Keith Raniere, líder de la secta Nexium, fue declarado culpable en tribunales de Nueva York, por asociación delictiva, conspiración, tráfico sexual y posesión de pornografía infantil. Una "joyita" que, en internet describen presidiendo una "comunidad de autoayuda, guiada por principios humanitarios para empoderar a la gente y responder preguntas sobre qué significa ser humano…
Fundada como "Programas ejecutivos de éxito" en 1998, su sede central está en Albany, Nueva York con sucursales en Guatemala, México y Canadá. Su auto impuesto número uno, promovido bajo el concepto de ayuda humanitaria para la personalidad, exige obediencia a un maestro por gente esclava, sistema en el que las mujeres eran marcadas como si fuesen ganado, obligadas a mantener relaciones sexuales con el "presidente".
Raniere, señalado por dirigir una red de tráfico sexual y trabajos forzados, enfrenta una pena que podría llegar a cadena perpetua. Traigo el tema porque en Venezuela pero en el campo político opositor, al hacer analogías de comportamiento entre lo que asoma por sus fechorías un grupo que comanda un auto proclamado "Jefe de Estado" que no condena la prostitución de conducta de sus representantes, ese equipo HDT "hijos de Trump", puede o debe correr la misma suerte que el gringo Raniere
Opositores quienes desde acá y en írritas supuestas embajadas de un gobierno interino títere, ya desobedecen al confuso y descarado pitiyanqui dizque "Presidente Interino", al observar actitudes de ayuda difusas a supuestos emprendedores del mal llamado "capitalismo liberador", cuestionados por ladrones de bienes venezolanos en el exterior, o él mismo aguaidopresentado de conducta inconsistente, fotografiado y filmado en actitud poco respetuosa hacia una de las jóvenes designadas asistentes.
Alerta con la aparición de un Keith Raniere, que hoy perdona a diputados cocainómanos burundangueros, y no se pronuncia contra esos y otros desmanes, pero busca excusas y ofrece a los militares bolivarianos supuestas oportunidades de enmendarse…, pidiéndoles derrocar al Presidente constitucionalmente electo, y entusiasmando a disidentes del socialismo, a insultar el honor de integrantes de la FANB, leales a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.