No tengo la menor duda de que Manuel López Obrador ganó las elecciones presidenciales de México. Y no habla solo el deseo (que lo tengo) sino las diversas encuestas que se fueron publicando desde hace algún tiempo, así como las realizadas a “boca de urna” (allá la llaman encuestas de salida) apuntaladas entre otras en el triunfo aplastante del PRD en capital de la República donde viven más de 25 millones de mexicas, una de la ciudades más poblada del mundo.
He seguido de cerca la candidatura de AMLO, como suele llamar la prensa mexicana al candidato del PRD. Lo comencé a observar desde que fue electo gobernador del DF, su labor, sus iniciativas en pro de los más pobres comenzó a llamarme la atención, porque la historia de México, está tan teñida de fraudes, aguas turbias y escándalos que algo que se saliera de ese patrón llamaba la atención. Luego vino el encarcelamiento, en un acto por demás injusto y… torpe por parte de Fox, que lo llevó directo a la candidatura presidencial un año antes de que esto ocurriera. Lo vi cabalgar sobre la esperanza de millones de mexicanos, deseosos también de acompañar a América Latina en esta ola de cambios que hace rato recorre a los países al sur del continente.
Y cómo no va a querer México acompañar estos cambios, si son poseedores de pasado por demás glorioso y pionero. Allí están los nombres de Benito Juárez, de Emiliano Zapata, de Villa, de Lázaro Cárdenas, entre otros que hablan de un espíritu de lucha que 80 años de gobierno priista no logró acabar, aunque hicieron su esfuerzo….
Los mexicanos vivieron en esta campaña electoral, algo del terror y la manipulación mediática que tan bien conocemos y hemos padecido los venezolanos todos estos años de gobierno chavista, pero no han podido ni podrán con la voluntad de un pueblo “decidido a andar”. Igualmente viven los mexicanos la consecuencias de un sistema electoral manualizados, donde el “ acta mata voto” es el medio de legitimación usado por los gobernantes para hacerse del poder y el gobierno en la nación azteca. Imagínense que aquí hubiésemos tenido que esperar días y hasta una semana para saber los resultados de referéndum…. No me quiero imaginar lo que pudiese haber ocurrido. Y sin embargo, la irresponsable oposición venezolana clama a gritos por el regreso de las elecciones manuales, ya sabemos la razones.
Por todas esto y mucho más, México no te rajes, defiende ese triunfo en la calle, con las vísceras, con el corazón, con la convicción de saberse ganadores, pero por favor no te rindas por ustedes y por nosotros que aquí en Latinoamérica, en especial los venezolanos, estamos en vilo en espera de los resultados finales, convencidos y anhelantes del triunfo de López Obrador, momento en el cual sentiremos – una vez más - que las grandes alamedas se están abriendo en nuestro continente, tal como lo presagió Allende poco antes de su muerte. ¡Salud México, los que vamos a vivir esperamos tu triunfo!
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