Intervención de Duque en la ONU, una verdadera desgracia

La intervención del presidente Iván Duque en la Asamblea 74 de la Organización de la Naciones Unidas se puede catalogar como un verdadero desastre o un fiasco descomunal. Un discurso cargado de un gran cinismo, como si los pueblos del mundo desconocieran la realidad que vive Colombia, un país que colapsa a la vista de la comunidad internacional, pero que nadie levanta la voz para advertir sobre este infortunio. Según el estimativo del Ministerio de Relaciones Exteriores, Colombia presenta una población en el exterior que asciende a 4,7 millones de connacionales, esto significa que más del 10% de la población de Colombia vive hoy fuera de nuestra patria. Solo en los Estados Unido se encuentran residenciado más de un millón 200 compatriotas. Es necesario aclarar que Colombia no es víctima de un cerco político, económico y diplomático como lo vive la hermana República Bolivariana de Venezuela, antes por el contrario ha venido adoptando el papel de un Cipayo.

Ha catalogado Duque al gobierno de Nicolás Maduro de dictadura y además de ser un eslabón en la cadena del terrorismo y agrega que las estructuras del gobierno son servidoras de los carteles de la droga, son secuaces de la mafia que alimentan la violencia en Colombia ¿Cómo catalogar esta apreciación? Es una locura, es un acto de insensatez. Fue la ONU, precisamente, la que en un informe mencionaba que Colombia producía el 70% de la cocaína mundial. Existen otros datos con relación al Narcomenudeo, que debieran alarmar al mundo, por ejemplo en Colombia, este flagelo produce $6 billones que corresponden a 0,75 del PIB Nacional, además ocupamos el 4 lugar en Suramérica en consumo, tenemos más de 1.500.000 consumidores de coca, marihuana, bazuco y éxtasis y los más grave es que se están disputando las instituciones públicas educativas. Desgraciadamente es Colombia la que se constituye en un verdadero peligro y una amenaza para la seguridad en América Latina. El narcotráfico es más que un negocio, es un arma letal de guerra, el narcotráfico arraso con Colombia.

En la República Bolivariana se yergue la más siniestra dictadura, que estupidez tan grande y precisamente es el presidente Duque quien enarbola esta consigna. Quien no sabe en el mundo que es en el gobierno de Duque donde se lleva a cabo el genocidio más grande de América Latina en contra de los defensores de DD.HH, líderes indígenas, campesinos ambientalistas, exguerrilleros de las FARC. El proceso electoral de cara a las elecciones de octubre se desarrolla bajo un manto de terror, tres candidatos a alcaldías asesinados, siete a concejos, más de 40 amenazados, 5 atentados y 402 municipios en riesgo de sufrir actos de violencia (Observatorio de Violencia Política y social). Colombia es una dictadura con una fallada democrática que adoptó el paramilitarismo como una política de estado y que además se da el lujo de tener el gasto militar más alto de la región con una inversión que va más allá de los US$10.000 millones.

En su discurso en la ONU, este presidente hace una defensa ridícula del medio ambiente, con un discurso que nos hace recordar al célebre Cantinflas. En Colombia se va implementar lo que se conoce como proyectos piloto de fracking y uno de los sitios es la denominada Cuenca Cesar-Ranchería. El departamento de La Guajira presenta un déficit hídrico muy marcado, de tal magnitud, que se tiene que acudir a los llamados pozos profundos para conseguir el agua, sobre todo en la Media y Alta Guajira. La aplicación de esta técnica es un acto criminal.

Esta tragedia ha sucedido en Colombia y no en Venezuela.


 



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José Camargo

Lic. en Ciencias Sociales - UniAtlantico. Docente en Riohacha-La Guajira. Colombia

 joseeduardocamargo24@gmail.com

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