Grandes movilizaciones en Hong Kong Credito: Web LIS |
Luego de trece semanas de enormes movilizaciones, paros generales, bloqueo del aeropuerto, de enfrentamientos violentos con la policía, el pueblo hongkonés logró derrotar el proyecto de ley que permitía extraditar a los habitantes de esta comunidad autónoma a China continental. El gobierno local, títere de la burocracia de Xi Jinping, se encuentra en su peor momento acorralado por la movilización. La propia burocracia china ha tenido que optar por ceder cuando venía amenazando con intervenir y sofocar con su ejército la lucha del pueblo hongkonés.
El miércoles 4/09 Carrie Lam, la encargada del ejecutivo de Hong Kong, anunció el retiro formal del proyecto de ley que desató una revolución en la isla del sur de China. También lanzó otras medidas complementarias que intentan dar una respuesta engañosa a varios de los reclamos populares. Entre ellas se incluyen anuncios sobre el inicio de un dialogo entre altos cargos y ciudadanos, y la invitación a expertos extranjeros a unirse a un órgano de supervisión de la Policía, el Consejo Independiente de Quejas sobre la Policía (IIPC), que trataría las denuncias por los abusos policiales en la represión a las manifestaciones.
Carrie Lam Credito: Web LIS |
Lam aclaró también que de ninguna manera piensa en renunciar, ni otorgar una amnistía para los detenidos y procesados por las protestas que suman alrededor de 1200 personas durante estas semanas. Señaló además que sus decisiones cuentan con el aval total del gobierno central de Xi. Su desmentida a la posibilidad de renuncia responde en primer lugar a una de las principales exigencias de la movilización en curso y también a salirle al paso a un reciente audio publicado por la agencia de noticias Reuters en la que se escucha a la mandataria hongkonesa admitir frente a un grupo de empresarios que dimitiría a su cargo si dependiera de su voluntad. (1)
El proyecto de extradición que encendió la chispa
El proyecto cuestionado permitía extraditar a China continental a los procesados por los tribunales de la isla. Abriendo así la posibilidad de que el régimen de Xi pudiera trasladar a distintos puntos remotos del gran país, para ser juzgados por tribunales que le son completamente adictos, a los disidentes que aprovechan el status político y la autonomía relativa que la isla posee por el tratado británico – chino de 1997. (2)
El régimen de la burocracia de Xi que venía avanzando paulatinamente sobre la autonomía de la isla, controlando su funcionamiento a través de Lam y del Consejo Ejecutivo designado por ella para gobernar, ahora pretendía con esta reforma judicial avanzar cualitativamente en su control sobre la misma, degradando cada vez más las libertades democráticas que su pueblo posee.
En sentido opuesto el movimiento democrático de la isla, que tuvo su primer ensayo en la “Revolución de los Paraguas” de 2014, que reclamó sin éxito la democratización del régimen de Hong Kong exigiendo la elección directa de sus gobernantes (3), resurgió con toda su fuerza a partir de la intención de aprobación de este proyecto, ahora retirado.
El proyecto fue presentado en febrero de 2019 por la Oficina de Seguridad y desde el 31 de marzo hasta la fecha vienen produciéndose movilizaciones, paros y enfrentamientos con la policía, que llegaron a movilizar uno y dos millones de personas (en una región de 7,5 millones de habitantes) en las jornadas del 9 y 16 de junio. Una movilización del pueblo hongkonés que, con su juventud a la cabeza, fue desarrollando acciones cada vez más audaces, como el bloqueo primero y luego la toma del poder legislativo del 1° de julio, desarrollando fuertes enfrentamientos contra una represión policial cada vez más violenta, con acciones encabezadas por una gran vanguardia juvenil, fundamentalmente de estudiantes secundarios y universitarios, que según algunos cronistas cuenta con alrededor de 10.000 integrantes dispuestos a pelear en primera fila contra las andanadas policiales.(4)
Manifestantes preparados frente a la represión Credito: Web LIS |
La fuerza del levantamiento ya había conseguido el 15 de junio que Lam suspenda indefinidamente el tratamiento del proyecto de extradición. Pero la movilización no podía permitir que este fuera solo “suspendido”, lo que abría la posibilidad de que fuera rehabilitado en su tratamiento cuando el gobierno chino y su títere hongkonés encontraran una oportunidad propicia para hacerlo. Por eso al día siguiente, el 16/06, dos millones volvieron a recorrer las calles de Hong Kong exigiendo su retiro definitivo. Pero ya el reclamo se extiende al pedido de renuncia de Lam y que se deje de calificar a las movilizaciones de “disturbios”, una figura legal que criminaliza la protesta y otorga graves penas sobre los detenidos por las mismas.
