Crisis de rehenes en Irán y la Venezuela actual

El Presidente Reelecto de la República Bolivariana, Hno. Nicolás Maduro Moros, ha tomado una medida extraordinaria contra el injerencismo, vulgar y siniestro, del gobierno imperialista de Donald Trump, quien ha decidido desconocerlo y designar un patiquín como supuesto presidente interino en Venezuela. Un vulgar Golpe de Estado. Un hecho inédito en las relaciones internacionales, en que el gobierno de EEUU se atribuye la potestad de decidir quién debe ser o no, el presidente o las autoridades de un determinado país en el planeta. Obviamente, Trump deroga el Derecho Internacional, asumiéndose "emperador" del planeta y dispone que, tan solo él puede decidir sobre las autoridades de los países en el planeta, derogando Constituciones y demás leyes, que regulan la vida interna de los países. En su visión supremacista, él, solo él ordena, y los pueblos y gobiernos deben obedecerlo. Es la propia dictadura mundial, la personificada en Trump. No obstante, el mundo cambió pese a Trump. Y potencias fundamentales del planeta, como Rusia y China, ya se han pronunciado en contradicción a los deseos de Trump de imponerle al pueblo venezolano, un presidente que no fue electo por ese pueblo. Un supuesto presidente, que fue electo para diputado de la asamblea nacional por apenas 97.492 vargüenses; mientras que, al Presidente Legítimo y Constitucional que pretende desconocer Mr. Trump, fue electo por 6.248.864 venezolanos y venezolanas de todo el país. Desconoce Trump, que Venezuela no es EEUU, en que el candidato más votado no es el que gana la elección presidencial, sino el resultante de un acuerdo posterior entre los llamados Colegios Electorales, que se superponen por encima de la Soberanía Popular. No por casualidad, la candidata Hillary Clinton, le sacó una diferencia de 2 millones y medio de votos a Trump, pero el presidente electo por esos colegios electorales es Trump. Esa es, la supuesta "democracia" estadounidense, en que la Soberanía Popular no vale nada.

La grosera intervención imperialista en los Asuntos Internos de la República Bolivariana de Venezuela, aupada y propagada por el propio Vicepresidente Mike Pence y el Secretario del Departamento de Estado Pompeo, en abierta postura a favor de un Golpe de Estado, obtendría como respuesta magnánima del Presidente Legítimo y Constitucional, Hno. Nicolás Maduro Moros, la orden presidencial de abandono del país de todo el personal diplomático y consular del imperialismo estadounidense en un lapso de 72 horas, a cumplirse el venidero sábado 26 de enero. Esto, en connivencia con lo establecido en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas en su artículo 2, que establece que "El establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados y el envío de misiones diplomáticas permanentes se efectúa por consentimiento mutuo", y que el Estado receptor puede "en cualquier momento y sin tener que exponer los motivos de su decisión" declarar personas no gratas al personal diplomático que estime pertinente y, en consecuencia, dicho personal pierde las prerrogativas de protección que está obligado el Estado receptor de garantizarle. En consecuencia, como ya lo ha anunciado el Presidente Legítimo y Constitucional del Estado venezolano, los diplomáticos que ejercían funciones en los EEUU; el venidero sábado 26, arribarán al país en cumplimiento estricto del mandato presidencial. Otra es, la actitud del gobierno imperialista de los EEUU. El Secretario de Estado o canciller gringo, Mike Pompeo ha anunciado en Comunicado hecho público que: "Los Estados Unidos no reconocen al régimen de Maduro como Gobierno de Venezuela (…) En consecuencia, los Estados Unidos no consideran que el ex presidente Nicolás Maduro tenga la autoridad legal para romper relaciones diplomáticas con los Estados Unidos". Mayor muestra de malcriadez, no tienen parangón en la historia de las relaciones internacionales entre los Estados. Hecho, que evidencia la naturaleza del certero golpe asestado por el Hno. Presidente Reelecto Nicolás Maduro al imperio más poderoso y bárbaro, en la historia de la Humanidad. David golpea a Goliat.

