El presidente de Perú, Alejandro Toledo, tardíamente viene a enorgullecerse de ser cholo (persona de ancestro indígena). Ya no le importa encasquetarse este orgullo cuando dentro de 11 días tiene que entregar su presidencia. También se siente cholo para incursionar en la farándula y grabar un disco con su correspondiente videoclip. Toledo, teniendo veinte años, gritó: “Este cholo se venderá caro”. Buscaba a una catira de blonde hair, nariz perfilada y todo lo más lejana a una india peruana. Se fue a EE UU a buscarla y la encontró en California. Se había, pues, vendido bien caro. La catira se llama Eliane Karp: judía, racista, de padre polaco y madre belga, nacida en París. Para que nada más le faltara a esta gringa, de blonde hair, digo, la encontramos (para la época en que el cholo va y se vende caro), como funcionaria del Banco Mundial, especializada en préstamos para programas de ayuda económica para países en vías de desarrollo. Trabajaba igualmente para la CIA (en la Agencia Internacional de Desarrollo de los Estados Unidos (USAID) ). Se asegura que, por este matrimonio, la CIA organizó todo el tinglado electoral por el que el cholo sale victorioso en las urnas. Durante un tiempo, Eliane Karp estuvo considerando con sus asesoras hacerse llamar la “CHOLA DEL CHOLO TOLEDO”, pero le repugnaba la sola palabra cholo. Eliane Karp siente un profundo odio por el Perú, del que dice estar plagado de muchas intolerancias: “la tiene hacia la mujer culta, la tiene hacia la mujer educada, la tiene hacia la mujer que viene de otro sitio… Sí… yo siento discriminación constantemente, porque no soy "igual a". No puedo serlo, he pasado 20 años de mi vida en otro sitio. Sí, falta mucha tolerancia. Es que es un país que se ha desarrollado sobre el mito "somos todos iguales" que es falso, o "somos todos mestizos" que también es falso”.
Ahora el redomado chulo del Perú dice haber padecido en su condición de "cholo" momentos difíciles: "Para mucha gente es difícil de digerir un presidente con esta composición étnica"; denunció un "racismo mudo, solapado", practicado en gran parte por "un segmento de la población (la clase alta) que hoy se beneficia, hace mucho dinero y me da su aprobación". Pero él le recomienda a los cholos que para tener éxito en la vida hay que buscarse a una mujer blanca, fina, “culta”, adinerada como su Eliane Karp. En pocas palabras que también se vendan caro. Que si siguen buscándose pobres diablas indígenas nunca saldrán de abajo. Él les pide a sus compatriotas que se vean en su espejo, que de ser un ínfimo limpiabotas, hijo de un padre albañil, llegó a ocupar el más alto cargo en su país. Que ahora los cholos como él pueden sentirse orgullosos y decir: "si Toledo fue presidente, yo también puedo serlo. Creo que hay muchos alejandros toledos en potencia, mucho más inteligentes seguramente, pero no les hemos dado la oportunidad, por lo que les recomiendo que se busquen a una mujer como la mía, a una Eliane Karp. Les deseo muchos éxitos, queridos cholos".