La negativa del gobierno a dar un paso atrás definitivo con el proyecto radicalizó la lucha. Hasta entonces las protestas tenían un carácter fundamentalmente pacífico, pero a partir de la negativa de Lam, las acciones fueron cada vez más audaces, como la toma de la Legislatura, con la consiguiente respuesta de una creciente represión policial con balas de goma, gases lacrimógenos o porras descargadas sobre los manifestantes. A la represión policial se sumó sobre fines de julio un ataque de la mafia que, en acuerdo con el gobierno, lesionó a los manifestantes que regresaban a sus hogares dejando decenas de heridos.
Lejos de amilanarse los manifestantes se radicalizaron y los choques recrudecieron. Se intentó prohibir las manifestaciones, pero el pueblo de Hong Kong salió a las calles masivamente. Se realizaron paros generales exitosos, se tomaron los aeropuertos, en el marco de enfrentamientos cada vez más fuertes con la policía.
En este proceso que se desarrolla durante el mes de agosto irrumpe en forma organizada la clase trabajadora de la isla, en particular en la huelga general del 5 de agosto, “Hong Kong, al ‘límite’ ante una huelga histórica” tituló el diario El Mundo de España parafraseado los dichos de Carrie Lam, y señalaba a continuación: “los manifestantes lograron paralizar múltiples partes de la ciudad, que vivió su primera huelga desde 1967, mediante el bloqueo de túneles y la ocupación de calles en zonas tan emblemáticas como el distrito del Almirantazgo”, “la huelga tuvo un amplio seguimiento en el sector del transporte y dejó líneas de metro y autobuses sin funcionamiento, así como retrasos y cancelaciones de vuelos en el centro financiero”, “el caos se apoderó por momentos de la metrópolis asiática”. Así la reflejó Deustche Welle: “Carreteras cerradas, subterráneos bloqueados y muchos, muchos paraguas: este lunes decenas de miles de personas no fueron a trabajar en Hong Kong, que el 5 de agosto (2019) vivió su primera huelga general en décadas.”
La huelga fue convocada por la central sindical HKCTU (Confederación Sindical de Hong Kong) y organizaciones estudiantiles. La HKCTU una central que tiene peso entre los trabajadores petroleros, maestros, del servicio doméstico y los servicios sociales, cuenta con 160.000 afiliados y está ligada internacionalmente a la CIOLS. Según el escritor y activista Au Loong Yu: “La dirección de la HKCTU viene apoyando desde hace dos décadas la postura de los pandemócratadas de defender de manera acrítica la democracia dentro de las limitaciones de la Ley Básica” (5) (entrevista publicada en Viento Sur del 05/08/2019)
Existen tres centrales más. La más grande la HKFTU (Hong Kong Federación of Trade Unions) cuenta con 400.000 afiliadas y está ligada a la burocracia sindical china por lo que se opone a las protestas, y dos menores, la HKTUC ligada a Taiwan y la FLU al PC chino.
El triunfo de setiembre
A principios de setiembre, una nueva huelga general (6) es convocada por 48 hs. para el 2 y 3 de este mes. Cuando el impacto de jornadas signadas por manifestantes que “ volvieron a intentar perturbar la circulación de los metros de esta excolonia británica en la mañana de este lunes (02.09.2019), cuando llamaron a una huelga general, tras un fin de semana marcado por graves hechos de violencia” y ”los estudiantes, la columna vertebral de las manifestaciones antigubernamentales, llamaron a boicotear las clases durante dos semanas, y a una concentración en la tarde”, cuando “Hong Kong vivió el sábado una de las jornadas de protestas más violentas desde el inicio del movimiento.” y “El domingo, miles de manifestantes prodemocracia intentaron bloquear los accesos al aeropuerto erigiendo barricadas” (7) se hicieron sentir, Carrie Lam, apoyada por Xi Jinping, retrocedió y anuló el proyecto.
Para muchos ya era muy tarde, otras demandas se habían puesto sobre la mesa, ya el pliego contaba con cinco puntos básicos: el retiro formal del proyecto de extradiciones, la renuncia de Lam, el retiro del cargo por “disturbios” para los detenidos y procesados, la liberación de todos los presos políticos y una investigación independiente y pública sobre la violencia policial contra los manifestantes.
Perspectivas
Una revuelta que comenzó como un rechazo al intento del gobierno chino de obtener un mayor control sobre la isla genero un proceso de movilización permanente, una irrupción revolucionaria de cientos de miles, millones, que reclaman un cambio democrático, elegir su propio gobierno. El gobierno de Xi no podía permitir estas demandas, su posibilidad de contagio sobre el universo de 1.400 millones de habitantes de la China continental es muy peligroso. Por eso la primer política apuntó al desgaste. Luego a una primera concesión, la “suspensión” del proyecto que detonó el proceso.