Esa postura malcriada de no reconocer al Presidente Legítimo y Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, pudiera conducir a los agentes imperialistas a atrincherarse en la sede de la embajada gringa en Caracas, espacios que pasarían a ser nacionales. Convertir, dicha sede, en un foco de disturbios diplomáticos y al personal de la misma, en víctimas de la supuesta "dictadura" de Nicolás Maduro. Obvian, que el Presidente Maduro cuando conduce la confrontación al terreno diplomático, lo hace a sabiendas que es el mejor escenario para librar esta batalla, y es la que mejor domina. No por casualidad, durante seis años, Hugo Chávez lo mantuvo como su Canciller. No obstante, para el momento en que escribimos estas líneas, el gobierno imperialista de los EEUU, en un mensaje claro de reconocimiento del Gobierno Bolivariano, ha dispuesto la salida de la sede diplomática de su personal "no esencial" y su correspondiente salida del país. Indicativo, que se piensan atrincherar con el personal de confianza de la Administración Trump. Suponemos también, que el autoproclamado presidente Juan Guaidó, refugiado en dicha sede diplomática, una vez que se auto juramentó, saldrá con el personal "no esencial" como prófugo de la Justicia venezolana, con rumbo a EEUU. Así actúan, los cobardes que pasarán a la historia como la nada. ¿Quién se acuerda, hoy en día, de Pedro Carmona Estanga, el dictador breve?

La concresión de este escenario, nos conduce al 4 de noviembre de 1979, en que un grupo de jóvenes estudiantes iraníes, ejecuta la toma de la embajada imperialista en Teherán, manteniendo cautivos 52 personas. Esto, en represalia a la actitud del gobierno imperialista de EEUU, de otorgar asilo al depuesto dictador iraní, el sha Mohammad Reza Pahlevi, quien gobernaba desde 1941, y se había coronado como emperador en 1967. Aliado indiscutible de Gran Bretaña y EEUU, ejerció un gobierno dictatorial, que negaba el voto a las mujeres, y mantenía los peores indicadores educativos y de mortalidad infantil en todo el Medio Oriente; no obstante ser, un gran productor de petróleo. Contra eso, insurge la Revolución Islámica bajo el liderazgo del Ayatollah Khomeini. Los estudiantes, confiscan documentos de la embajada, tratando de encontrar pruebas de espionaje por parte de los diplomáticos estadounidenses. Mientras tanto, el gobierno del presidente Jimmy Carter imponía sanciones a Irán desde la Casa Blanca. El mundo entero, durante 444 días consecutivos, mantuvo sus ojos centrados en la embajada imperialista en Irán. Ni sanciones imperialistas, ni intentos diplomáticos doblegaron la voluntad de victoria de los estudiantes iraníes. En abril de 1980, el gobierno imperialista de Jimmy Carter lleva a cabo una operación militar de rescate del personal diplomático, la llamada "Operación garra de águila", que fracasa. El helicóptero enviado a la misión diplomática, choca y otros tres helicópteros que le acompañaban sufren desperfectos mecánicos, terminan muriendo ocho invasores y tres resultan heridos. Un hecho que ridiculizó a Carter, quien asumió su responsabilidad. Esa aventura militar, definirá el futuro del presidente Carter, quien aspiraba a la reelección en 1980. En dichas elecciones, el tema iraní pesó mucho en la decisión de los votantes estadounidenses, resultando electo Ronald Reagan. La crisis, se resuelve diplomáticamente mediante los llamados Acuerdos de Argelia, que implicaron la liberación de los 52 rehenes estadounidenses y el final de las sanciones imperialistas contra Irán.

Importante, Mr. Trump, considerar aquella experiencia, muy costosa para el entonces presidente Carter, quien pierde su posibilidad de reelección gracias a esa acción de los jóvenes estudiantes iraníes, y producto de su torpeza de otorgarle asilo a un dictador repudiado por el pueblo iraní. Tanto o más, como al dictadorzuelo auto juramentado en las calles del este de Caracas, y que hoy se prestan a darle asilo.

Actualmente, la antigua Embajada de Estados Unidos en Teherán es utilizada para asuntos del ejército. En espacios contiguos, además de un museo de arte, hay unas cuantas cafeterías donde los iraníes van a pasar la tarde entre amigos. Así que, esperamos y aspiramos, que en esos 110 mil metros cuadrados, muchos de ellos ocupados por esa enorme estructura consular imperialista, convertida en centro de conspiración y espionaje, una vez desalojada y devuelta a territorio nacional, sea convertida en espacio para el arte, la cultura y la educación, de esparcimiento pleno para nuestro pueblo. En espacio para la paz, recordatorio de la barbarie imperialista que intentó, infructuosamente, a costa de vidas de venezolanos y venezolanas, propiciar la guerra interna…

Caracas, 25-01-2019

 

 



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Henry Escalante


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