Estos gringos son verdaderamente de terror y mantienen al planeta en un pánico permanente. Cada vez que al guiñapo de Trump se le agita la lengua de vaca que le cuelga en la cabeza, en Europa se desatan diluviales diarreas en la Merkel, el Macrón y el Pedro Sánchez. Lo que hoy tenemos muy fresquecito es que estos gringos echaron abajo las torres gemelas de Nueva York para luego arrasar con Irak, y meterse hasta los tuétanos en el medio oriente con sus "súper dotados maritornes" mariners. ¡TERRORISTAS, PUES!

Se auto-atacaron en la frontera con México, y en 1845 declararon a este país una amenaza inusual para la seguridad gringa, y con ese truco se anexaron Texas. Poco después en 1848 se AUTO-ECHARON más plomo, y añadieron que la amenaza se había recrudecido e impusieron el Tratado Guadalupe-Hidalgo, para así cogerse el 54% del territorio mejicano. ¡TERRORISTAS, PUES!

Se auto-volaron el destructor Maine en el puerto de La Habana para luego declararle la guerra a España y así cogerse Cuba. ¡TERRORISTAS, PUES!

Se auto-invadieron en Pearl Harbor para declararle la guerra a los japoneses, y ponerse luego a venderles armas a medio mundo. ¡TERRORISTAS, PUES!

Se auto-cayeron a plomo en el lago de Tonkin para luego caerles como fieras a Vietnam. ¡TERRORISTAS, PUES!

Le inventaron a Gadafi ser el autor intelectual de la explosión en el aire del Vuelo 103 de Pan Am y con ese expediente a la postre, terminaron destruyendo Libia. ¡TERRORISTAS, PUES!

Hoy, el energúmeno de Juan Jesús Aznarez, que matraquea a favor del diario El País (España) escribe un panegírico de todos esos asesinatos de los gringos y dice que el mundo debiera agradecérselos (sus desvelos por la seguridad planetaria), pero que el mundo es tan ingrato que no lo hace. (¡Se habrá visto mayor bajeza y manera de arrastrarse ante los cerdos gringos!).

Añade el mequetrefe Juan Jesús Aznarez: "No importa que su presupuesto militar ronde los 700.000 millones de dólares, ni que venda más armas que nadie para que vivamos en democracia y libertad, la humanidad debiera agradecerlo pero no lo hace. Pese a la incomprensión, el Pentágono seguirá aumentando su presupuesto para defender las causas justas en cumplimiento del mandato asignado por la providencia al pueblo estadounidense para que expanda sus valores del uno al otro confín". Pobrecitos estos gachupines que nacieron para ser los tristes agazapaditos de los gringos. Con razón odian tanto a Chávez, a Fidel, Evo, Rafael Correa y a Daniel Ortega…

Lo capacidad ilimitada de este tipejo para arrastrarse ante los gringos (no se rían, por favor) le lleva a decir: "Vistos los terribles peligros que nos acechan, los benefactores no escatiman en gastos para protegernos: vendieron armamento por valor de 192.300 millones de dólares durante el año fiscal 2018, frente a 170.000 millones del ejercicio anterior, un 13% más, y los 146.000 millones de 2016. Están muy contentos con la tendencia alcista de números".

El guiñapillo Aznarez se vanagloria porque los gestores del poder gringo "han logrado convencer a un sector mayoritario de la sociedad americana de que sus más de 700 bases militares en el globo terráqueo no tienen otra finalidad que garantizar la seguridad de cada uno de ellos, su vida, sus propiedades, su derecho a la recreación, su sistema".

Pero luego el Aznarez se desinfla repentinamente en sus juicios jalaboléricos y dice: "Pero resulta que esa seguridad oculta una paradoja que la mayoría de esos ciudadanos ignora: los terroristas y enemigos matan muchos menos estadounidenses que los propios estadounidenses. Es decir, son más peligrosos para ellos mismos que los yihadistas, norcoreanos, rusos, hutíes, y todos aquellos que se apiñan en el eje del mal. El 47% de los hogares de EE UU cuenta al menos con un arma, y cada año mueren 33.880 personas por disparos de armas de fuego de compatriotas, un promedio de 93 muertos al día".

Pero no puede dejar de echarle una gran jalada a Trump antes de despedirse y chilla: "Los peligrosos son Vladímir Putin y los chinos, a quienes tampoco importaría prosperar en el negocio de la cohetería... No importa, porque la mayoría traga sin masticar que esos arsenales y esas guerras lo son para defender nuestra libertad y nuestra democracia. Olvidan que matar para defender la libertad y la democracia no es defender la libertad y la democracia, es matar". Qué asco…