La movilización entendió que la “suspensión” se trataba de una burda maniobra para ganar tiempo y continuó con más fuerza, tonificada por la primera victoria. El régimen volvió a endurecerse y tensar la cuerda. Respondió con una creciente represión y los choques se radicalizaron. Pero la movilización no se detuvo y entonces había solo dos caminos: reprimir utilizando el destacamento de 10.000 soldados chinos destacados en la ciudad más las tropas que en la frontera hongkonesa hacían alardes mostrando prácticas anti disturbios, con lo que el fantasma de “Tiananment” revoloteaba por la región, o ceder. Optó por ceder, retiró el proyecto. Pero el desgaste de Lam es muy grande, la gente quiere su cabeza, quiere que libere a los presos y termine con los procesos, que se castigue a la policía, quiere elegir su gobierno.
La dinámica anti capitalista
Todo indica que está planteada la caída del actual gobierno hongkonés, completamente desprestigiado, con muy poco apoyo en la sociedad de la isla, solo sostenido por la burocracia de Xi. Es el próximo desafío del proceso de lucha. Lo logrado hasta ahora ha sido heroico. Las masas hongkonesas le han imprimido una derrota significativa a la burocracia china. Al monstruo que parecía imbatible. Pero un triunfo definitivo, que se consolide en el tiempo, parece estar lejos aún.
La revolución hongkonesa combina varios elementos en su inicio. Por un lado, la necesidad de no perder conquistas democráticas de las masas frente al avance del régimen bonapartista chino, por el otro, la creciente pérdida de poder adquisitivo de importantes capas de la población. Cada vez es más difícil por ejemplo acceder a una vivienda digna en Hong Kong y muchas de las familias trabajadoras viven en lugares muy pequeños, verdaderamente hacinadas. La clase media que ha sido la base social del régimen que ha gobernado tradicionalmente la isla, está en franca colisión con él y exige cambios democráticos muy importantes y muy difíciles de ser concedidos por la burocracia bonapartista que dirige China continental.
Por eso, todo indica que luego de este importante triunfo parcial, el choque entre la revolución que exige cambios de fondo y la contrarrevolución que debe congelar y/o derrotar este proceso se hará más agudo. La burocracia china no tiene las condiciones internacionales para reprimir a sangre y fuego como hizo en el 89 con Tiananment. Está embarcada en una disputa comercial con EEUU y la baja en su crecimiento y el cuadro recesivo que se avizora en la economía mundial le obligan a maniobrar y evitar que una represión prematura, no consensuada con las multinacionales, pueda embarrarle la cancha. Algunos analistas incluso señalan que el proceso de levantamiento hongkonés está influyendo sobre la situación política de Taiwan favoreciendo a la candidata electoral más opuesta al régimen chino.
Por otro lado, la movilización del pueblo de Hong Kong no puede detenerse, ya que de hacerlo le permitiría al régimen de Xi contragolpear duramente. Varios editorialistas han señalado que la sensación entre los jóvenes que son el corazón de la pelea es que esta lucha es su última oportunidad de frenar el avance de la burocracia china. Que es una pelea decisiva que, si se pierde, hará muy difícil volver atrás. A favor suyo esta la fuerza que le da la enorme masividad de la movilización del pueblo hongkonés. Su debilidad más grande es el carácter semi espontaneo, sin una dirección política clara del proceso de lucha.
Las movilizaciones fueron convocadas en un principio por el llamado Frente Cívico, aunque este no actuaría como una dirección cotidiana del proceso, que tiene en los jóvenes estudiantes su vanguardia más activa y radical y si bien existen referentes muy prestigiados como Joshua Wong y Agnes Chow dirigentes reconocidos de la “revolución de los paraguas” de 2014, estos actuarían con bajo perfil, apareciendo una dirección más horizontal muy pegada al proceso de lucha cotidiano. Por otro lado, según los analistas del proceso, el movimiento ha desbordado a las estructuras políticas y sindicales tradicionales. Las centrales sindicales que, como la HKCTU han apoyado en el movimiento, están fuertemente influenciadas por corrientes políticas adversarias a que se desarrolle el proceso de revolución permanente y la movilización cuestione el sistema capitalista de la isla.
