La invasión de Bahía de Cochinos, en Cuba, como la probable hoy se está preparando contra Venezuela, fue un ataque planeado por Estados Unidos para derrocar a Fidel Castro del poder en 1961. Fidel Castro había descubierto todo y sabía el ataque se haría por el lado Sur de la isla en vez de hacerse por la parte frontal de la frontera, Fidel Castro descubrió todo y pudo preparar su defensa, ese fue un gran error de los halcones guerreristas estadounidense ya que al descubrirse la invasión, la maquinaria bélica de los norteamericanos quedaban fuertemente inutilizada porque tenía para llegar a Bahía Cochinos por el frente norte oeste de Cuba. Grave error de los gringos. La acción militar fallida de los gringos, financiada y ejecutada por los Estados Unidos en 1961 para derrocar al gobierno de Cuba, comenzó en 1960, un año después de la Revolución Cubana. Era la época de la Guerra Fría, y, preocupado por el ascenso de un líder socialista como Castro en una nación tan próxima, el presidente Dwight D. Eisenhower autorizó a la CIA a trabajar en una estrategia secreta. La idea era utilizar exiliados del nuevo régimen cubano, residentes en la Florida, U.S.A. en un ataque sorpresa, disfrazando de una acción la cual iban a libertar y beneficiar a la población cubana; casi igual como piensan hacer en Venezuela, pero que ahora le agregan la palabra humanitaria. Se dijo que Fidel descubrió todo y preparó adecuadamente la defensa cubana, eliminando a casi todos los invasores. La agresión sirvió como justificación para Fidel acercarse más a la Unión Soviética, y ésta comenzó a suministrar armas nucleares para los caribeños.
Los Estados Unidos gastaron 13 millones de dólares para entrenar a 1.400 hombres en la base de Useppa Island, cerca de la Florida, y también en Guatemala. Estos contrarevolucionarios formaron la Brigada de Asalto 2506. El objetivo inicial del ataque era en algún punto cubano frente a las costa estadounidense, en la que todavía había grupos anticastristas, pero John F. Kennedy, que asumió la presidencia en 1961, pensó que esto delataba la participación directa de los Estados Unidos. Se optó entonces por la Bahía de Cochinos. La idea era que, instalado en un foco de resistencia a Castro, el pueblo terminaría por unirse y así aumentarían las filas de este ejército. El elemento decisivo para volcar la balanza del combate a favor del gobierno de Cuba fue que Fidel se enteró del plan con antelación. Se sospecha que alguno de los disidentes entrenados por Estados Unidos para atacar a la Bahía de Cochinos era, en realidad, un espía que pasaba información al gobierno cubano, o al menos que hubo un descuido y la información se acabó filtrando. El primer paso de la misión, el 15 de abril de 1961, consistió en que un escuadrón fue enviado para destruir la fuerza aérea del ejército castrista. Seis aviones B-26, liderado por exiliados bombardearon dos aeródromos, tres bases militares y el aeropuerto Antonio Macedo. Se cree que 26 aviones de combate, o el 80% del que los cubanos tenían fueron destruidos en este ataque. Alertado por lo ocurrido, Fidel pasó a preparar a sus hombres para nuevos ataques. Al mismo tiempo, Cuba acusó a Estados Unidos formalmente por la agresión en una reunión de emergencia de la ONU. Expuesto a la evidencia, Kennedy canceló la segunda parte del plan, que era un nuevo bombardeo programado para el 16 de abril, para acabar con el resto de la aeronáutica de Cuba.
Kennedy, sin embargo, no abortó la misión por completo y la tercera fase, la Invasión de Bahía de Cochinos propiamente dicha, fue ejecutada en la mañana del 17 de abril. El ataque fue hecho en dos frentes: Por el aire, con bombarderos y aviones de combate disparando contra la infantería, y por tierra, con soldados llevados de grandes naves y luego transportados a la playa en lanchas. Los invasores fueron recibidos a bala por las fuerzas castristas, ya prevenidas y a la espera. Se estima que había de 20 a 25 mil personas luchando por Fidel, entre el ejército formal y milicianos gente común entrenada por el gobierno. Su fuerza aérea, tenía aviones como el B-26 Invader, cazas Hawker Sea Fury y bombarderos Lockheed T-33. Los cubanos trataban de hundir los barcos y derribar los aviones. Sólo en ese día, habrían caído ocho B-26. El gobierno cubano sostiene que Fidel Castro estaba en la Bahía, liderando sus fuerzas. La naturaleza también jugaba en su contra: los invasores fueron sorprendidos por un arrecife cercano a la costa, lo que dificultó el desembarque e hizo que una parte de los hombres perdiera sus equipos. Para completar, la playa estaba rodeada de pantanos, lo que hizo imposible que los pocos cubanos contrarios al gobierno pudiesen unirse a los invasores. Gracias al apoyo del arsenal de los Estados Unidos, los invasores lograron resistir hasta el 19 de abril. La situación se deterioró, y Kennedy autorizó que seis aviones no identificados partiesen de un portaaviones para dar apoyo a las aeronaves de la Brigada 2506 y fueron derribados. Ante este error monumental, el gobierno de Estados Unidos finalmente desistió de la invasión. El conflicto terminó con 1.189 miembros de la Brigada dados de baja por el ejército Castro. En diciembre de 1962. La principal consecuencia de esta batalla fue el alineamiento explícito de Fidel con la Unión Soviética. Esta invasión acabó en la Crisis de los Misiles de 1962.
Como aquella vez, la invasión a Cuba la realiza el presidente gringo posterior de quien la había preparado. Ojalá este actual presidente no se le ocurra ejecutar la que dejó preparada Obama contra de Venezuela; porque volverán a ser derrotados de manera aplastante.