Las elecciones presidenciales de EE UU, están programadas para el 2do. Martes de Noviembre, en el año que se efectúen. Quedan descubiertas en la actualidad como lo que siempre han sido, un trámite de suprema hipocresía. Los votantes no eligen directamente, son comicios de 2da. para designar en definitiva al Jefe de Estado según intereses del corrupto complejo militar industrial, representado en votos de los delegados electos a conveniencia en convenciones de los partidos Demócrata y Republicano. Juego ideado por quienes se erigen desde la potencia mundial, gendarme o policía necesario, promocionándose para los incautos de la política internacional.
Cuando llegó a la presidencia un individuo que resultó alcohólico y orate, George Bush jr., pese a tener menos votos que su contendiente Al Gore, lo hizo manipulando y obstaculizando sufragios de afrodescendientes e hispanos en Florida. Dio inicio una ruta para desenmascarar por fin al mundo su conducta dictatorial, que alcanzó el sumun al tratar de elevarle popularidad a la falsedad representativa de Barack Obama, obligado a hacer el ridículo, sin cumplir promesas de campaña electoral, y dictar decretos amenazantes, intervenciones y guerras, mientras recibía el "Premio Nobel de la Paz".
En 2016 el debate entre Donald Trump, racista, clasista, multimillonario, y Mrs. Hilary, esposa del expresidente Clinton, le ha dado cariz basura a la decadencia demencial del imperio gringo, exhibiendo una promotora de errores diplomáticos y asesinatos aupados por EE UU, frente al impulsivo y torpe magnate, actor secundario de un documental pornográfico, en sus andanzas comercio-industriales. Y, hay quienes creen aún en la "democracia perfecta de EE UU", hundida por insustanciales debates de poceta, y declaraciones de albañal en política con minúscula, peligrosamente imperialistas.