Es entonces una tarea urgente de la revolución hongkonesa la construcción de una dirección política revolucionaria, de un partido que nucleando a los elementos más luchadores del proceso pueda elaborar un programa y un plan de acción que empuje la movilización y organización independiente de los trabajadores, estudiantes y el pueblo hongkonés para llevar la revolución hasta el final. Para ello deberá sumar al actual programa democrático reivindicaciones anti capitalistas que enfrenten la explotación que las multinacionales de la isla realizan sobre sus trabajadores, que presente una salida de clase frente a los viejos demócratas liberales que han terminado tranzando con el régimen de Xi y a su vez extender su pelea a la clase obrera china que es el aliado fundamental a conquistar en la disputa contra el mayor enemigo, la burocracia de Xi Jinping.
Gustavo Giménez
- Independent (04/09/2019): “En la grabación, se pudo escuchar a la Sra. Lam decir que le hubiera gustado ‘renunciar’ como líder si pudiera. En una conferencia de prensa el martes, dijo que nunca había presentado su renuncia a Beijing. ‘No renunciar fue mi propia elección … No me he dado la opción de tomar un camino más fácil y eso es irme’, dijo.”
- La isla de Hong Kong era un enclave imperialista que bajo la forma de protectorado británico fue arrebatada a la nacion China. En 1997 por un acuerdo entre el gobierno imperialista y la burocracia china, la isla vuelve a gozar de la soberanía china, manteniendo un status de autonomía especial que, sobre la base de proteger el negocio de las multinacionales, le permiten mantener un gobierno local y conservar una serie de libertades democráticas durante los próximos 50 años, bajo el lema de “un país, dos sistemas”.
- El gobierno local de Hong Kong está encabezado por la jefa del Ejecutivo Carrie Lam, quien fuera elegida por el sufragio de 1.200 censitarios, frente a una población de 7,5 millones de habitantes. Lam a su vez designa a los miembros del Consejo Ejecutivo que el que ejerce con Lam el gobierno de la isla. Lam gobierna Hong Kong con la legitimidad de 777 votos.
- Sin Permiso: Artículo “Una nueva generación se levanta” escrito por Au Loong-Yu (24/08/2019)
- La Ley Básica establece las relaciones entre Hong Kong y la República Popular China
- Esta nueva huelga no es convocada por la HKCTU que había convocado a la del 5 de Agosto.
- Artículo “Protestas en el metro de Hong Kong, con un llamado a la huelga general” – Deustsche Welle (02/09/2019)
Cronología del levantamiento de Hong Kong
Setiembre de 2014: Con el nombre de “Revolución de los Paraguas” se conoce al levantamiento que encabezado por los estudiantes de Hong Kong exigió que se cumplieran las promesas del régimen chino de instaurar un régimen democrático en la isla, como se acordó en el momento del traspaso de manos británicas a las del gobierno chino bajo un régimen especial. Este levantamiento fue derrotado, ya que terminó luego de 79 días de ocupación del centro financiero y político de la ciudad sin ninguna concesión por parte del gobierno chino. Pero su cimiente y objetivos han rebrotado con inusitada fuerza en el levantamiento actual. En este sentido constituyó su ensayo general.
Febrero de 2019: la Oficina de Seguridad de Hong Kong propone un proyecto de ley de extradición que permite la entrega de sospechosos de actos criminales a China continental
31 de marzo: 12.000 toman las calles contra el plan de extradición, convocados por el Frente Civil de Derechos Humanos.
28 de abril: una segunda marcha contra el proyecto de ley atrae a 130.000 manifestantes.
29 de abril: Chan Tong-kai, un hombre de Hong Kong que admitió haber matado a su novia embarazada mientras estaba de vacaciones en Taiwán, es sentenciado a 29 meses de prisión por cargos de lavado de dinero. El gobierno de Hong Kong utiliza el caso como un ejemplo de por qué se necesita el proyecto de ley de extradición: la policía no pudo acusar a Chan de asesinato por un delito cometido en Taiwán.
11 de mayo: estallan los combates en la legislatura de Hong Kong cuando los legisladores pro-Beijing y pro-democracia chocan por el proyecto de ley propuesto. Varios están heridos y uno es llevado al hospital.
9 de junio: Más de un millón de hongkoneses marchan en protesta por el proyecto de ley de extradición, en la manifestación más grande de la ciudad desde la entrega en 1997. Pese a la enorme manifestación Lam decide continuar con el proyecto.
12 de junio: la policía usa gases lacrimógenos y balas de goma para hacer retroceder a miles de manifestantes que rodearon la sede del gobierno en el centro de Hong Kong. La gran mayoría eran jóvenes, y muchos venían con paraguas, cascos y tapabocas. Como resultado de la conmoción, se pospone la segunda lectura del proyecto de ley de extradición.
