Es un hecho que todo el que se meta con Venezuela se secará para toda la historia. Si alguien tiene alguna duda sobre esta clara realidad que se lo pregunten a los presidentes que apuntalaron en contra de la Revolución Bolivariana desde los tiempos de Chávez, y con la obsesión que han tenido ciertos presidentes latinoamericanos contra Maduro, arrastrados al imperialismo gringo y que hoy se encuentran arrinconados en el basurero de la ignorancia.
Vean esto, Alejandro Giammatte, pichón fascista recién electo presidente de Guatemala dijo este lunes en una rueda de prensa que, una vez en el cargo el 14 de enero de 2020, “tiene previsto reconocer al presidente encargado Juan Guaidó, como presidente legítimo”. Este espantapájaros no ha llegado aún al cargo y ya se declaró públicamente como perro faldero de Donald Trump. Con esto le hago una alerta al recientemente electo presidente de Argentina, Juan Fernández, a quien el perro mayor de EE.UU., le dijo que lo llamara y que había recomendado al FMI para que le preste la máxima colaboración.
Fernández tiene el derecho de verse en el espejo de Mauricio Macri, considerado como el peor presidente de todos los tiempos de Argentina, quien entregará la presidencia el 10 de enero con una economía bastante deteriorada, sólo por cumplir con la receta impuesta para esa nación por el FMI:
¿Quién se recuerda de Pedro Pablo Kuczynski Godard? Este es un personaje nefasto que duró poco menos de dos años en la presidencia de Perú. Engreído y guapetón de barrio, mal recordado por su obsesión contra Venezuela. De esta sátrapa, podemos decir, más que secado, se encuentra en las profundidades de las alcantarillas de la historia política de su país.
También en esa lista entrarán basuras como Macri, Lenín Moreno, Jair Messias Bolsonaro, el perro de Duque, el narco-paramilitar Uribe, Sebastián Piñera, a quien se le está hundiendo el barco en Chile, y todos los que de una u otra manera han sido artífices en las pretendidas y fallidas acciones en contra de la Patria de Bolívar, reconociendo al ladrón y desequilibrado mental de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Todos ellos se secarán, enterrados y embalsamados en sus propios excrementos, por haber sido seres profundamente indignos y perversos con naciones hermanas como Venezuela.
