La degradación moral del imperio

"No podemos dejarnos penetrar por el discurso del adversario; muy críticos tenemos que ser con nosotros mismos, pero siempre objetivos".

Hugo Rafael Chávez Frías (Gabinete Móvil, 5 de febrero de 2006)

Nuevamente una gran mayoría de venezolanos - bajo la lluvia que siempre acompañó al Comandante Chávez en sus inolvidables manifestaciones públicas - se dieron cita en las principales avenidas de Caracas para rechazar el nefasto informe que sobre los Derechos Humanos de nuestro país presentó la Comisionada de la ONU Michelle Bachelet.

Con el mismo entusiasmo y colorido que siempre han caracterizado las manifestaciones del pueblo venezolano, contra los ataques del imperio norteamericano y los cipayos criollos contra la Revolución Bolivariana, se realizó la marcha contra el Informe Bachelet.

La verdad es que el descarado papel que cumplió la ex mandataria chilena al visitar a nuestro país por invitación del Presidente Nicolás Maduro, fue desnudado por la Vicepresidenta Deisy Rodríguez.

La vicepresidenta venezolana recordó en la marcha, el legado de sus ancestros y comparó su historia, como hija de un torturado, con la experiencia vivida por la funcionaria de la ONU.

Señaló como un ejemplo la historia de sus padres torturados; uno por los enemigos del pueblo chileno durante la dictadura de Pinochet y el otro, durante la dinastía adeco- copeyana en Venezuela.

Al recordarlos decimos "Honor y gloria" a los mártires Alberto Arturo Miguel Bachelet y Jorge Antonio Rodríguez (padre); dos ejemplos, uno encarnado por Michelle Bachelet y otro representado por Deisy Eloína Rodríguez.

El informe de la Comisionada de los Derechos Humanos, el cual fue elaborado previamente por el Departamento de Estado norteamericano, es un instrumento dentro del proceso que busca un ataque planificado contra nuestro país y tener la justificación para una invasión.

Se trata del cumplimiento de un guion elaborado por el imperio y aplicado ya en anteriores invasiones tanto en Libia como en Iraq y que ahora, con diversas modificaciones, se pretende aplicar en Venezuela para frenar la Revolución Bolivariana iniciada en el año 1998 con el Comandante Hugo Chávez.

Todo este libreto, ahora escenificado con la actuación de la "traidora de América" Michelle Bachelet, se pretende activar en el marco de una degradación moral del imperio norteamericano y europeo, con sus lacayos del mundo acosados por escándalos, violaciones de niñas, robos y corrupción que vomita putrefacción y la inmoralidad de sus líderes.

Sólo basta observar las denuncias de los propios medios de comunicación norteamericanos y retransmitidos por "Dossier" en VTV y por TeleSur, para apreciar la conducta inmoral de los hombres de Donald Trump, quienes ahora lo retratan ante la sociedad norteamericana desde el clan de los Clinton hasta el descarado e hipócrita Barack Obama y su socio, el primer ministro israelí Benjamín Nethanyahu (dime con quién andas y te diré quién eres).

Todo este escenario nos recuerda la caída del imperio romano en los tiempos del Emperador Julio Cesar, cuando en el palacio de Roma rondaba la corrupción, acompañada de bacanales y de orgías que lo consumieron en su propio veneno y decadencia.

La actuación de la títere de turno Michelle Bachelet al igual que la del autoproclamado Juan Guasón, los pinta no sólo como dos personajes siniestros, cínicos e inmorales sino como dos cipayos que cumplen un rol dentro del guion preparado por el imperio para acabar con la Revolución Bolivariana.

Ignorar el proceso iniciado con el socialismo venezolano por Hugo Chávez y continuado por Nicolás Maduro y compararlo con la falsa etiqueta de "socialista" de la Bachelet, es ignorar su rol nefasto luego del asesinato de Salvador Allende y de la muerte de su padre o su posterior paso por la Presidencia y el Ministerio de la Defensa de Chile, con la Constitución de Augusto Pinochet.

Es ahora cuando comienza una nueva historia y el calvario para la Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, "la hija del general". Es una vergüenza para la Patria Grande y la encarnación de la decadencia y la traición de los hijos de América.

Los testimonios de miles de venezolanos, los 8 millones 800 mil venezolanos del carnet de la Patria, los intentos de golpes de Estado, magnicidios, guarimbas y guerra económica fueron obviados por la Bachelet. El informe sólo busca la guerra y la destrucción de la paz como afirma Pascualina Cursio.

La carta del Presidente Nicolás Maduro a la Alta Comisionada, "la Bachelet", no pretende recordarle a la "hija del general" su traición y descaro, así como la violación de los derechos humanos en su país a los indios mapuches, hecho que la historia se encargará de cobrarle.

La rabia e indignación ante el adefesio e informe elaborado por el Departamento de Estado y presentado por la Bachelet a la ONU, será rechazado no sólo por el pueblo revolucionario de Venezuela sino también por los países del mundo, quienes buscan la justicia y denuncian la degradación del imperio del Norte.

La realidad venezolana se expresa en "el Derecho a Vivir en paz", como lo inmortalizará la canción del cantor del pueblo chileno Víctor Jara y que ahora la derecha chilena lo encarna en su representante Michelle Bachelet, quien se niega a aceptarlo en su nefasto informe presentado en la ONU.

¡Amanecerá y veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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