confiable, de la competencia equitativa, de normas claras y respeto a las mismas, de la libertad de elegir dentro de los partidos y dentro del sistema de sufragio, de la libertad de asociación manifestación y expresión; de la erradicación del ventajismo, soborno, extorsión, la compra de conciencias, abusos de poder y demás variantes de la corruptela política. Todos escamoteados con singular desfachatez.
Sí, esos y otros derechos vienen siendo constantemente violados, atropellados, burlados… desde hace años y muy drásticamente por el corrompido, prepotente y autoritario régimen del PLD, que ahora ha llegado al colmo del engaño y del cinismo; consolidando mediante un ventajismo brutal la posible reelección del Presidente Danilo Medina e intentando arrebatar -mediante fraudes adicionales de última hora - múltiples cargos electivos a nivel congresual y municipal que lucen inciertos para el oficialismo, amenazados por el voto castigo a favor de opositores/as, predominantemente pertenecientes al campo de las derechas no oficialistas.
Unas derechas opositoras realmente democráticas, que se hubieran respetado mínimamente a sí mismas y que por los menos hubieran respetado los derechos democráticos del pueblo, nunca debieron replegarse pasivamente durante años frente a esa suma ignominiosa de violaciones y atropellos a libertad. Ni aceptar la composición espuria de esos organismos estatales, incluidos los de arbitraje electoral. Mucho la manera como todo el peso del Estado y de mafias políticas y empresariales se vuelca contra todo lo que se le opone, soborna, compra partidos y delegados/as avasalla con una avalancha de dinero, propaganda y compra de votos y conciencia.
Debió tomar calles e impugnar todo esto desde hace tiempo. Pero ese no ha sido el caso del Partido Revolucionario Moderno-PRM (salido de las entrañas del vieja y corrompida socialdemocracia-PRD), ni de su candidato presidencial, el empresario Luís Abinader, ni de sus fuerzas aliadas, que como coalición centro-derechista conforman el único polo opositor competitivo, arrastrando como adorno a una falsa izquierda que se ha tornado esencialmente sistémica y subordinada. Y eso es culpa de sus jefes y yo diría que se trata de una conducta motivada por una persistente degeneración ideológica y moral, muy propia de las elites de una partidocracia tradicional infectadas de neoliberalismo y corrupción.
La necesaria impugnación con movilización y protestas en calles, campos y plazas no debió ser punto ocasional de una débil agenda de última hora. En verdad solo cuando el agua le llegó al cuello, faltando horas para que la trampa descrita sea consumada, esa oposición electoralista puso en marcha algunas iniciativas que pueden bloquear una parte de las trampas, no todas.
CONSTITUYENTE SOBERANA FRENTE A ENTREGUISMO EN AMBOS LADOS
Esa actitud, en buena medida pusilánime, incluye una cierta apelación de sectores de la coalición opositora a la injerencia estadounidense, dado que la Administración Obama ha guardado cierta distancia frente a los excesos de corruptela, prepotencia y despotismo del gobierno del PLD, temiendo un incremento del deterioro institucional; todo esto precisamente en un momento en que el Departamento de Estado y el Pentágono no esconden su decisión de “custodiar” en detalle el proceso de re-colonización en esta isla, recurriendo incluso a un incremento de su presencia militar y política en la parte dominicana en estos días de elecciones con eventuales conflictos, mientras la desestabilizada y convulsa parte haitiana sigue ocupada por sus tropas interventoras bajo el manto de la ONU, con el vergonzoso apoyo del gobierno Brasil y de otros países de la región.
Dos fenómenos ominosos apuntan en esa dirección:
Primero, la burla y el cinismo que representa la presencia desde el pasado mes de abril, en la Provincia María Trinidad Sánchez (NAGUA) de la República Dominicana, de unidades militares del COMANDO SUR del PENTÁGONO-EU bajo el manto de la OPERACIÓN “NUEVO HORIZONTE”; vergonzosamente avalada por el PRESIDENTE MEDINA y evadida y silenciada por todas las fuerzas que concurren al degradado e impugnable escenario electoral que le han impuesto al país, pese a que se sabe que esto implica intervención militar para evaluar en todos los órdenes el territorio nacional (suelo, subsuelo y sobre-suelo) con fines de saqueo y ocupación.
Segundo, la aceptación por el gobierno dominicano de la solicitud del gobierno de EEUU para situar en puerto dominicano un barco con tropas policiales (“civiles”) de entrenamiento, no sujetas durante su estadía a las leyes del país. Su emplazamiento, autorizado por el Poder Ejecutivo y la Dirección General de Aduanas, en principio fijado para los días comprendidos entre el 14 y el 17 de mayo en curso (un día antes y dos días después de las elecciones comentadas), renovable eventualmente para los mismos días en que estaría fijada la segunda vuelta (balotaje), en caso de que ella sea necesaria, si el descaro no es vencido por la prudencia al interior del gobierno
El significado de tales determinaciones y propósitos está clarito y opera a favor de una oprobiosa tutela imperial, aceptada por los principales protagonistas de esta viciada competencia electoral.
A favor de la reelección presidencial opera también que el grueso del cogollo empresarial del país, sus organizaciones corporativas y la cúpula eclesial católica se han situado del lado de la Junta Central Electoral, pese a su evidente parcialidad respecto al PLD y pese a su proclividad al fraude; lo que no ha modificado la injustificable tendencia de la oposición electoralista a subordinarse a la clase dominante y a morder el anzuelo de la dependencia respecto a EEUU, al punto favorecer las injerencias imperiales y mostrarse timorata frente a los desplante de la gran burguesía.
En ayuda del Presidente Medina, del PLD y sus tribunales electorales, paradójicamente se mueve UNASUR como observadora y asesora de los comicios; organización regional en la que el corrupto ex-presidente Leonel Fernández tiene una extraña influencia. A eso se suma la OEA con el ex-presidente colombiano Pastrana a la cabeza (el del PLAN COLOMBIA made in USA), refrendando ese engendro.
Por otro lado, a favor del contubernio con las elites dominantes, la referida “oposición” de derecha postula para la Alcaldía de la Capital a un pupilo del Grupo Vicini, el más poderoso del país; y contrata como asesor del candidato presidencial en el delicado tema de seguridad ciudadana (gravemente afectada por el auge de la delincuencia) a Mr Guilliani, ex-alcalde fascistoide de New York.
Con esos posibles resultados electorales y esas expresiones de degeneración y descomposición progresiva del sistema tradicional de partidos por delante, llamados en su conjunto a profundizar el deterioro político-institucional, social y económico, y la dependencia de de nuestro país… a falta, por demás, de democracia en las instituciones constituidas, es pertinente optar -y procurar que en perspectiva el pueblo opte- por la democracia de calle, por la democracia fuera de esas instituciones y contra esas instituciones; asumiendo una propuesta transformadora en el marco de un nuevo proceso constituyente soberano. No hay de otra.
Y en el ejercicio de esa democracia de calle, combinando conciencia política y organización, se facilitaría construir contrapoder popular; esto es, un poder constituyente capaz de reemplazar un poder constituido cada vez más decadente y re-colonizado.
10-05-16, Santo Domingo, RD.
(*) La IZQUIERDA REVOLUCIONARIA-IR es una confluencia integrada por el Movimiento Popular Dominicano-MPD- / Fuerza Popular Duartiana-FPD/ Liga Socialista de los Trabajadores-Congreso Unitario de Revolucionaria- LCT-CUR/ Frente Popular Aniana Vargas-FEPAV /Frente Amplio de Lucha Popular-FALPO/ Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel-FELABEL/ y Movimiento Caamañista-MC.