El Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de 2018 lleva por título "Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría". El Pontífice advierte de la cantidad de "hombres y mujeres que viven como encantados por la ilusión del dinero, que los hace esclavos del lucro o de intereses mezquinos".
Si aplicamos esa intención primaria firmada por una personalidad influyente en la humanidad, podríamos colegir que se cumple con ejemplos. Tal deducción es justa en nuestra América de paz y concordia, donde los pueblos le dan la espalda a corruptos siete suelas mandando su popularidad al degredo.
En Brasil Michel Temer llegó a la primera Magistratura por acuerdo parlamentario de corruptos que le fabricaron un golpe a la Presidenta electa Dilma Rousseff. Los brasileros en mayoría desechan al empresario Temer y sus medidas impopulares. La derecha busca impedir que sea Presidente de nuevo el favorito dirigente obrero LULA.
Qué decir del bajísimo favoritismo del negociante privado Mauricio Macri en Argentina, que ha subido las tarifas de luz, agua, teléfonos, etc., en forma escalofriante, agigantando el desempleo en el territorio gaucho. O nuestro pésimo vecino Santos, prosternado a USA, superado por otro imperialista, no se sabe cuál de los dos peor, su ex Jefe Uribe Vélez.
La guinda es el dúo dinámico TRUMP-KUCYNSKI, aturdidos y creídos que basta el dinero para gobernar, acostumbrados a mandar, incluso ordenar bombardeos o cuando menos apresar, torturar y luego matar, en nombre de la "democracia representativa". Ojo con estos que en Venezuela por fortuna están huérfanos de apoyo, frente a la popularidad revolucionaria.
