En México un sacerdote da una clase acerca de la necesaria distancia con el gobierno

Maduro es la antítesis de un hombre bueno

 

Desde México su sociedad civil están dando una clase cotidiana de la necesaria distancia con el gobierno, sean del signo que sean, uno de esos seres extraordinario que estarían en las antípodas de quienes son abyectos de un gobierno que como el de Maduro está lleno de desaciertos, actos vulgares y ofensivos a todos (hablo de los zapatos de Jorge Rodríguez) https://www.aporrea.org/actualidad/n327423.html este último que con la patente de su pasado hace uso y abuso del poder. Como si en el presente gobierno se hubiera dejado de desaparecer, asesinar, torturar hasta la muerte. Nada más lejano a un gobierno decente que la pesadilla que nos toca vivir. Y claro los justificadores cotidianos. Gente muy cercana que apoya, aprueba, guarda silencio frente a la monstruosidad de las "acciones" de un gobierno que raya en lo tétrico.

Lo cierto que AMLO y el movimiento social mexicano van dándonos ejemplos de que las cosas pueden ser distintas, de la necesaria independencia, de la crítica, de la diferencia y de combatir por la calle del medio los excesos o exigir acciones cuando la inacción es lo que podría prevalecer. En la Venezuela chavista y madurista hoy he podido ver como inclusive algunas organizaciones que alguna ocasión defendieron los DDHHH hoy son simplemente oficinas o anexos gubernamentales para contemplar y hacer digeribles los excesos de un gobierno frente a su población. Se vuelven mandadera de los de arriba, guardan silencio, no informan, no dicen o se ponen a excusar o a cambiar a las víctimas o a seleccionar a quien defender, deben ser personas "clínicamente puras" o sea no adversarios del madurismo. Pero veamos algo interesante que dice un católico, si un sacerdote acerca de la necesidad de conservar la independencia. Frente al poder. "Nunca voy a pertenecer al gobierno, el gobierno es otra cosa, pero los derechos humanos se ubican dentro del Estado, en la parte de la ciudadanía, por lo que sí se puede ser Ombudspersona de parte de la sociedad civil porque siempre seré un contrapeso contra el gobierno" https://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/975120.alejandro-solalinde-aceptaria-ser-titular-de-la-cndh.html

Son cosas como estas las que nos van señalando el camino, de la necesaria autonomía de los gobiernos y de crecernos como hombres y mujeres libres, como laicos o librepensadores, como seres que creen en un mundo que no esté haciendo filas para escuchar las ordenes de algún superior para con esto lavarnos las manos y decir "me mandaron, yo soy un soldado". Yo voy viendo con cierta tristeza como algunos amigos antes rebeldes hoy aprueban la represión contra la huelga de enfermeras, como van intentando darle carnadura de justa, a la ignominiosa situación a que nos ha llevado un gobierno, si el gobierno de Maduro que ha orillado a una generación entera a sobrevivir con bolsas de supervivencia, a chantajear a una población entera con bolsas de comida y jabones y paquetes de limpieza, miles, millones que dejan todo para evitar el hambre y la muerte por mengua, por la inseguridad o el robo institucionalizado.

Ahora los que apoyaban las huelgas generales, que se llenaban la boca con Valera Mora son solo alfiles, peones de un gobierno que nada puede envidiar a de Haití en los años de Duvalier: https://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Comunicado_4_julio_2018 . La vida nos enseña que la obediencia partidaria o ideológica hace que los seres más críticos en la adversidad se vuelvan marionetas del poder o sean ellos el poder y pongan de ejemplo su rebeldía, pero exijan obedientes, abyectos, silentes, mudos testigos de lo perverso y lo malo.

Los años van pasando y lo que percibo en las calles de México es que AMLO sigue siendo una esperanza, su humildad, sus llamados a la concordia, su equipo de trabajo, los hombres y mujeres que lo rodean, su palabra, su respeto al disenso, su sentido de respeto a los distintos y lo distinto, su aprecio a los diferentes, su respeto al libre ejercicio de prensa y de palabra.

Yo con los que disienten y claro que entiendo que ir a Venezuela sería una estupidez, un día una chica colombiana residente en Venezuela y hoy venezolana me comentaba que el partir de Colombia era una opción y una necesidad. Yo comparto con ella hoy esa decisión que ella tomo hace años. Aunque hoy la crítica con severidad. Volver a la patria seria romper con personas que aprecio mucho y que están hoy al servicio del gobierno como orejas, sapos, delatores, informantes. Ancianos exguerrilleros que hoy son miembros de los aparatos de seguridad del Estado e inclusive se dice que algunos son parte de equipos de trabajo nada honestos o de trabajos dolorosamente oscuros. Un día en Roraima una profesora ya desaparecida me dijo "ojala te den unos tiros en las rotulas" Yo sabía que era una amenaza, esas cosas pasan en la Venezuela de hoy.

Notas a pie de página: Yo me declaro en rebeldía y le digo a mis amigos mexicanos y a los que están cerca de AMLO. Maduro en su accionar cotidiano está más cerca de Pinochet que de Allende, aunque él diga lo contrario. Recordar a Tartufo ese personaje de Moliere no está de más.

Yo con las enfermeras, con las que sufren, con las de salarios de hambre, con las que luchan por mejores condiciones de vida, con las que no tienen calzado "Imagino que Jorge Rodríguez no entiende de esas cosas", con las que sufren persecución, con las que desde las redes intentan ser vapuleadas. Yo con los parias, como estaré ayer y también mañana.

 



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Yuri Valecillo


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