15 de junio: Lam anuncia que ha decidido suspender indefinidamente el proyecto de ley de extradición.
16 de junio: Dos millones de hongkoneses regresan a las calles pidiendo que el proyecto se retire de forma permanente. Los manifestantes también exigen la renuncia de Lam y piden al gobierno que deje de caracterizar la protesta como un «disturbio». Lam emite una disculpa en una declaración escrita.
21 de junio: Miles de manifestantes convergen en la sede de la policía de Hong Kong, exigiendo que los funcionarios se disculpen por el manejo policial de la manifestación del 12 de junio.
1 de julio: Hong Kong celebra el 22 aniversario de su entrega a China. Los manifestantes llegaron a las calles en las primeras horas y se enfrentaron con la policía mientras intentaban evitar que se celebrara la ceremonia anual de izado de la bandera. Esa tarde, cientos de miles de manifestantes marcharon pacíficamente por el centro de Hong Kong. Pero esta vez, los manifestantes se dividieron. Cientos de manifestantes enmascarados, principalmente jóvenes, intentaron ingresar al edificio del Consejo Legislativo. Por la noche, manifestantes más radicales irrumpieron en el edificio y lo ocuparon durante horas.
13 de julio: Miles de manifestantes se enfrentan con la policía en la ciudad fronteriza de Sheung Shui en los Nuevos Territorios. Se manifestaban contra los «comerciantes paralelos» que compran productos libres de impuestos en Hong Kong y los venden en China continental.
14 de julio: Miles marchan contra el proyecto de ley de extradición en el área de Sha Tin de los Nuevos Territorios. Después de la marcha, los manifestantes y la policía antidisturbios se enfrentan en un centro comercial, con 22 trasladados al hospital y más de 40 arrestados.
21 de julio: Cientos de miles marchan hacia los edificios del gobierno. La policía dispara gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes que han rodeado la oficina de enlace de Beijing. Mientras los manifestantes regresan a casa, un grupo de hombres enmascarados vestidos con ropa blanca y armados con palos atacan a los manifestantes y otros viajeros dentro de la estación de MTR Yuen Long.
24 de julio: Un portavoz del Ejército de Liberación Popular de China dijo que las fuerzas estacionadas en Hong Kong podrían desplegarse para mantener el orden público en la ciudad.
26 de julio: Los manifestantes organizan una manifestación en la sala de llegadas del aeropuerto de Hong Kong.
28 de julio: La policía dispara gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes frente a la oficina de enlace de Beijing.
1 de agosto: el ejército de China publica un video dramático en Weibo que muestra a las tropas armadas realizando simulacros y tomando medidas enérgicas contra los manifestantes.
5 de agosto: Huelga General. Las protestas en toda la ciudad interrumpen el transporte público y provocan la cancelación de más de 150 vuelos. La policía dispara múltiples rondas de gas lacrimógeno. Lam advierte que la ciudad está «al borde de una situación muy peligrosa».
12 de agosto: Miles de manifestantes en el aeropuerto de Hong Kong provocan la cancelación de cientos de vuelos. Beijing compara las acciones de los manifestantes con el «terrorismo».
13 de agosto: el aeropuerto de Hong Kong cancela los vuelos por segundo día mientras continúa la manifestación allí. La policía antidisturbios usa spray de pimienta y porras para despejar a los manifestantes. Un periodista chino continental es atado y golpeado por los manifestantes.
16 de agosto: Cathay Pacific, la aerolínea de bandera de Hong Kong, anuncia que su director ejecutivo, Rupert Hogg, renunció. La aerolínea enfrentó la presión de Beijing luego de que algunos de sus empleados participaron en las protestas.
18 de agosto: hasta 1.7 millones de personas regresan a las calles de Hong Kong en una renovada muestra de solidaridad con el movimiento. Por primera vez en semanas, la protesta sigue siendo pacífica.
31 de agosto: se producen violentos choques entre la policía y manifestantes en el centro de Hong Kong. La policía reprime con chorros de agua, balas de goma y gases lacrimógenos. Los manifestantes responden con piedras y cocteles molotov.
1 de setiembre: miles de manifestantes levantan barricadas en torno al aeropuerto.
2 de setiembre: Nuevo Paro General. 8 universidades públicas y 5 centros de formación superior comienzan paro por dos semanas.
4 de setiembre: Carrie Lam anuncia el retiro total del proyecto de ley de extradición y otras medidas. Distintas expresiones de los dirigentes de la movilización califican de totalmente insuficiente lo anunciado y le exigen acceda al programa de cinco puntos que levanta el movimiento democrático.
Datos extraídos de Asia Media Center, CNN, DW y Clarín.