El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, manifestó que el uso de la fuerza para cambiar al Gobierno de Venezuela “es un recurso posible”, aunque especificó que tendría que ser dentro del marco legal internacional. Almagro que permaneció callado varios meses derrotado por Venezuela, toma de nuevo vocería entre los que amenazan nuestra nación, desde un organismo al que renunciamos, la OEA, hace dos años y nos salimos legal valiente y dignamente en el 2019.
El diplomático uruguayo rechazado en su propio país, habida cuenta de venderse a intereses ajenos al gobierno de izquierda, afirma que “La solución militar contra Venezuela no es algo legal de acuerdo con la ley internacional”, (así rebuznó Almagro ”no es legal de acuerdo con la Ley…” y que “hay instrumentos que no podemos ignorar como la responsabilidad de proteger y la intervención humanitaria”. Lo hizo cumpliendo el plan de acoso con representantes “venezolanos”, ilegales aguaidoneados en la OEA. “El uso de fuerza es un recurso posible, pero dentro del marco de la ley internacional”, afirma en su inacabada obsesión.
Intenta conservar su cargo de Secretario General de la OEA, sin votos seguros, este “mono blanco” como lo catalogó un analista internacional quien ofreció perdón a los primates… Almagro o Almugre es otro ejemplo de quienes venden su alma a Satanás, con tal de cobrar por la burocracia internacional en dólares que trabaja para los intereses de EE UU, fieles vasallos bajo tutelaje, desconociendo más de 150 medidas coercitivas de la administración Trump contra nuestro gobierno y el pueblo todo.
Ante la realidad mundial el TIAR de la OEA es de un mal gusto excepcional, y que compatriotas estén de acuerdo con planteamientos del capitalismo salvaje, constituye derramar gasolina sobre el incendio diplomático Venezuela-EE UU. Los gringos utilizan gobiernos para fomentar guerra entre hermanos, apoyar criminal desestabilización económica y dolarizar ilegalmente nuestra vida diaria, lo del dólar fue proposición de opositores en la campaña electoral del 2018, a la que ahora agregan brutales estrategias.
La TIAR trastada es anti histórica, apegada a malos ejemplos de quienes hacen suyo el dicho según el cual “en el amor y la guerra vale todo”. Olvidan que quien juega con fuego se quema, el votante venezolano no se deja embaucar, ni piensa hacerlo. La recolección millonaria de firmas a favor de la patria que presentará en la ONU nuestra Cancillería, y las explicaciones a todos los gobiernos del mundo, nos dejan en la cresta de la ola moral en la política internacional, a punto que la oposición no habla de “elecciones ya”.
